En el rincón silente de la vida, donde las sombras se entrelazan, allí residen almas altruistas, que dan sin medida, sin tasa.
Sus corazones, como faros en la niebla, iluminan los caminos de otros, mientras sus propios anhelos y sueños, se desvanecen en el viento, dispersos.
Son los tejedores de afectos invisibles, los arquitectos de puentes de amor, que cruzan abismos de soledad y tristeza, con hilos de compasión y candor.
Sus risas son ecos de alegría compartida, sus lágrimas, gotas de empatía sincera, y aunque sus propias heridas sangren, siguen curando las de aquellos que quieren.
En sus ojos brillan estrellas apagadas, que han renunciado a su propio brillo, pero su luz se refleja en los demás, como un regalo eterno, sin cese ni quiebro.
Así, en la danza de la vida y el tiempo, estas almas nobles persisten y luchan, sin pedir recompensa ni reconocimiento, porque su mayor felicidad es amar y ser amadas
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𝐑𝐞𝐟𝐥𝐞𝐣𝐨𝐬 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐒𝐢𝐥𝐞𝐧𝐜𝐢𝐨
PoetryPara a todas esas personitas que tanto como yo pueden llegar a sentirse así