siete, fuego azul

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FUEGO AZUL

FUEGO AZUL

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— Es como si fueran mimados. — Anjela estaba claramente algo molesta con el hecho de que Hogwarts sea mucho más interesante que Durmstrang y no parecía ser la única, Diana podía ver esa mirada en la mayoría de sus compañeros pero ella tenía una idea bastante distinta al respecto del colegio.

Ella estaba maravillada, sin duda alguna, jamás había estado tan cómoda en un lugar como en aquel. Hogwarts era, sin ninguna duda, parecido a un hogar.

Cálido, grande y hasta los profesores parecían amables.

— Pareces demasiado feliz. — Vassil hizo que Diana se girará a verlo por aquella afirmación.

— Creo que Hogwarts es bastante genial. — admitió ella cuando estaban sentados y los profesores empezaban a sentarse en la mesa del frente que daba perfectamente a las cuatro mesas donde se repartían el resto de los alumnos cada uno con un color característico pero Diana no pudo ver más de lo que quería cuando el director del colegio en donde estaban empezó a hablar.

Buenas noches, damas, caballeros, fantasmas y, muy especialmente, buenas noches a nuestros queridos huéspedes. —dijo Dumbledore, dirigiendo una sonrisa a los estudiantes extranjeros haciendo que Diana pudiera sonreír aún más cómoda era casi imposible sentirse tan cálida por estar en un lugar.

— Es irritante lo amable que es. — gruño Anjela todo el tiempo hablando en Búlgaro, en ningún momento había querido hablar en inglés más cuando estaban rodeados por gente que hablaba solamente en inglés.

— Sigo pensando que es bastante genial. — Diana se apoyó contra el hombro de Viktor que estaba sentado recto mirando fijamente al director sin realmente no querer hablar después de todo cualquier movimiento que él hiciera solo podría hacer que el chico que estaba a su lado, con cabello platinado, intente hablar con él.

Es para mi un placer darles la bienvenida a Hogwarts. Deseo que vuestra estancia aquí les resulte al mismo tiempo confortable y placentera, y confío en que así sea. El torneo quedará oficialmente abierto al final del banquete — explicó Dumbledore —. ¡Ahora os invito a todos a comer, a beber y a disfrutar como si estuvierais en vuestra casa!

Antes de que Vassil o Anjela pudieran decir que no había comida en la mesa los platos dorados se llenaron de comida, bastante variada la verdad, y no tenía nada que ver con los pescados haciendo que Diana se sentara de mejor manera y sonriera casi de manera brillante, era perfecto, había platos tradicionales que su madre cocinaba en las navidades.

— Esto es malditamente injusto. — Anjela suspiro mientras se servía un buen pedazo de carne asada que se veía bastante jugosa, la salsa roja de tomates y picantes Búlgaros brillaba en un pequeño plato que ella reclamó como suyo. — ¿Cómo puede ser que esto sea tan injusto? ¿Quién cocina todo esto?

LEVITATE IN LOVE, viktor krumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora