¿Qué rayos son esas imágenes? Vienen a mi cabeza como destellos vivaces sin previo aviso. Inundan mi mente de emociones y sentimientos que no son míos, de eso estoy segura. Pasos se acercaban a esta habitación, los escuché a unos metro por el pasillo, venían en esta dirección. No podía ser Aidan, acababa de irse. Rápidamente me levanté del suelo tomando en mis manos la libreta. Miré nerviosa a mi alrededor, no entendí porqué pero no quería que me pillaran husmeando donde no debía. Los pasos se acercaban cada vez más, miré la cama ¿y si me escondo debajo de ella? No, es mala idea no me da tiempo meterme ahí. Visualicé la puerta al lado del espejo ¡El armario! Corrí hasta él, abrí lo más rápido que pude y justo cuando cerré la puerta, alguien entró a la habitación.
{Que no me haya visto}
Dije para mi misma mientras agarraba con fuerza la libreta.
—¡Hey! Aidan, he averiguado algo importante sobre lo que me pediste.....
El gato dejo de hablar cuando notó que no había nadie en el lugar. Escuché su respiración, era serena pero en unos segundos cambió. Se tornó... intrigada. Uno de los beneficios de los oídos agudizados es poder escuchar las respiraciones, saber que significa cada una según el cambio. Pero solo puedo saberlo con seres mágicos no funciona en humanos.
—¿Por qué está todo tan alumbrado? —hubo silencio por unos segundos— Ese olor —estoy segura que elevó su cabeza para poder distinguir mejor el olor —Es parecido al de Thea.
Tapé mi boca con una de mis manos. Me iban a regañar estoy segura, me atraparían. El protector no solo tiene los poderes de luz que le corresponden, él también es un felino por lo cual conserva las virtudes de ese animal aún estando en su figura original ¡Por eso puede olerme! Y por eso me atrapara. Sentí sus pasos acercarse cada vez más en mi dirección. Lento pero seguro. Las luces del armario estaban apagadas y pensé que tendría al menos una esperanza. Supe que no era así cuando las luces se prendieron de repente, el gato debió haber tocado el interruptor.
Mi mente se volvió blanca por un instante y luego lo único que pasó por ella fue: {{Que no te atrapen}}
De nuevo esa voz lejana habló, asumí que mi subconsciente quería ayudarme, entonces cerré mis ojos y esperé ser atrapada como toda chismosa que soy. Abrí mis ojos al escuchar la puerta abrirse, la figura del gato estaba justo delante de mí pero ¿no me ve? Él arrugó su ceño confundido, miró a ambos lados del armario e incluso al techo. Se quedó mirando directamente mis ojos ¡no me veía! No lo entiendo pero no lo hace, no me ve ¿por qué no me ve? Ni idea pero sea lo que sea que haya pasado me salvó de un regaño todo dramático de parte del gato. Él dado por vencido cerró la puerta y apagó las luces. Solo cuando escuché la puerta de la habitación cerrarse y sus pasos a varios metros, salí del armario, corrí en dirección a la puerta llevando conmigo la libreta y apagué todas las luces, tratando de dejar todo en su respectivo lugar excepto por la libreta. La llevo para averiguar que me esta pasando.
Salí de la habitación y corrí a la mía olvidándome completamente de la tableta. Cerré la puerta a mi espalda al estar dentro de mi habitación, mi zona de confort. Tiré la libreta en la cómoda, al instante mi vista se dirigió al espejo. Yo...... no estaba. Literalmente había desaparecido, en segundos mi cuerpo apareció tenuemente como si yo formara parte del entorno de mi habitación o parte del aire...... estaba definitivamente camuflada con el resto de la habitación, no era invisible solo me había camuflado. ¡Ahhhhh! Por eso el gato no me vió, cómo podría si yo no era visible para los ojos. ¿Habré cogido complejo de camaleón? Entonces recordé lo que había dicho el gato. "Estos no serán los únicos poderes que regresen"
Era verdad, no sé cómo pero ahora podía volverme prácticamente invisible solo tengo que encontrar la manera de aprender a controlarlo.
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Más Allá del Tiempo [Libro 1]
FantasíaDebes haber oído las frases "Dale tiempo al tiempo" "El tiempo lo resuelve todo" "Verás que con el tiempo todo se arregla" son mentiras que decimos para no enfrentar la realidad, para no aceptar nuestra responsabilidad. El tiempo no resolverá nada...