ℭ𝔞𝔭 10. 𝔢𝔭𝔦́𝔩𝔬𝔤𝔬ゞ 🍃

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Esperaron diez minutos más. No hay señales de la germana.

─No puedo estar tranquilo sabiendo que Günter la pudo haber atacado.

─¿Cómo dijiste que él atacaba a las personas?

─Generalmente les suele arrojar rocas, pero a Erika la persiguió con la cuchilla...

Ichika se angustia un montón al pensar en lo peor que le podría haber pasado a su amiga, y rompe en llanto, en el hombro del gigante.

─¡Erikaaaaa!

─No llores, por favor. Todo va a estar bien.

Entonces logran oír sirenas de policía a lo lejos, cerca de la casa de Liesel. Probablemente estén ahí donde están ellos muy pronto.

─Sí, vengan aquí lo antes posible y llévense a Günter lo más lejos que puedan. Juro que si le hizo algo a mi Erika...

─¿Le dijiste "mi"?─ le pregunta la nipona con emoción.

─¡Uy, lo dije en voz alta!─ se ruboriza.

─¡Entonces te gusta Erika-sempai!

─S-sí─ confiesa.

─¡La amas! ¡La amas! ¡Estás enamorado!─ exclama como si estuviera entonando una canción.

─Ya, Ichika, ya...

─¡MÜLLER!─ esa voz hace que les regrese el alma al cuerpo a los dos.

Erika aparece entre los árboles, sana y salva.

─¡ERIKA!─ una enorme sonrisa se dibuja en el rostro del alemán.

─¡ERIKA-CHAN!─ la japonesa salta de los brazos de su amigo y se funde en un abrazo con Erika.

─¡Ichika-chan, ¿estás bien?!─ la abraza fuertemente.

─¡Tuve mucho miedo!─ comienza a llorar en el pecho de la rubia.

─Fuimos unos idiotas al jugar a las escondidas en el bosque sabiendo el peligro que corríamos por culpa de Günter. Lo siento.

─Oye─ Deuter la interrumpe─, ¿qué pasó con él?

─Perdón por decir estas palabras en frente de ti, Ichika, pero ¡es un hijo de puta! Me siguió con una cuchilla manchada de, no sé si eso era sangre, pero era muy aterrador, en una me caí y me raspé las rodillas. Por poco y me da un esguince de tobillo. Y por si fuera poco Günter dijo que no me iba a perdonar por haberle roto las ventanas de la casa, lo más probable es que me haya querido cortar un brazo o una pierna.

Los dos cambian su cara a una de shock.

─Pero logré escapar de él porque le arrojé una piedra a sus genitales, le lancé la cuchilla lo más lejos posible, y corrí lo más rápido que pude. Aclaro que aún me duelen las piernas por la caída...

Deuter le da un abrazo fuerte.

─¡Perdón por haberte hecho pasar por eso! ¡Realmente eres muy valiente, Erika!

─No pidas disculpas, Deuter. Tenía que hacerlo para rescatar a mi amiga. Además, haría cualquier cosa por ti.

Ambos se sonríen mutuamente con mucha ternura. Siempre van a encontrar paz y tranquilidad en los ojos del otro.

─Beso, beso, beso─ canturrea la nipona.

─Ya, enana, no nos molestes.

Erika se ríe levemente, cuando de repente el patrullero de policía llega al lugar. Los tres se habían olvidado de que hace poco rato escucharon las sirenas.

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𝗘𝗟 𝗠𝗢𝗡𝗦𝗧𝗥𝗨𝗢 𝗗𝗘 𝗥𝗘𝗡𝗔𝗡𝗜𝗔 ཻུ۪۪ capitán tsubasa ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora