En la quietud de la noche estrellada, un artista se sumerge en su creación. Brochas danzan sobre el lienzo, pintando la luna en su plenitud.
La paleta se llena de tonos plateados, mientras la tinta se mezcla con sueños. El artista, con ojos brillantes, teje la luz de la luna en su tela.
Cada trazo es un suspiro de magia, cada pincelada, un verso de esperanza. La luna sonríe desde el lienzo, y el mundo se detiene en admiración.
Así, en la quietud de la noche, el artista crea un universo propio. La luna, su confidente silente, brilla en su obra, eterna y serena.
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𝐑𝐞𝐟𝐥𝐞𝐣𝐨𝐬 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐒𝐢𝐥𝐞𝐧𝐜𝐢𝐨
PoetryPara a todas esas personitas que tanto como yo pueden llegar a sentirse así
