Paradise in hell | Kookv

16

Jungkook's pov

Desde que desperté me he sentido como una mierda. Tanto así que Chaeryeong tuvo que sacarme de mi habitación y buscar la forma de alegrarme de alguna forma.
Lalisa quiso darme un día libre con su ayuda, pero lo único que he conseguido en sumirme en mis propios pensamientos, tanto así que he terminado cediendo ante Chae ha ver una película y pasar el rato juntos para hacerme sentirme bien.

No funcionó, claramente.

Después apareció Jihyo furiosa porque mi padre le reclamó por mi comportamiento con Minsi, cuando no supe darle una respuesta se encaminó hirviendo en cólera en busqueda de Lalisa, pensando que ella sabía sobre mi encuentro con Go Minsi.

Al final, nada se resolvió y solo hicimos un entretenido show ante Taehyung.
Él debía estar furioso porque no aparecí hoy como prometí que haría, y de repente verme allí, en esa situación, dudo que haya sido agradable.

Y después él sólo...

— ¿Eh?

— Nunca me sentí atraído por una chica — empezó diciendo como si nada —, quizá sean los genes, quien sabe.

¿Que ha dicho?

— ¿Qué?

— Las tres son lindas, aun que me gusta más Lalisa — su tono era relajado, como si no fuese nada lo que estaba diciendo.

— ¿Qué mierda te dieron? — me acerqué rápidamente hacia él, sujetando su rostro y revisando sus ojos. No llevo mi uniforme, por lo que tampoco llevo ninguna tipo de herramienta para revisarlo como se debe — No se supone que te den drogas sin no es una orden mía. ¿Quién fue?

Él se carcajeo con buen humor, como si disfrutara de mi histeria. Definitivamente, no le dieron absolutamente nada en mi ausencia, sigue siendo él mismo.

— No te preocupes — tomó mis manos sobre sus mejillas y las bajó para poder halarme más cerca suyo. Como si no fuese suficiente cercanía de por sí, susurró sobre mis labios —, sigues siendo mi favorito.

Y ahí estaba de nuevo yo, cediendo ante Kim Taehyung. Es como si fuese imposible evitarlo, por más que quiera alejarme, simplemente no puedo hacerlo. Tenía la oportunidad, era el momento perfecto para ocultarme en mis otros problemas e ignorarle, pero aquí estoy.
Estoy en su habitación, invadiendo su espacio personal, permitiéndole a esos aduladores ojos convertirse en mi perdición.

Jungkook, Jungkook, Jungkook.
No caigas, no caigas, no caigas.

— ¿Me vas a dar un beso o tengo que seguir rogando?

Lo hice.
Simplemente lo hice. Me reí ante sus palabras y corté la distancia para finalmente poder besarlo como había estado deseando desde que desperté esta mañana. Él es alguien adictivo, alguien que simplemente no se puede ignorar si eres débil y yo claramente lo soy. No he podido mantenerme al margen, caí en ese agujero negro sin fin y ya... ya no hay absolutamente nada que hacer al respecto.

Aun así, me queda un poco de conciencia en mi ser.

— Tae — me separé un poco, aun cediendo ante sus besos.

— ¿Mm?

— No podemos... — entre beso y beso, trataba de decirlo — hacer... esto ahora...

— ¿Por qué? — se quejo tiernamente. Solo es un niño caprichoso.

— Porque... — con mucha fuerza de voluntad, pude separarme de sus labios — Nos pueden ver y honestamente, dudo que alguien de aquí sea tan bueno para ocultarle el secreto a mi padre.