Capítulo 7

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Empezaron a surgirme muchas dudas, comenzaba hacerme preguntas para las cuales no tenía una respuesta. Durante estas semanas había evitado pensar en ellas. ¿Por qué me atormentaban esos sueños en los que una persona me incitaba a despertar, a que se refería con eso? ¿Por qué me desmayé al tocar el reloj de Aidan y vino a mi mente esa imagen? ¿Por qué estaban surgiendo poderes que no debería tener? Aquí estaba pasando algo y muchas de esas respuestas las tenía el gato, pero no confiaba en él. Sus continuos silencios cuando le preguntaba sobre estos nuevos poderes, sus evasivas cuando intentaba averiguar qué hacía él aquí, y sus intentos de no relacionarse con nosotros. Casi nunca se convertía en humano, siempre dormía o se largaba para que no le preguntaran alguna cosa. Es verdad, yo no tenía intenciones de averiguar que me pasaba, aunque tenía interés en saber que ocultaba. Él sabe más de mí que yo de él, y eso no es equilibrado ¿verdad?

***

—¡Qué rayos!

Miré desconcertada a Mika, estaba en el pasillo de taquillas me encontraba abriendo la mía para tomar unos libros cuando la escuché acercarse. Agitó delante de mi rostro una pancarta con un letrero demasiado colorido. Decía: ¡Campeonato de Futbol! Jueves 8:00pm ¡Despidámonos de la primavera!

—¿Qué es eso? —pregunté anonada.

—Esto, es la viva estampa de que el mundo es un asco —pateo con fuerza la taquilla cercana y esta emitió un chirrido. Le seguí mirando confusa, ella comprendió que no sabía a lo que se refería— Verdad, olvidaba que no estudiaste aquí. Es el campeonato de fútbol de primavera, el fútbol es un deporte y campeonato significa competición. Se compite contra otras escuelas y eso. Es un evento importante para la escuela y los años anteriores participé como porrista. Ya había superado lo que pasó hace unos meses y decidí unirme de nuevo a las chicas, pero la víbora de Sara no lo permitió.

—¿Y por qué no lo permitió?

—Porque es la capitana del equipo de porristas y le da miedo que la opaque o algo. Esa perra puso la excusa barata de estar llenas.

—Está bien cálmate un poco —le dije viendo su rabia. Ya he notado que ellas no se llevan para nada bien pero aún no entiendo el motivo.

Mika apretaba los puños e intentaba tomar paciencia. Entonces se me ocurrió algo.

—Si logro que entres al grupo de porristas me deberás un favor.

—¿Para qué necesitas mi ayuda? —frunció el ceño confundida.

—Te diré luego, ahora vamos a la cafetería tengo una idea.

Estábamos en la cafetería, la hora del almuerzo era el único instante en el que podía ver a todos los estudiantes sin tener que soportar el alboroto del recreo y era más conveniente para mí que necesitaba escuchar. Mika me miraba dudosa desde su silla al otro lado de la mesa. En el centro de la cafetería se ubicaba la mesa de los "populares" por así decirlo. Allí estaban sentadas varias porristas incluida Sara y varios chicos también. Al único que reconocía era al chico de cabello rojo que habló con Mika el primer día de clases. Él intentaba acercársele repetidas veces pero terminaba siendo ignorado.

Coloqué mis codos sobre la mesa y aparte un mechón de mi cabello ubicándolo detrás de mi oreja, ese gesto era el detonante para agudizar mi oído. Había aprendido a controlar que quería escuchar y que no. Habían pasado varios días desde que descubrí mis nuevos poderes y mis ojos volvieron a ser azules. Aunque aún no controlo los otros sentidos por eso solo utilizo el oído por ahora. Concentré la presión del sonido y comencé a escuchar claramente lo que hablaban en aquella mesa.

—¿Quién se cree? Después de abandonar el equipo quiere dar órdenes y obligarnos a aceptarla de vuelta —dijo una de las chicas que acompaña a Sara.

Más Allá del Tiempo [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora