Capitulo 6

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La sala común de Gryffindor estaba iluminada por el resplandor cálido del fuego crepitante en la chimenea. Harry, Hermione, Ron, Ginny y los gemelos Weasley se habían reunido para discutir cómo cuidarían de Draco Malfoy y evitarían que se repitiera la situación de su desaparición en el bosque prohibido. Dove, el elfo doméstico que había jugado un papel crucial al encontrar a Draco, estaba de pie en un rincón, observando con atención la conversación.

—Entonces, ¿qué hacemos ahora? —preguntó Ron, mirando al grupo con una mezcla de preocupación y determinación en su rostro.

Hermione tomó la palabra, como siempre, con un enfoque práctico y organizado.

—Creo que lo primero que debemos hacer es establecer un horario para cuidar de Draco. No podemos dejarlo solo en ningún momento. Tal vez podamos turnarnos para estar con él durante el día.

—¿Y las noches? —preguntó Ginny, preocupada. —¿Quién se quedará con él por la noche?

Fred levantó una mano, con una sonrisa traviesa en su rostro.

—Yo puedo quedarme algunas noches. George y yo estamos acostumbrados a desvelarnos.

George asintió con entusiasmo.

—Sí, podemos asegurarnos de que no se nos escape nada mientras los demás duermen.

Harry miró a los gemelos con agradecimiento antes de dirigir su mirada hacia Dove.

—¿Y tú, Dove? ¿Quieres quedarte con Draco algunas noches?

El elfo doméstico bajó la mirada, como considerando la propuesta cuidadosamente.

—Si el joven amo Draco me lo permite, estaré encantado de ayudar.

—¡Perfecto! —exclamó Ron, aliviado. —Entonces tenemos cubiertas las noches. Pero durante el día, ¿qué haremos?

—Podemos turnarnos entre las clases y otras responsabilidades escolares —sugirió Hermione. —Podemos hacer un calendario y rotar para asegurarnos de que alguien esté siempre con él.

Ginny asintió, pensando en los desafíos logísticos pero necesarios para mantener a Draco seguro.

—También deberíamos pensar en cómo mantenerlo entretenido y cómodo. No podemos simplemente mantenerlo en una cuna todo el tiempo.

Hermione asintió con energía.

—Eso es importante. Necesitamos algunos juguetes adecuados para él, y quizás algunos hechizos para mantenerlo ocupado de manera segura.

Fred y George intercambiaron miradas traviesas.

—Podríamos inventar algunos juguetes mágicos para él —sugirió Fred, con una chispa de entusiasmo en los ojos.

—¡Y algunos trucos divertidos para cuando sea un poco mayor! —añadió George, con una sonrisa pícara.

Todos se rieron un poco, aliviados de que la tensión del momento se estuviera disipando poco a poco.

—Pero en serio, chicos —dijo Harry, su tono volviendo a la seriedad. —Esto es un gran compromiso. Draco es parte de nuestro grupo ahora, y debemos asegurarnos de que esté seguro y bien cuidado.

Todos asintieron solemnemente, conscientes de la responsabilidad que habían asumido al cuidar de un bebé tan inusual como Draco Malfoy.

—Entonces, ¿cómo organizamos todo esto? —preguntó Ginny, mirando al grupo con expectación.

Hermione sacó una libreta y comenzó a tomar notas meticulosamente.

—Propongo que hagamos un horario detallado, dividiendo el día y la noche en turnos. Podemos incluir también las actividades que planeamos para entretener a Draco y asegurarnos de que esté aprendiendo y desarrollándose apropiadamente.

Un bebe en Hogwarts!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora