Capitulo 10

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— La negación es el peor enemigo del amor, debe aclarar sus sentimientos, su majestad — el de apariencia joven servía una copa de vino a su futuro Rey. — Usted está enamorado y puede que le haga bien recibir amor. —

— Joy deja de inventar cosas, te está haciendo daño estar muerto por tanto tiempo — regaño con dientes apretados. — lo que me hara bien es que esa supuesta Diosa me acepte como esposo. —

— Melione ya le hizo saber muchas veces que usted no es de su agrado. —

— Ella está igual de equivocada que tú, estar rodeados de muertos le está fundiendo el cerebro, seguro no ha de estar enterada de mis logros. Quiero que arregles una cita con ella. —

— Como ordene su real majestad —

Verón le ordenó retirarse para que todo estuviera listo lo más pronto posible, superaría a su padre y el sería el elegido por Melione, demostrando que es mejor que su padre. Y como beneficio propio dejaría de preocuparse por esa Madoow, ella venía de aquellos seres curiosos problemáticos. El no quería esos genes en su familia, no quería un heredero curioso que terminara eligiendo la ciencia en vez de Reinar.

La cita con Melione se efectuó dos semanas después, todo era demasiado cursi para su estilo, una mesa con velas al borde del rio de los lamentos y una botella de vino. Si llegaba a estar lo suficientemente embriagado podría incluso dar un elogio a la mujer. La Diosa de los fantasmas suspiro con fastidio al verlo sentado.

— Tu no eres el indicado — dijo la de apariencia joven cuando estuvo frente a la mesa — tu no eres ni serás el más poderoso que tendrá el Inframundo, habrá alguien que lo será. Tan poderoso que lo controlará todo, la vida y la muerte, un joven mestizo de magias. —

Ella no le dió la oportunidad de contestar, Melione se dió la vuelta y avanzó hacia el río de los lamentos, camino por encima del río levantando a las almas que rogaban por el perdón de sus almas. El parecía una de esas almas, rogando por la atención de la Diosa, pero ya no sería así. Ella había mencionado un mestizo poderoso, entonces le daría uno a la malcriada hija de Hades.

Lanzó toda la mesa hacia el río y se marchó hacia el castillo, ignoró a sus padres peleando en la entrada del castillo. No era que se molestará por cualquier malentendido y el era invisible ante los ojos de ellos, a este punto de su vida no le importaba si sus padres se mataban o renunciaban al trono, el podría ser un mejor gobernante que ellos. En su despacho ya estaba Joy, el sostenía una caja de pañuelos, como si fuera a llorar.

— ¿Ya aceptará que tenía razón? — el de cabellos negros le dió la caja de pañuelos. — Aunque no descartó la posibilidad de que su cena haya ido muy bien. —

— Quiero que compres un regalo, uno muy caro y que le guste a esa Madoow. — ordenó al sentarse en su escritorio.

— Entonces ¿Ya acepto que le gusta la chica? — soltó emocionado su parka asistente.

— No, la mimada hija de Hades quiere un mestizo poderoso para aceptar casarse con la familia Mortem. Entonces le daré un mestizo, uno que no pueda rechazar. —

— Está en el camino correcto, las razones aún son malas Pero al menos es algo. —

Ignoró lo que le había dicho su asistente antes de salir del despacho, tampoco era de importancia. Joy solo actuaba como su amigo cuando le convenía, y en este momento no le convenía aceptar a la parka como su amigo. Joy llegó al atardecer con un ridículo collar de diamantes, parecía simple y era en forma de corazón, no le parecía la gran cosa Pero las mujeres amaban esas cosas así que felicito al hombre y tomo el regalo.

En el edificio escolar buscó con la mirada a la chica, no debía ser tan difícil encontrarla, la pelinegra llamaba la atención y siempre estaba haciendo algo para hacerse notar.

— Señorita Elizabeth Madoow, favor de pasar con el director — se escuchó claramente por los faros lunares que flotaban por la escuela buscando a su objetivo. — Señorita Elizabeth Madoow, favor de pasar con el director. —

Siguió a las luces molestas hasta que las vio detenerse frente al laboratorio de Química, nada ahí daba buena señal. Lo comprobó cuando el laboratorio explotó que si no fuera una parka, hubiera salido expulsado por la fuerza de la explosión. Si la chica moría y le arruinaba su plan iba a atormentar el alma de la chica en cuanto pusiera un pie en el inframundo, no iba a buscar a una chica nueva. Empezar el plan con una nueva chica sería fastidioso, y al menos la Madoow era menos molesta que el resto de seres vivos o muertos.

Los médicos de la escuela llegaron poco tiempo después, al igual que muchos curiosos Pero nadie encontraba a la chica. Una figura negra en una ventana captó la atencion del principe, aquella figura salió el borde de la ventana, en el suelo tomo la forma de la chica y se deslizó en gran velocidad en dirección contraria al laboratorio. Lo que ahora dedujo era la sombra de la Madoow, llegó hasta la fuente del patio principal, ahi sentada mientras sonreia con la mirada en el humo estaba la chica que tanto había estado buscando.

— ¿Crees que haya comida? — preguntó a su sombra cuando está se enredó en su brazo — Con uno o dos estará bien, mucha carne consentida hace mal. —

— Te van a expulsar — habló llamando la atención de la princesa.

La princesa dirigió su mirada hacia el, lo miro con una sonrisa dibujada en el rostro y sus ojos completamente blancos. La chica estaba hambrienta, los Madoow eran conocidos por su inmenso apetito era tal que incluso podían matar a otros Madoow. Por eso eran considerados unos monstruos y una magia altamente peligrosa. Justo lo que el necesitaba.

— ¿Quieres comer? — la chica se le acercó y lo miro interesada en lo que diría — Te puedo conseguir todos los cuerpos que necesites. Los seres vivos mueren cada segundo, en ocasiones en masa y se dónde están los cuerpos antes y después de fallecer. —

Aquellos ojos blancos poco a poco regresaban a su negro natural, la sombra que cubría su brazo se deslizó hasta debajo de las plantas de sus pies y la sonrisa de la chica se hizo más amplia.

— Tu guías —

— No dije que te la daría gratis, es un intercambio — la sonrisa desapareció lentamente y pasó a mirar seriamente al chico de cabello plateado. — Quiero un heredero. —

— Yo quiero comida gratis, al parecer ninguno va a obtener lo que quiere. —

— ¿Estás rechazando me? —

— Tu propuesta no es equivalente, quieres que arruine mi cuerpo por toda la eternidad y a cambio ¿solo me das comida? —

— Puedes disponer de joyas, dinero, vida eterna y los poderes de mi magia. Solo una vez que hayas cumplido tu parte del trato. —

— Espera....¿Podría matar personas sin mancharme de sangre? —

— Si —

— Es un trato, Pero tengo una condición, debes amarme solo a mi.—

El no la amaba pero tampoco creía que podría soportar a otro ser vivo, entonces no dudo en aceptar la patética exigencia de la chica. ¿Que podría salir mal? Solo molestarse cuando la chica quisiera atención de manera romántica.

Orgullo del InframundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora