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Taehyung's pov

Es domingo y son las cinco de la mañana, es mi tercera semana ardiendo en el infierno.

Este lugar cada vez se vuelve más espeluznante, y no he vivido todas las cosas retorcidas por mi cuenta, pero cuando he oído de ellas en sentido náuseas de solo imaginármelo.

Odio estar aquí.

He pasado noches enteras planeando maldades con Jennie, pero ninguna se siente suficiente, ninguna parece siquiera llegar a generar impacto, porque este lugar es difícil de destruir.
Me esta matando lentamente y mis ideas se han ido desvaneciendo durante los días.

Extrañamente Jennie mantiene un optimismo enorme y no sé como es que se siente tan entusiasmada, pero parece no temerle a nada. En cambio yo, siento que he perdido mi audacia y me siento débil.

Me he debilitado, quizá demasiado y no sé como es que he llegado a esto en mi tercera semana y que va a ser de mi después de un par de meses.

— Descuida, es normal — me ha dicho la voz de la experiencia —. Yo en un principio también he querido encender en llamas este lugar, pero la depresión me consimió y el encierro...

— ¿Cómo terminaste tan positiva?

— Me llegó una luz de esperanza — dijo, soltando una risita extraña —. No te sientas mal, tú tienes ventaja.

— ¿Cuál? Que no la veo.

— Me tienes a mí — infló su pecho, orgullosa —. No estás solo y estarás preparado para esto, cuando finalmente estemos en el mismo nivel, podemos empezar con el caos.

— O sea... — entre cerre los ojos, completamente desorientado —. Tú plan es ayudarme a pasar mis cursos, para que cuando llegué a tu nivel de heterosexualidad podamos hacer algo.

— Suena lento, pero es la única manera. Tú en un lado y yo en otro, no podemos hacer nada juntos y...

— No funcionara, lo sé — suspiré —. No me quiero acostar con una mujer, Jennie, no puedo hacerlo.

— Ni yo con un tipo, ¿por qué crees que siempre repruebo conversión nivel dos?

El nivel tres es el más difícil del llegar, pues es el con el que llegas a graduarte y ahora entiendo que lo difícil es hacer algo completamente desagradable y ser libre, pero mantenerte encerrado dentro de tu mismo o mantenerte como realmente eres y ser prisionero de la sociedad.

Ese jodido nivel es una metáfora bien planteada y no es que no se pueda aprobar, es que significa renunciar a ti por completo.

Significa, que ellos han ganado y de que sirve salir si es de esa manera.

Ahora lo entiendo y no veo tan malo él estar drogado en el hospital viéndole la cara a Jungkook mientras se hace el moralmente superior y se arrepiente cada vez que me besa.

Oh, Jungkook....

— Ve a bañarte — me dijo ella, recostandose en mi cama —. Se hace tarde para la misa.

Rodé los ojos y asentí.

Todos los domingos somos despertados a las cinco de la mañana, para a las seis estar vestidos como señores extremadamente creyentes yendo a misa cada domingo, sintiéndose espiritualmente superiores a los demás cuando tienen más pecados detrás que cualquiera aquí.

Sí, lo trágico y metafórico de este lugar me resulta desagradable a cierto punto.

Después de darme un baño al estilo medieval, con cubetas de agua de dudosa procedencia, que parecía haber sido abandonadas en el frío de la noche, completamente helada que incluso sentí como se cogelaba mi alma.
Jennie ha entrado al baño también, mientras yo me cambio a la velocidad de la luz, aunque ella tarda como mil años bañándose y vistiéndose ahí dentro.

Quizá ya se ha acostumbrado que lo tolera, yo aun no y dudo que algun día lo haga.

Cuando ya estoy listo y me siento nuevamente como si estuviese atrapado en la película más homofobica y machista de los años sesenta, Jennie sale del baño con su cabello completamente humedo y un vestido rosa de puntos blancos que la hacía ver graciosa.

Al menos nos dan ropa decente y no trapos viejos.

— ¿De que película vienes? — me burlé y ella rodó los ojos.

— ¿Y tú? Al menos yo me veo glamurosa, tu pareces un anciano.

— No seas envidiosa, parezco un galán de película — bromee.

Ella me ignoró olímpicamente y empezó a amarrarse una pañoleta, del mismo tono de rosa que en vestido, en el cuello.

A las chicas las obligan a arreglarse demasiado para las misas, mientras a los hombres solo nos dan unos pantalones de vestir, una camisa blanca de botones, una corbata y un feo cardigan que definitivamente no se siente como usar uno de la marca de Taylor Swift, si saben a lo que me refiero.

Jennie ha tenido que maquillarse mientras yo la observo y he tenido una visión un tanto desagradable. Me he imaginado un hogar, con una relación tradicional, con hijos y mascostas. Tengo una esposa bonita, hijos buenos, una hermosa casa y... todas las noches salgo a algún club gay a saciar mis verdaderos deseos, mientras mi familia me espera en casa.
Mi mujer piensa que tengo una amante, femenina, piensa que es mi secretaria y no mi compañero heterocurioso y...

Al final del día, negar lo que soy, esconderlo, es como barrer mugre bajo la alfombra. Al final se va acumulando y acumulando, que se pudre, se escapa por las esquinas, empieza a apestar y finalmente, explota. Se escapa de debajo de la alfombra y el daño que causa es desagradable. Ya no solo eres tú, hay una familia destrozada, niños heridos, una mujer inocente y... el desastre se vuelve peor.

¿Como puede alguien vivir de esta manera?

— ¡Taehyung!

Finalmente, la hermosa casa ha desaparecido, mi bella esposa toma el rostro de desagrado de Jennie y mis hijos ni siquiera han nacido. Estoy nuevamente en el internado, estoy de regreso en el infierno.

¿O casi estuve allí y logré escapar?

— ¡Oye!

— ¿Qué?

— Te quedaste como estúpido viendo a la nada — me regañó —. Vamonos, los cánticos están apunto de comenzar, apenas y nos va a dar tiempo.

Aun algo aturdido accedí y fui tras ella.

¿Cómo es que de la nada he tenido esa visión?

Corrimos hacia la pequeña capilla que hay fuera del internado. Cuando entramos, muchos de nuestros compañeros ya estaban ahí, así que no dudamos en tomar asiento y esperar por que en un par de segundo empiece todo.

Como cada domingo.

Pero he levantado la vista, hacia los miembros del coro y lo he visto.

Con un traje completamente negro de cura, encendiendo algunas velas, con los ojos centrados en su labor y en completarla correctamente. Detrás suyo he visto a una joven vestida de monja, hablando y hablando, mientras él solo asiente.

¿Cómo es que... ha llegado aquí?

 ha llegado aquí?

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Paradise in hell | Kookv Donde viven las historias. Descúbrelo ahora