Su encanto tan sencillo. Segunda parte. (Fanfic Marina)

¿Querer confiar es suficiente?

Chic@s siento haber tardado tanto en actualizar, pero estoy entre varios proyectos y es complicado poder dedicar tiempo a todos. Les dejo que disfruten del cap. Muchos besos.

¿Qué se necesita para volver a confiar? ¿Vuelve la confianza con el tiempo? ¿Hace falta ver acciones en el otro? Aunque quieras fiarte de esa persona, siempre hay una voz dentro de ti recordándote que si ya te decepcionaste anteriormente puede volver a pasar. ¿Querer confiar es suficiente?

Maya vuelve al trabajo y vuelve a refugiarse en él para no tener que pensar en los problemas de su relación. Es más fácil escapar de ellos y luchar contra el fuego, para eso si se ve preparada. Pero dejar pasar el tiempo, no actuar también es una decisión y una que por supuesto también trae consecuencias. Recuerda las palabras de Andy sobre qué Carina podría encontrar a alguien más, pero sigue anclada, incapaz de reaccionar. Tiempo. Se deja autoengañar de que eso es lo que necesita, pero para confiar es necesario entregarse al vacío. Un salto de fé. ¿Y puede dar un salto de fé cuando no cree? Amar nunca fue suficiente en ninguna relación. Ella lo sabe, es lo que le pasó con su pareja anterior. ¿Está dañada?¿Es ella realmente el problema?

Su móvil suena, es el tono de llamada de Carina. Frunce el ceño. No esperaba su llamada. Suspira antes de cogerlo.

–Hola –saluda Maya tratando de sonar lo más ligera que pueda.

–¿Te pillo bien? –pregunta en un susurro.

–Sí, dime estoy por salir del trabajo.

–Perfecto. Bueno...pensé...que quizás te gustaría ir a tomar un café

Maya nota el nerviosismo en la voz de Carina, pero no dice nada. En otras circunstancias le daría ternura, pero ahora solo le crea molestia porque Carina está nerviosa por las circunstancias que se han dado y estas se han dado gracias a su mujer.

–No sé. Estoy un poco estresada con el trabajo y...

–Por eso mismo. Te vendrá bien desconectar un poco –dice tratando de convencer a Maya–. Andy va a salir con nuestro hijo así que pensé que sería perfecto para poder quedar a solas.

–Está bien –dice Maya sin estar convencida.

Un salto de fé ¿no?

–¿Te recojo a las cinco? –pregunta Carina.

–No, mejor dime donde nos encontramos.

–Está bien, si quieres te envío la dirección por mensaje. Es un sitio nuevo donde he estado yendo.

–Me parece. Bueno, hasta después.

–Chao y gracias Maya –dice Carina antes de colgar.

Llega a su casa agitada, está nerviosa. No quiere ir, pero seguir postergando la situación solo va a empeorarlo. No tiene ganas de hablar con ella porque aún sigue dolida y cuando está dolida ataca. Va hasta el mueble de las bebidas y toma un chupito de tequila. Lo tiene ahí para cuando viene su prima ya que es lo único que bebe. Decide vestirse y prepararse antes de darle más vueltas al asunto. No va a solucionar nada, así que para qué perder el tiempo tratando de analizar una situación que no ha pasado. Abre su armario y sus ojos caen en la ropa que aún queda de Carina, la toca y termina acercando su nariz para oler su aroma. La echa de menos, no lo puede evitar. Desearía que todo fuera tan fácil como poder formatear su memoria, pero no es una opción. Se aleja de las prendas tan rápido como recuerda lo doloroso que fue verla irse. Mira entonces entre su ropa indecisa sobre qué ponerse, no quiere esforzarse en su vestimenta para que no piense que lo hace por ella, pero tampoco quiere ir tan casual como para que la morena piense que no le importa nada. Tras probar varias prendas, se decide por una blusa de botones con escote, pero sencillo. Se pone un pantalón vaquero pegado y unos zapatos cómodos para ir en la moto. Se deja el pelo suelto y únicamente se pone una capa ligera de base de maquillaje para tratar de tapar las ojeras. Se mira en el espejo antes de salir, y se siente contenta con el final.