Extra

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Draco Malfoy se encontraba sentado en uno de los cómodos sillones de la sala común de Slytherin, rodeado por Pansy, Blaise, Theodore y los gemelos Riddle, Tom y Mattheo. Habían pasado varias semanas desde su pequeña aventura en la sala común de Gryffindor, y ahora estaba de regreso entre sus compañeros de casa, aunque las miradas y los comentarios de los demás estudiantes de Slytherin sobre su excursión a la sala común de Gryffindor todavía se dejaban sentir.

—¿Te ha recuperado del trauma de haber estado entre los leones, Malfoy? —preguntó Pansy con una sonrisa burlona.

Draco rodó los ojos, acostumbrado al sarcasmo de Pansy. Ella siempre tenía una forma de bromear que a veces rozaba lo incómodo.

—Fue una experiencia... interesante. Pero estoy bien, gracias por preguntar —respondió Draco, intentando no mostrar cuánto le molestaba ser el centro de atención por ese incidente.

Tom Riddle, siempre el más observador y calculador del grupo, decidió intervenir con su típico tono mordaz.

—Aunque, según algunos informes, Malfoy ha estado monopolizando el tiempo de Pansy con sus interminables llantos nocturnos. ¿No es así, Malfoy? —dijo Tom, con una sonrisa sardónica.

Draco sintió cómo el calor le subía a las mejillas. Sabía que no podía evitar que los demás supieran de sus noches difíciles como bebé, pero no le gustaba que se burlaran de él por eso.

—Fue solo una fase. Los bebés lloran, ¿no es así? —respondió Draco, tratando de defenderse.

Mattheo Riddle, el más tranquilo de los hermanos, intervino para calmar las aguas.

—Bueno, al menos ahora sabemos que no estás destinado a ser una niñera. No es tan fácil como parece, ¿verdad? —dijo Mattheo con una sonrisa amigable hacia Draco.

Theodore Nott, quien había estado escuchando en silencio, decidió lanzar una observación que sabía que molestaría a Draco un poco más.

—Imagina lo que dirían tus amigos de Gryffindor si supieran lo que tuvo que soportar su querido Draco como bebé. Probablemente les habría encantado ver esa parte de ti —comentó Theodore con una risita maliciosa.

Draco se sintió incómodo. Sabía que Theodore no estaba tratando de ser malo, pero sus palabras resonaron más de lo que deberían.

—No es divertido, Nott —dijo Draco, desviando la mirada hacia el fuego que crepitaba en la chimenea.

Tom, notando que las palabras de Theodore habían afectado a Draco más de lo esperado, decidió cambiar de tema, aunque no sin antes lanzar una última puya ligera.

—Bueno, ve el lado positivo, Malfoy. Al menos pudiste pasar tiempo extra con tu adorado Harry en la sala común de Gryffindor. Quién sabe, tal vez fue una experiencia reveladora para ambos —dijo Tom con una sonrisa traviesa.

Draco levantó la mirada, encontrando la mirada de Tom Riddle con una mezcla de molestia y sorpresa. Sabía que su interés en Harry no era un secreto tan bien guardado como pensaba, pero prefería que no fuera tema de conversación entre los Slytherin.

—No creo que Harry apreciara mucho mi visita sorpresa —respondió Draco, tratando de mantener un tono despreocupado.

Pansy rió suavemente, disfrutando de la incomodidad momentánea de Draco.

—Oh, Draco, siempre has tenido una debilidad por el niño dorado de Gryffindor. Es adorable, de una manera extraña y enojada —dijo Pansy con una sonrisa burlona.

Draco suspiró, resignado a que su atracción hacia Harry Potter no iba a desaparecer fácilmente, incluso entre sus compañeros de casa. Se acomodó en el sillón, tratando de desviar la conversación hacia otro lado.

—Dejemos de lado mi vida amorosa, ¿de acuerdo? Hay cosas más importantes de las que podemos hablar —dijo Draco, esperando cambiar el tono de la conversación.

Los demás Slytherin asintieron, dispuestos a dejar atrás el tema de Draco y Harry por el momento. Sabían que había otros asuntos más relevantes que discutir en la tranquila sala común de Slytherin esa noche.

Así, la conversación giró hacia los próximos exámenes, los rumores en el castillo y las estrategias para la próxima temporada de Quidditch. Draco, aliviado de que el enfoque hubiera cambiado, se relajó un poco más entre sus amigos de Slytherin, recordando que, a pesar de todo, seguía siendo uno de los suyos, incluso con sus momentos como bebé en la sala común de Gryffindor.

Un bebe en Hogwarts!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora