tres, preocupación

326 50 5
                                    

PREOCUPACIÓN

—¿Vestido de gala? —Se preguntó casi espantada ante lo que la carta que le había traído el águila dorada del colegio Durmstrang

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—¿Vestido de gala? —Se preguntó casi espantada ante lo que la carta que le había traído el águila dorada del colegio Durmstrang. Diana estaba sorprendida, jamás en su vida Durmstrang le había pedido algo tan extraño como aquello.

¡Ni siquiera celebraban Navidad o Halloween!

Ella sabía que tampoco era normal ya que a los últimos años jamás les hacían algún tipo de celebración o algo así, era completamente nuevo, leyó varias veces la carta donde estaban anotados los libros, las cosas y alguna que otra arma blanca que tenían que llevar aquel curso.

—¿Que dijiste querida? —Susurro su madre desde la otra punta de la sala, mirando a su hija que aún estaba mirando pasmada la carta negra. —Oh, es del colegio ¿Piden algo nuevo?

Diana giró sus ojos a su madre que en aquel momento era la única que estaba en la gran sala de su casa en las afueras de Bulgaria, una mansión grande como para ocupar a más de treinta personas y extrañamente escalofriante si la miras desde afuera.

—Oh, bueno… —Diana se tomó unos segundos, toda su familia había ido a Durmstrang, desde su bisabuela hasta ahora con las gemelas que estaban en cuarto año. —Uhm, me pidieron un vestido de gala.

Ante lo dicho Demetria se giró a su hija claramente con el rostro pasmado, se acercó a pasos rápidos dejando la limpieza que estaba haciendo en aquel momento y agarró la carta que le tendía su hija.

Leyó rápidamente hasta llegar a la parte de “Ocasiones especiales" que jamás era llenada.

—Se le pide a los alumnos que traigan una vestimenta de gala para una ocasión especial que se celebrará en el colegio, con preferencia entre rojo o negro para mantener la línea del colegio—Leyó la rubia con voz extrañada mientras Diana le daba de comer a la gran águila dorada que brillaba con el sol. —A las gemelas no le pusieron esto.

—¿Crees que implementarán alguna fiesta de despedida?

—¿En Durmstrang? Para nada cariño, esto debe ser algo más. —Demetria que le acercó la carta y Diana la agarró con ojos curiosos. —Está bien, tenemos que buscar uno que calce perfecto en ti, podemos ir a alguna tienda… ¡Oh! La señora Kicillof hace esos hermosos vestidos a medida, si nos acercamos podemos conseguir uno que te guste.

A pesar de que Diana aún se sentía extrañada su madre ya parecía haberlo aceptado y hasta estaba emocionada, arrastró a su hija por la casa en busca de su bolso mientras le decía que tipos de vestidos podría conseguir.

Diana realmente no le gustaban los vestidos pero su madre parecía tan emocionada por ver a su hija con un vestido que hasta se sintió ella misma emocionada, después de dejar una nota en la sala para el resto de la familia Diana y Demetria ya estaban en camino.

La señora Kicillof era una viuda que vivía con sus dos hijas ya mayores y sus tres nietos, Diana tenía un cierto odio a la nieta mayor, Felicia, que también iba a Durmstrang y a él mismo curso que lo morocha.

LEVITATE IN LOVE, viktor krumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora