El reloj marcaba la medianoche cuando Juliete se dejó caer en la cama del hotel, agotada pero emocionada después de la carrera en Singapur. Había sido un día largo, lleno de adrenalina y momentos que todavía resonaban en su mente. Aún con la sonrisa en el rostro, se acomodó en las sábanas frescas, buscando algo de tranquilidad después de la intensidad del día.
Mientras cerraba los ojos, su teléfono vibró en la mesita de noche. Un mensaje iluminó la pantalla.⁹
Yuki:
¿Estás despierta?Juliete sonrió, imaginándose a Yuki enviando el mensaje desde su habitación, quizá igual de despierto y agitado por la adrenalina de la carrera. Sin dudarlo, respondió.
Jullie:
Sí, lo estoy. ¿Tú también?No pasó mucho tiempo antes de que la respuesta llegara.
Yuki:
Sí. ¿Te importa si voy a verte? Solo quiero charlar un rato.Juliete se mordió el labio, sopesando la propuesta. Estarían solos, lejos del bullicio del paddock, en la intimidad de su habitación de hotel. Después de unos segundos, escribió su respuesta.
Jullie:
Claro, ven. Creo que sabes cual es mi habitación.Minutos después, un suave golpe resonó en la puerta. Jullie se levantó rápidamente y abrió, encontrándose con Yuki, aún con el cabello ligeramente despeinado y una expresión cálida en su rostro.
—Hola, —dijo Yuki, con una sonrisa amable—. Espero no molestarte.
—Para nada, —respondió Jullie, apartándose para dejarlo pasar—. Entra. ¿Quieres algo de beber?
—Solo agua, por favor, —dijo Yuki, mientras se dejaba caer en una de las sillas cerca de la ventana.
Jullie le sirvió un vaso de agua y se acomodó en la cama, mirando a Yuki con curiosidad. Él parecía nervioso, pero su expresión reflejaba una mezcla de relajación y agradecimiento.
—Gracias por dejarme venir, —dijo Yuki, tomando un sorbo de agua—. Después de un día así, a veces es difícil desconectar.
—Lo entiendo, —respondió Jullie—. La carrera fue intensa. Corriste increíblemente bien, Yuki.
—Gracias, —dijo él, con una sonrisa tímida—. Significa mucho escuchar eso de ti.
Hubo un momento de silencio cómodo, interrumpido solo por el suave sonido del tráfico nocturno fuera de la ventana. Yuki miraba el horizonte, y Jullie lo observaba, notando lo sereno que parecía en ese momento.
—¿Sabes? —dijo Yuki finalmente, girándose para mirarla—. A veces, en medio de todo esto, es fácil sentirse solo, incluso con todo el equipo alrededor. Tener a alguien con quien hablar, especialmente alguien como tú, es... refrescante.
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𝐬𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐞𝐲𝐞𝐬 (𝘠𝘶𝘬𝘪 𝘛𝘴𝘶𝘯𝘰𝘥𝘢 𝘍𝘢𝘯𝘍𝘪𝘤𝘵𝘪𝘰𝘯)
Fanfiction𝐬𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐞𝐲𝐞𝐬 || Jullie tras una larga insistencia de parte de su amigo Charles fue a un Gran Premio y chocó con unos dulces ojos japoneses...