Por lo menos lo intentaría

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Hola :) ¿Cómo están? Espero que les guste cómo se esta desarrollando la historia. En estos días volveré a actualizar. Disfrutad de la lectura y comentarme que me gusta leer vuestras opiniones. Pronto también saldrá mi nuevo libro. Espero vuestro apoyo y que lo leáis. Os pondré donde conseguirlo. Os adelanto que erótico y ese tipo de amor adictivo.

Muchos besos y gracias por leerme. QUEDA NADA PARA QUE EMPIECE LA NUEVA TEMPORADA. ¿ESTÁIS IGUAL DE EMOCIONADA QUE YO?



Maya comienza a entender la expresión de que "La casa se te echa encima" tras una semana después de estar de baja. Su hogar ya no es lo que era: no le recibe el olor de la comida italiana, los abrazos a sus piernas de su hijo, el sonido de las risas.

Se toma una copa de vino tinto, el favorito de Carina, contempla el techo de su salón desde la alfombra. Allí tumbada recuerda las súplicas de Carina para que no diera por terminada su relación. Resuenan en ella al igual que el dolor de su todavía mujer cuando le pidió que terminara con la maleta y se fuera.

¿Qué sigue ahora? ¿Contratar a un abogado para el divorcio y la custodia de su hijo? ¿Es muy pronto?

El timbre suena sacándola de ese embrollo de ideas. Camina hasta la puerta. Lo hace en un zig zag muy vago ya que lleva bebida casi toda la botella de vino. Abre sin siquiera mirar quién es. Tras hacerlo con la misma intensidad que abre trata de cerrar, pero la persona que hay allí no se lo permite.

–¿Me ibas a cerrar la puerta en la maldita cara? –pregunta cabreada mientras entra sin importarle que no sea bienvenida.

Maya se da la vuelta sin contestarle y va hasta el armario de las bebidas para abrir otra botella para poder soportar el sermón que le viene encima.

–Te invitaría, pero dándole el pecho a la niña sé que no puedes –comenta sirviendo otra copa.

–¿Esto es lo que va hacer ahora tu vida? –le pregunta Andy con el ceño fruncido.

–Parece que sí –dice Maya sentándose en el sillón. Cruza las piernas y la mira con su cara de póker, esa expresión que es casi imposible de romper sino fuera Andy ya que ha vivido con esa pose durante toda su vida.

–¿Eres consciente de verdad a lo que estás renunciando si sigues en esta estúpida idea? Carina es lista, hermosa, cariñosa...

–Vete al grano –escupe Maya.

–No tardará en aparecer alguien que se interese.

Maya asiente, se bebe toda la copa y se levanta para rellenarla antes de contestar. Andy llega hasta donde está, le sujeta manos para que no lo haga. La abraza desde atrás y le susurra en el oído.

–Sé que es tu miedo el que habla. Estuve ahí cuando tus padres murieron, sé cómo actúas ante la pérdida o el abandono. Sé que Carina se equivocó, ¿pero de verdad no estás dispuestas a que ella enmiende su error?

–Mi fe en ella era absoluta –murmura. Se da la vuelta para ver a su prima a los ojos–. Ahora eres madre, dime, ¿qué sentirías si Victoria se llevará a tu hija? ¿Podrías confiar otra vez en ella?

Andy permanece callada, se miran a los ojos, solo se percibe el ruido de sus respiraciones. La morena comprende lo que siente Maya. No puede decirle que sí podría creer en su mujer si lo hiciera. Cuando tienes un hijo, dejas de ser el protagonista de tu propia vida. Entiende el dolor que tuvo que haber sentido cuando Carina se lo llevó y no le dio señales de vida hasta el día siguiente. Pero también comprende el miedo de Carina, el terror de perder al amor de su vida. Son dos perspectivas de una misma realidad. Las dos con sus aciertos y errores, aún así, ha visto durante años el amor que se tienen. Un amor que con el tiempo se volvió más maduro.

–Por lo menos lo intentaría. Le permitiría luchar por mi confianza otra vez.

Maya deja el vino y se sienta en el sofá. Hunde su cabeza entre sus manos y empieza a soltar el mar de lágrimas que hace días debería haber liberado.

Su encanto tan sencillo. Segunda parte. (Fanfic Marina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora