ESTO ES QUERER

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Muzan, con una mezcla de sorpresa y deseo en sus ojos, mantuvo su mirada fija en mí. Durante unos instantes, el tiempo pareció detenerse mientras procesaba mi orden. Finalmente, una sonrisa apenas perceptible curvó sus labios.

-Incluso tus órdenes más difíciles las cumpliré con gusto, Aiko..-Murmuró con una voz suave pero cargada de emoción.-Pero debes saber que iba a besarte incluso sin que lo pidieras.-

Lentamente, Muzan acercó su rostro al mío y mis ojos sin apartarse de los contrarios brillaban mas haciendo que el color ojo se hiciera mas notable en el. Podía sentir el calor de su aliento, y sus labios apenas rozaron los míos antes de que la intensidad de sus sentimientos rompiera el último vestigio de su autocontrol.

El beso fue profundo y lleno de una pasión contenida durante tanto tiempo. Sus labios se movían con urgencia, transmitiendo una mezcla de deseo y desesperación. Podía sentir la intensidad de su amor y su lucha interna en cada movimiento, como si temiera que este momento se desvaneciera si no lo aprovechaba al máximo. Sus manos se deslizaron de mis hombros a mi espalda, sujetándome con una fuerza que reflejaba su deseo de no dejarme ir.

El mundo a nuestro alrededor se desvaneció, dejando solo el latido de nuestros corazones y la conexión entre nuestros labios. Era como si todo el tiempo que había reprimido sus sentimientos hubiera explotado en ese beso, envolviéndonos en una tormenta de emociones.

Cuando finalmente nos separamos, ambos estábamos respirando con dificultad, nuestros rostros aún tan cerca que podía sentir su aliento en mi piel. Sus ojos brillaban con una mezcla de emoción y resignación, como si el beso hubiera sido tanto una bendición como una maldición para él.

-Ahora me iré, tal como me lo has ordenado..-Susurró, su voz temblando ligeramente.-Pero recuerda, siempre estaré esperando tus próximas órdenes, Aiko.-

Con una última mirada intensa, llena de promesas no dichas y emociones contenidas, Muzan se dio la vuelta y desapareció en la oscuridad, dejando tras de sí una sensación de anhelo en el aire, como si una parte de él hubiera quedado conmigo...

-Aiko..¿Estas aca?..-Escuche después de unos golpes en la puerta..-

-E-Ehh, s-si, ¿Chimochi?..-Mi hermano amaba que lo llamara por ese apodo tan singular..-

-Si, Aikky, ¿Puedo pasar?..-Hice un sonido indicándole que podia hacerlo y el abrir la puerta, tenia una mirada de confusión que al verme se convirtió en una de alegría pero al ver el lugar volvió a ser una de confusión..-

-¿Porque tu habitación es mas grande que la mía y con mas cosas que la mia?, no mas bien ¿Donde estamos?, mas bien ¿Donde esta Kibutsuji?..-No sabia si decirle la verdad o hacerme la que no sabia nada, no era tan buena mintiendo pero tal vez el no se de cuenta..-

-No se, solo aparecí acá..Y tampoco se donde estamos ni donde esta Muzan..-El hizo su característico movimiento de cabeza, cuando algo no le parecía, ladeándola un montón a su izquierda mientras se cruza de brazos..-

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La flor azul y los ojos carmín - (Muzan Kibutsuji || KNY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora