F / Me arruinas la mente, pero traes mi cuerpo de vuelta a la vida
Y no sé qué haría sin ti ahora
Me mantienes vivo desde la última vez
De una prisión de una vida pasada
En una misión solo para sentirme como
Cuando me besaste por última vez
Portada...
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Pasando sus dedos por el cabello sedoso de Diana el muchacho estaba nervioso, su cabeza estaba pegada a su pecho oculta en la larga capa que lo rodeaba.
Después de que los encerraran a los doce elegidos para ir a Hogwarts Diana se había apoyado en Viktor que la mantenía entre las telas de su pesada capa y ella terminó totalmente dormida después del chocolate caliente de desayuno junto a las galletas de vainilla, totalmente noqueada.
Vassil también se estaba apoyando en Viktor pero en su espalda, chocando ambas espaldas, ambos manteniendo a las dos chicas del grupo dormidas en sus pechos.
—¿Cuanto dijo el director Karkarov que tardaría el viaje?
—Ocho horas. —Susurro Vassil bajando su libro de Romeo y Julieta, gracias al cielo que los magos no sabían lo suficiente de muggles como para reconocer la obra. —¿Porque?
—Preguntó. —Viktor pasaba sus dedos enguantados por el cabello de Diana que se removió un poco para estar más cerca.
Su vista sería miraba a los doce elegidos, él tenía que decir que varios de ellos no se los extrañaba verlos, en su mayoría los conocía a todos después de tanto tiempo de estar encerrado en el colegio y ser uno de los mejores, además de que al saltar a la fama de repente todos lo conocían.
Aún estaba nervioso por todo lo que podía ocurrir, sabía que sus padres se presentarán a las pruebas si el salía elegido, se lo habían dicho por cartas y había aclarado que estarían orgullosos pase lo que pase.
La simple idea de que ellos pudieran pensar que en ellos habían pensado en todas la posibilidades y no se habían retractado de pensar que su hijo podía morir le daba náuseas. Debía ser una de las razones por las que agradece conocer a Diana, la cual estaba tan mortificada con la idea de que él sea elegido que hasta ella misma fue para ver si podía detener cualquier mal.
Había tanto por lo que estaba agradecido con Diana, desde el momento que la conoció su vida centrada en el Quidditch y los estudios se extendió a las obras de arte que a ella le gusta ver, a los paseos en el bosque en busca de cualquier animal fantástico que se quisiera acercar para saludar o, también, escuchar largas horas de música que ella tocaba con su violín.
Ella había abierto un camino que él ignoraba.
El arte, el alma de las obras, la idea de protección a animales que lo merecían.
Hasta la compasión.
— ¿Alguna vez leiste Romeo y Julieta? — Canturreo Vassil después de unos largos minutos de silencio, Viktor miro a un costado aun apoyándose en Vassil como él se apoyaba en su espalda.
—A Diana le gusta recitar algunas frases, se algunas de las que más me gustan como “Es casi ley, que los amores eternos son los más breves”
— Me sorprende que recordarás algo así ¿Te sientes representado? — La voz pesada y medio dormida de Anjela se escuchó en el aire, como si se riera hasta medio dormida, burlándose de Viktor hasta el confín de su propia conciencia.
