La danza de la lluvia, la felicidad se despierta, como hojas que giran al compás del viento. Gotas danzantes, risueñas y libres, tejen un manto de alegría en el firmamento.
El viento susurra secretos de dicha, rozando las mejillas con su caricia. Y bajo el cielo lluvioso, los corazones se aligeran, como si la naturaleza misma nos invitara a la danza.
Así, en este instante efímero, somos uno con la lluvia, con el viento, con la felicidad que nos envuelve. Y en cada gota que cae, en cada paso que damos, se celebra la danza eterna de la vida.
ESTÁS LEYENDO
𝐑𝐞𝐟𝐥𝐞𝐣𝐨𝐬 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐒𝐢𝐥𝐞𝐧𝐜𝐢𝐨
PoetryPara a todas esas personitas que tanto como yo pueden llegar a sentirse así