Capítulo 5

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Mientras ella se encontraba perdida en sus melodías él se quedó perdido en ella...

Le tomó de toda su fuerza de voluntad para salir de ahí y cerrar la puerta sin que ella se diera cuenta.

Fobo se encontraba en la sala, sentado en el sofá, pensativo y distraído, no podía dejar de pensar en la escena que vio, mientras tanto Elvira quien ya había salido de su habitación se lo quedo viendo con gran gratitud, se sentía segura y protegida con él.

Elvira: Fobo – lo llamó, pero él no la escuchó, así que ella se acercó y le tocó el antebrazo a lo cual el reaccionó por instinto, tomándola del brazo sujetándola fuerte, aplicando una maniobra donde ella quedó en tendida en el sofá y él encima de ella.

Elvira: ¡Fobo soy yo Elvira! – exclamó sorprendida, en todos los años que había trabajado para ella, nunca lo había visto así y menos reaccionar de esa manera con ella.

Ella respiraba agitada mientras lo tenia encima de ella y Fobo al darse cuenta de que era Elvira la soltó pero no se levantó, quedando tan cerca que respiraban el mismo aire.

Fobo al darse cuenta como la tenía a su merced, debajo de él en una posición bastante comprometedora y sobre todo al ver el rostro de Elvira le dijo: Lo siento, no era mi intención asustarla.

Elvira: No, no, no estoy asustada, estoy sorprendida.

Fobo: Yo no me di cuenta que era usted, solo reaccioné

Elvira: Ya me di cuenta.

Fobo: Discúlpeme.

Elvira: Esta bien no pasa nada, pero, pero Fobo

Fobo: Si

Elvira: Pesas

Fobo: Ah

Elvira: Me estas aplastando.

Fobo avergonzado se levantó de inmediato – Discúlpeme nuevamente, ¿está bien?

Elvira: Si estoy bien Fobo, gracias.

Ya sentados los dos Fobo no podía sostenerle la mirada a Elvira y la evadía.

Elvira: ¿Sucede algo?

Fobo: No, solo estaba esperándola, ya hice la última ronda y todo está en orden.

Elvira: Gracias Fobo, por haber regresado a la empresa.

Fobo: Yo quise irme y no volver, pero no pude... Siempre regreso a usted.

Elvira: Fobo yo...

Fobo: No se sienta presionada, ¿necesita algo?

Elvira: No

Fobo: Entonces me retiro a mi habitación

Él no dio oportunidad a Elvira que le dijera nada, y salió prácticamente corriendo de ahí porque no sabía si podía seguir controlándose y aguantándose las ganas de besarla. Mientras que Elvira se quedó confundida y hasta cierto punto triste porque pensó que Fobo estaba enojado con ella.

Ya en su cuarto, Fobo no pudo evitar sentirse preso de una mujer que ni si quiera tenía la certeza que lo amara, la incertidumbre de un amor que no es plenamente correspondido era un trago amargo que él probaba todos los días.

Mientras él deseaba besarla, ella lo evadía; mientras él la veía como mujer, ella lo veía con agradecimiento; mientras él deseaba hacerle el amor, ella solo deseaba que él siga siendo su hombre de confianza. 

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Señora hermosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora