Fuimos a casa de mi prima y Victoria para preparar ropa para ella y las cosas que necesitaban ya que habíamos acordado que nosotras les llevaríamos lo necesario para que no se retrasaran cogiéndolo todo. Nos habían explicado millones de veces donde dejaría las maletas que tendríamos que coger. Era obvio que eran primerizas.
Cogí las llaves que mi prima me había entregado y abrí. Carina iba detrás de mi cogiendo a Andrew con las dos manos para que caminara. Hacía poco había empezado a andar con ayuda de nosotras. Y no exagero si pienso que mi hijo esta obsesionado con Carina. Lo bueno es que pronto se adaptaría a ir él solo. Lo malo que no se cuando de positivo que sea que adquiriera un poco de independencia.
- ¡Tata! - exclamó y al ver que no aparecía ni Vic ni mi prima, que era a quienes llamaba así, miró con ojos un poco llorosos. - ¿Tata?
- ¿Recuerdas que te dije que Tata Andy va a traer al mundo a tu primito?, ¿y si vamos a verlo? - le pregunté para refrescarle lo que le habíamos comentado.
Él asintió.
- Por eso Tata no está aquí. Está en el hospital.
- ¿Hospital?- preguntó asustado, ya que relacionaba el hospital con estar enfermo.
Yo lo cogí y le di un beso en la cabeza. Me giré para que viera a Carina.
- ¿Qué hace mami en el hospital?
- Bebés. - dijo sonriendo.
Nosotras reímos, ya que teníamos cierta creencia de que textualmente creía lo que le decíamos. Que mami hacia bebes, quizás en su imaginación vería a Carina con herramientas, fabricándolos.
- Pues Tata Andy está allí para que nazca tu primito, no porque esté enferma. - dijo Carina dándole un meso en su manita.
- Mami. - dijo señalando a Carina. - Tú hace hermanito para mí. - dijo provocando una sonrisa en ella.
- Mamá no me deja. - susurró Carina mirándome.
Veía la ilusión en su cara de que Andrew quisiera un hermano
- "No utilices a Andrew para esto, ¿cómo se te ocurre decirle eso?, ¿quieres que se enfade conmigo?" - dije en español ya que aún no habíamos empezado a enseñarle otros idiomas.
Carina ya dominaba perfectamente el español, tenía cierto conocimiento previamente y con el paso del tiempo lo mejoró bastante durante nuestra relación. Yo, en cambio, todavía se me resistía el italiano. Puedo tener una conversación meramente normal en italiano pero no con la fluidez que quisiera. Habíamos decidido esperar a que Andrew tuviera cuatro años para empezar a enseñarle nuestros idiomas. Yo hablaría con el en español y Carina en italiano.
- "Bella, solo era una broma". - dijo mirándome seria.
- Mami, hermanito. - dijo Andrew.
- Cariño, eso lo tenemos que decidir mami y yo.- dije intentando que entendiera.
- ¡No!, ¡hermanito!- gritó empezando su berrinche. - ¡Suelta! - me gritó moviéndose para que lo dejara en el suelo.
- "Genial". - dije mirando a Carina. -"Ya conseguiste lo que querías. Ahora te encargas tú de quitarle el berrinche."- dije yéndome a buscar al dormitorio de mi prima lo que necesitaba.
El camino en el coche fue horrible, pues Andrew no dejaba de llorar. Mientras mi hijo no dejaba de hacer ruido, entre nosotras no dejaba de reinar el silencio. Carina era tan insistente que a veces no era consciente de la presión que podía meterme.
Lo más que me molestaba era que metiera a nuestro hijo en la discusión. Antes de nacer él, habíamos hablado sobre su educación, sobre cómo lo criaríamos. Y decidimos que nunca pondríamos en medio a nuestro hijo en un conflicto y menos discutir delante de él.
Poco a poco Andrew dejó de llorar y se durmió. Estaba segura que parte de su enfado venía de que estaba irritado ya que no se había tomado su siesta. Respiré hondo disfrutando del silencio.
- Lo siento. - susurró. - Sé que no debería haberle dicho nada a Andrew.
- No puedes meter a Andrew en eso. Es una decisión de las dos y siempre hemos estado de acuerdo en que si tuviéramos conflictos sobre alguna decisión, la debatiríamos entre nosotras y cuando tomemos la decisión oportuna apoyaríamos la postura nos guste o no.
- Lo sé. Tienes razón, lo siento. Respetaré el tiempo que necesites para pensarlo. Sólo ten en cuenta que ya no tenemos la edad que teníamos y si queremos tener más hijos tiene que ser pronto o nunca. - dijo Carina. - Pero esperaré el tiempo que necesites.- dijo poniendo su mano en mi muslo.
- Gracias.- dije.
Apagué el coche en el estacionamiento del hospital y bajamos intentando hacer el menor ruido posible para no despertar a Andrew. Carina lo cogió en sus brazos provocando que él se quejara un poco pero al segundo siguió durmiendo.
- Sin duda sacó eso de ti. - Le dije a Carina.
- Obvio. Tú no sabes lo que es dormir más de siete horas seguida.
- No es necesario.- le respondí sin comprender cómo podía pegarse tantas horas durmiendo.
- Yo nunca he dicho que sea por necesidad, es simplemente por gusto.- dijo Carina.
- Yo hago por gusto otras acciones. - dije levantando las cejas.
- Ese es el top de los gustos.- dijo ella guiñándome un ojo y acercándose a mi para darme un beso. - ¿Llevamos al bambino a la guardería del hospital para que pueda descansar y luego vamos a ver a tu prima? - me preguntó.
- Sí, claro.- le dije siguiéndola hasta la guardería.
Cuando llegamos allí, los cuidadores nos saludaron llamándonos por nuestros nombres, ya que solíamos utilizar el servicio cuando Carina y yo trabajábamos.
- Oh, pero si está durmiendo el pequeño Andrew.- susurró María.
Ella era la cuidadores favorita de Andrew y lo cierto es que la nuestra también.
- Si se despierta antes de que vengamos, llámanos por favor.- le dije a María mientras Carina acostaba a Andrew en una de las camitas.
- Vamos a ver como esta Andy.- dijo Carina acercándose a mi.
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Estábamos llegando a la habitación donde estaba mi prima cuando escuchamos unos gritos.
- "¿Por qué?, ¿en qué momento pensé que esto era buena idea?" - gritó en español Andy.
Carina y yo nos miramos sorprendidas, ya que no pensaba que Andy fuera a perder la paciencia tan rápido. Al entrar vimos a Andy sentada en la cama de la habitación del hospital con los ojos cerrados fuertemente; y a Vic al lado de ella frotándole el hombro pero con cara de miedo.
- Hola chicas.- dijo Carina sonriendo.
- Hola.- dijo Andy. - Te odio. ¿Por qué no me dijiste que esto era así de horrible? - le preguntó mirándola mal.
- Porque cuando tengas a mi sobrina entre tus brazos se te va a olvidar todo el sufrimiento. - dijo Carina sonriendo. - Por lo menos durante una hora o dos.- susurró hacia mí sonriendo.
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Su encanto tan sencillo. Segunda parte. (Fanfic Marina)
Hayran KurguSi no has leído Su encanto tan sencillo no lo leas ya que esta es la segunda parte de esa historia.