Me desperté bruscamente por alguien golpeando mi puerta. Mis ojos se abrieron perezosamente y tardé unos segundos para darme cuenta de lo que estaba pasando. Acostada en el sofá, me sequé un poco de saliva cayéndose de mi boca. Asqueroso, me dije a mí misma, pero no podría importarme menos en este punto. En lo primero que me centré fue en una de las botellas de cerveza en la mesa de café en frente de mí. Tomé un buen trago de la bebida por completo antes que golpes continuaran. "Mierda", murmuré y me levanté de mala gana. Arrastrando los pies hacia la puerta principal, abrí y vi a Loren y Joan como responsables del ruido. Sin una decir una palabra, me di vuelta otra vez y me dirigí de nuevo al sofá que había sido mi 'hogar' por las últimas dos semanas.
-Hey, me alegro de verte también, Rosé.- dijo Loren lleno de ironía cuando me había seguido hasta la sala de estar. --Estoy muy bien, gracias por preguntar.
-¿Qué quieres?.-le pregunté conmovedoramente mientras mis amigos más cercanos se sentaron conmigo.
-Esto es una intervención, ok.- Joan respondió y rodé mis ojos al instante.
-No has salido de tu departamento en dos semanas. No hay manera de que puedas vivir en base a pizza y cerveza siempre. Tuviste un tiempo para revolcarte, pero ya es hora de levantarse.
-Estoy bien aquí, gracias.- le respondí con indiferencia y tomé la botella de cerveza en frente de mí.
-Eso eso...asqueroso.-regañó, así que tomé un sorbo extra grande.
Incluso Loren sabía todo lo concerniente a Lisa y su abandono hace dos semanas. Cuando la vi irse, estaba atrapada en el modo de negación, arrepentimiento y casi depresión. No podía creer que ella se había ido. La temporada de fútbol había terminado y no tenía nada que hacer excepto que repetir de nuevo ese momento en el aeropuerto una y otra vez en mi cabeza. Ella me dijo que ya era demasiado tarde y el último beso fueron las imágenes vívidas.
-Vamos a ir a ese restaurante al que siempre vas dónde está esa camarera grosera... ¿Cómo se llama?... Ally. Te compraré un desayuno real.- Luis sugirió pero fui superada una vez más por otro recuerdo.
-Ahí es dónde llevé a Lisa y Diana la primera vez que nos encontramos aquí en Boston. Esa es la razón por la que Diana me decía panqueques.- recordé y suspiré en voz alta.
-Lo entendemos, ¿Ok? Tienes el corazón roto y todo te recuerda a Lisa ahora pero eso sólo significa que tienes que hacer nuevos recuerdos.-Joan trató de motivarme.
-Exactamente.- Loren estuvo de acuerdo, por supuesto, y se acercó más a lo que parecía a la emoción.-Hay una fiesta en casa de mi amiga esta noche y hay un montón hermandades de chicas de diferentes universidades. Vamos, Rosie, me dio un codazo y me miró a los ojos lentamente.-Sólo tienes que salir con las chicas como en los viejos tiempos.
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L-75
FanfictionLalisa y Roseanne son dos prometedores talentos futbolísticos del país. Las dos chicas juegan para la selección de la categoría C-17 y su meta es ganar el campeonato del mundo en Costa Rica. Su conexión en el campo es evidente pero.. ¿Qué pasa cuand...