too close ; pondphuwin

12.

Oscuridad.

Todo lo que podía ver Phuwin era una profunda oscuridad.

Sabía que estaba consciente, ya que lograba escuchar un par de voces a lo lejos, sin embargo, no era capaz de abrir los ojos o si quiera moverse.

Sentía su cuerpo demasiado pesado, había algo que le impedía moverse, casi podía asemejarse a una parálisis, pero en vez de ser aterrador era más deprimente.

Cientos de pensamientos se arremolinaban en su interior aprovechando la laguna que había en su mente.

¿Qué había pasado? ¿Había sido un sueño?

Phuwin deseaba que así fuera, ya que todo lo que estaba viviendo y sintiendo era tan terrible como para desear que todo fuera parte de la más horrible pesadilla.

Pero no lo era, por más que lo deseara, todo no era más que la realidad, su repentina y deprimente realidad.

Finalmente, después de huir de sus pensamientos intrusivos logró despertar, de inmediato vio lo que parecía ser un doctor, el cual en cuanto lo vio despertar tomó sus signos vitales y esas cosas médicas.

El omega estaba tan cansado que ni siquiera preguntó nada, simplemente se dejó hacer.

Le dolía el corazón, ¿A eso se referían las personas cuando decían que tenían el corazón roto? Porque Phuwin no solo sentía su corazón hecho pedazos, su mente estaba igual, o tal vez peor.

En un momento se perdió en la inconsciencia de su mente aturdida. Y cuando recuperó la noción se vio a sí mismo en otra habitación, recostado sobre una suave cama que olía a la fragancia que solía usar Pond.

Inmediatamente lágrimas inundaron sus ojos. pronto estas resbalaron por sus mejillas mientras el omega se colocaba en posición fetal abrazando fuertemente la almohada del alfa.

—¿Por qué?— se preguntaba mientras apretaba con fuerzas la almohada.

¿Por qué le estaba pasando eso a él? ¿No era suficiente destrozarlo con su divorcio?

Ahora también tenía que lidiar con Pond y sus sentimientos.

Y lo que más odiaba es que el dolor que sentía era mil veces peor que el dolor que experimento cuando Neo terminó su relación. ¿Por qué le dolía tanto pensar en lo destruido que estaba Pond?

Mientras pensaba en eso escucho un estruendo en el piso inferior, algo se había roto.

Preocupado y aún teniendo lágrimas recorriendo sus mejillas decidió bajar esperando encontrar algo más en que enfocarse, algo que le hiciera distraerse y dispersar el dolor que sentía.

Con cuidado, ya que se sentía débil, bajó de la cama, tomando la manta que había sobre ella y colocándola sobre sus hombros para cubrirse, salió de la habitación y bajó lentamente las escaleras, casi al llegar al primer piso notó lo que parecían ser la voz alterada de Pond y otras dos personas.

No pudo evitar notar como el aire de la casa parecía inundado de feromonas de lavanda y pino. Pero también notaba ese extraño olor a café amargo, ese aroma que le hacía sentir un dolor intenso y que no entendía de dónde venía.

Hizo caso omiso a eso en cuanto logró escuchar mejor la conversación distorsionada de la cocina.

—Pond, justo ahora estás muy mal, creo que antes de hablar de esto necesitas descansar y poner en orden tus pensamientos y emociones— decía una voz femenina, voz que Phuwin identificó como Janhae —Es mejor que escuches esto estando completamente tranquilo.

Sin embargo, Pond pareció no responder, en su lugar Phuwin logró escuchar lo que parecía ser un suspiro lleno de angustia, nuevamente ese dolor se instaló en su interior.

Sin embargo, ahora era capaz de notar algo que nunca le había pasado, había algo, casi como una conciencia ajena en su interior que le rogaba y exigía ir junto a Pond para consolarlo.

Había algo interno que le hacía querer correr hasta el alfa para hacerle saber que siempre estaría ahí para él.

—¿Por qué no me lo dicen de una vez?— cuestionó el castaño con voz temblorosa.

—Porque no estamos seguros de nada aún, solo es una teoría y...

De repente esa segunda voz se detuvo, casi como si alguien lo hubiera interrumpido de manera silenciosa.

Delicados y casi silenciosos pasos se dirigieron hasta la entrada de la cocina, de ella salió Janhae, quien no pudo evitar mostrar una expresión llena de sorpresa al ver a Phuwin parado sobre las escaleras.

El omega se veía apenado, pero viéndose descubierto decidió terminar de bajar los escalones que le faltaban.

—¿Ya te sientes mejor?— pregunta la alfa genuinamente preocupada.

Phuwin asiente sintiéndose confundido, pues Janhae había comenzado a liberar sus feromonas, las cuales poco a poco lo hicieron sentirse relajado.

De inmediato una persona que el omega no conocía se acercó hasta el, examinándolo de pies a cabeza.

—Deberías estar descansando— dijo después de concluir que todo parecía estar en su lugar —Por cierto, me llamo Mix, soy el médico de cabecera de Pond.

Otro asentimiento, al no ver a Pond, Phuwin comienza a avanzar hasta la cocina, donde la imagen del alfa con los ojos hinchados y una expresión de culpa lo recibe.

Nuevamente ese dolor intenso invade todo su ser, haciendo que se apresure a abrazar contra sí mismo el cuerpo del alfa en un intento desesperado por sanar el dolor de este.

Dolor que de alguna forma él estaba sintiendo.

Y dolía, dolía mucho más que cualquier otra cosa.