CAPITULO XII

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Después de sus confesiones, Jungkook y Tae se quedaron un rato mas dándose pequeños besos, sin pensar en nada mas, hasta que Jungkook le sugirió que se quedara a cenar.

A Tae le basto tan solo unos segundos el mirarle a esos ojos tan grandes como brillantes, para darse cuenta de que estaba esperando su respuesta con toda la expectación del mundo, así que Taehyung simplemente asintió una sola vez con la cabeza.

Así que ahí estaba él sentado sobre la encimera de la cocina, después de que el dueño de la casa lo hubiera alzado para sentarle allí como si no pesara nada, mientras él sacaba un tupper cerrado que contenía unas tiras de ternera marinada con las que iba a hacer un buen plato de Bulgogi o al menos eso es lo que le había explicado mientras se dirigían a la cocina.

Taehyung mas que encantado, ni siquiera se planteo que no fuese a si y mas cuando vio la destreza con la que se desenvolvía en la cocina, recordando lo que una vez le había dicho la señora Jwa sobre lo mucho que le gustaba ese lugar al dueño de la casa.

Mientras veía Jungkook encender la plancha para que se fuese calentando, Tae se relamió los labios, pues todo había sucedido tan rápido que Taehyung no le había dado tiempo de pensar en nada de lo que había hecho, ahora era un poco tarde para ello y quizás por primera vez en su vida, viendo como Jungkook no dejaba de darle suaves y rápidas miradas mientras iba y venia enjuagando el arroz para ponerlo a hervir en la arrocera, como si quisiera asegurarse de que sentado allí estaba bien o tal vez lo hacia para asegurarse de que no se arrepentía de estar allí y no salia corriendo, es que creía que no iba a meditar nada y simplemente se iba a dejar llevar pues mientras le miraba también se estaba dando cuenta de lo mucho que le gustaba.

-Te gusta cocinar? -le pregunto viendo como una vez dejado preparado el arroz estaba sacando otro tupper que parecía estar lleno de kimchi, Jungkook levanto los hombros.

-Si supongo que si -medito dejando el tupper a un lado para después mirarle de nuevo antes de hablar – cocinas?

Y al escucharle Taehyung le miro haciendo pucheros.

-Digamos que no se me da muy bien, intento ponerle el máximo de interés, pero no es que sea muy bueno -le dijo siendo todo lo sincero del mundo. Jungkook sonrió encogiendo ligeramente la nariz, negando con la cabeza, mientras acercaba una de sus manos para calcular el calor de la plancha, pareciendole que debía de estar ya lo suficientemente caliente con unas pinzas empezó a poner tiras de carne que inmediatamente empezaron a chisporrear.

-Siento haberte sacado de esa manera tan brusca de la universidad... -susurro Jungkook sin mas, sin apartar la mirada de la plancha y Taehyung que estaba balanceando sus piernas, las paro en seco.

-Me asuste un poco -le contesto volviendo a hacer un suave puchero y Jungkook hizo un gesto de desagrado al escucharle, por lo que termino de llenar la plancha de tiras de carne y dejo las pinzas a un lado para ladearse hacia él y dar el par de pasos que necesitaba para acercarse. Cuando lo hizo, llevo una de sus manos hasta su cabello y se lo aparto pasándolo por detrás de una de sus orejas sin dejar de mirarle a los ojos.

-Hace tiempo decidí que por mucho que se empeñaran algunos no iba a volver a revivir el pasado, odio demasiado a la gente que se empeña en seguir hablando de el, sin saber que paso o dejo de pasar y como se por experiencia lo que pueden hacer las lenguas ligeras, estaba aterrorizado de lo que podían decirte -le dijo con ese tono suave que le hacia casi dejar de respirar y escucharle como si no hubiera nadie mas, pero aun así cuando fue a abrir la boca para contestarle, Jungkook negó con la cabeza llevando uno de sus dedos hasta sus labios para acariciarle el inferior con toda la delicadeza del mundo aprovechando para volver a hablar – si vas a seguir mintiéndome... es mejor que no digas nada, lo se Taehyung... se que te han hablado de mi, lo se, lo puedo ver en tus ojos y a pesar de que no quiero saberlo no debí de decirte esas cosas, cuando es evidente que tú no eres el enemigo.

ANGEL FACEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora