Rotos.
Los recientes acontecimientos los habían dejado completamente rotos, de adentro hacia afuera, mental y físicamente, no había nada de ellos que siguiera de pie, si quiera completo.
Phuwin supo lo dañados que estaban en cuanto vio grandes y cristalinas lágrimas recorrer las mejillas del alfa, en ese momento supo que nada volvería a ser igual, especialmente por la forma en la que su corazón se había destrozado ante tal vista.
Lo peor era que ambos sentían que la relación que tenían, aquella amistad que parecía perfecta e inquebrantable se había derrumbado de una forma tan inesperada que era difícil de asimilar para los dos.
El momento de vulnerabilidad que estaban viviendo era difícil de asimilar estando a solas, especialmente porque Janhae y Mix habían decidido dejarlos a solas en el momento en el que Phuwin había aparecido en las escaleras.
Así que ahora estaban los dos en el comedor, sentados uno frente a otro sin soportar enfrentarse a la mirada del otro.
Un silencio agonizante los rodeaba, y el ánimo en la habitación era tan malo que la tensión casi los ahogaba.
Y aún así ninguno de los dos se atrevía a romper esa tortuosa calma.
Pond tenía la mente en blanco, no sabía que debía pensar o hacer, así que simplemente decidió apagar su cerebro para poder callar esos pensamientos que lo atormentaban.
Por otro lado, Phuwin estaba hecho un lío, se abrazaba a sí mismo bajo la manta que cubría sus hombros mientras miraba nerviosamente a Pond, quien parecía concentrado en contar la cantidad de manchas en el piso.
Janhae había retirado los pedazos rotos de la taza que había caído, sin embargo, no tuvo tiempo de limpiar correctamente el líquido derramado.
Phuwin decidió mirar entonces por la ventana, intentando contar los árboles que se mecían pacíficamente gracias al fino viento que arremolinaba las hojas más débiles.
El omega pensó rápidamente en una metáfora que no dejó escapar y que expresó en voz alta en un intento por romper ese silencio que le lastimaba en lo profundo del corazón.
—¿Sabes?— empezó, ganándose de inmediato la entera atención del alfa —Somos como las hojas de aquel árbol.
Dijo señalando débilmente al árbol al cual se refería, el más cercano a la casa, un arce que debido al otoño tenía una coloración amarillenta en sus hojas.
Pond no preguntó porque, simplemente hizo un gesto inquisitivo que invitó al menor a seguir su monólogo.
—Cuando llega el otoño, estás comienzan a secarse, y con el otoño llega el viento, que cada vez es más fuerte haciéndole más fácil arrancar las hojas de lo que creían era su hogar, su lugar seguro.
El pelinegro continúa, después de haber seleccionado minuciosamente sus palabras, esperando no hacer sentir mucho peor a Pond en lugar de darle el consuelo que tanto busca.
—Finalmente las hojas caerán, dejando un hogar vacío y deprimente, las hojas no ganaron la guerra contra el viento— antes de continuar, Phuwin toma un respiro, mirando fijamente las expresiones en el triste rostro del mayor y sintiéndose mal por ello —Sin embargo, con la llegada de la primavera aquel árbol que quedó desolado volverá a cubrirse por verdes y fuertes hojas.
Pond hace una mueca, parece no entender del todo la comparación, o tal vez simplemente no se siente capaz de comprender lo que el omega intenta comunicar.
—Somos como ese árbol, no importa que tan grande sea el obstáculo que nos haga flaquear, siempre seremos capaces de renacer y hacer las cosas diferentes.
—Phuwin, yo...
El nombrado cubre su boca, indicándole al alfa que no necesita continuar hablando, en su lugar simplemente se levanta de la silla donde estaba descansado y sube hasta la habitación principal, donde espera pacientemente a Pond.
El alfa se sentía confundido, pero estaba más triste, así que simplemente siguiendo su cuerpo decidió subir junto a Phuwin.
Sin mediar palabra alguna, se recostó al lado del omega, quien no dudó en cubrir ambos cuerpos con una manta, enseguida atrajo el cuerpo del mayor hasta el propio, liberando inconscientemente sus feromonas mientras masajeaba suavemente el cabello del alfa.
Las palabras eran innecesarias, en ese momento lo único que ambos anhelaban era la cercanía del otro, todo lo que querían era saber que aún existía una conexión especial entre ambos.
Así que entre suspiros llenos de una irremediable tristeza, ambos se quedaron ahí, esperando sucumbir ante el sueño para olvidar, aunque sea por un momento la cantidad de lágrimas derramadas y el daño infringido al otro.
Solo querían saber que estaban ahí, el uno para el otro, dándose ánimo y calor como en su niñez.
Estaban ahí para recordarse que jamás se dejarían de lado sin importar que, tal y como habían prometido cuando eran unos simples niños inocentes que vivían en un mundo rosa.
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too close ; pondphuwin
Fanfiction¡omegaverse! Donde Pond es un alfa defectuoso y Phuwin un omega divorciado. ᯅ̈♥︎'- pond + phuwin