Capítulo 10 -Parte 1

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Escabullirse a hurtadillas hasta llegar a una de las habitaciones de invitados a finales del pasillo era simple o así lo hacía ver Mika. No entendía porqué motivo se dirigía en dirección contraria a las escaleras y por lo tanto a la puerta.

—Pssss ¿qué esperas? —agitó su mano repetidas veces indicando que me acercara.

Un poco confundida y con pasos silenciosos lo hice.

—La salida es por allá —señale la dirección contraria.

Su ojos captaron las escaleras que bajaban al primer piso. Luego volvió a observarme.

—¡Si! Bajemos las escaleras y de paso saludemos a Demian cuando crucemos la sala, puedes preguntarle si le apetece una cerveza. Tal vez le quitemos alguna a los chicos para traerla.

—¿En serio?

—¡Claro que no! —tomó aire— En todo caso ¡¿quién necesita escaleras cuando hay ventanas?

Sonrió y yo temí por mi vida. Era el segundo piso con una altura un poco tenebrosa. Cerró la puerta de la habitación de invitados en cuanto estuvimos dentro. Todo estaba organizado y limpio.

—Las habitaciones de invitados casi nunca son usadas,
cuando viene mi primo usa una al azar. Esta es de las más alejadas —ella caminaba en dirección a la ventana, abrió la mencionada y la hermosa luz de la luna inundó el lugar. Entonces tomó una cuerda que estaba justo al lado de la ventana y la colocó para que cayera fuera.

—¡¿Bajaremos con eso?! —dije atónita.

—¿Se te ocurre algo mejor? —negué— Vamos, esto es divertido. Hace tiempo que no me escapo de casa es como recordar viejos tiempos.

Y usó su dramatismo para añadir a su rostro una expresión nostálgica. Luego se inclinó y cruzó la ventana. Agarró la cuerda con ambas manos y apoyo sus pies en la pared.

—En silencio.

Y bajó, me acerqué para ver mejor mientras lo hacía, parecía el animal peludo que trepa árboles, lo vi en el libro de biología...... sí un mono, hasta chistoso resultó ser cuando llegó abajo y casi tropieza.

—Porqué siempre choco con esa piedra.

Empezó a quejarse en voz baja. Yo hice lo mismo que ella y con mucho esfuerzo intenté bajar pero a cada 2 minutos me detenía a mitad de camino porque sentía resbalar mis pies, luego de asegurarme de que estaba firme seguí descendiendo. Al pisar suelo firme sentí un alivio enorme.

—Vez no está tan mal.

—Si, claro —mentí, por supuesto que estuvo mal, casi se me sale el hígado.

Caminamos hasta el final del patio trasero, pasamos por el jardín con plantas muertas y también por una fuente que ya no tenía uso. Hasta que llegamos a una reja enorme. Con un panel extraño a un costado. Mika insertó en el panel una pequeña tarjeta y la reja se abrió. Al cruzar volvió a cerrarse, caminos hasta el final de esa calle. Drake había estacionado allí. Su auto rojo oscuro era lo único que se veía. Mika fue la primera en acercarse. Tocó la ventanilla y él al notar su presencia la bajó.

—¿Nos vamos? —sonrió.

Drake la miró maravillado, en realidad siempre la miraba así.

Aún no entiendo que significan ese tipo de miradas pero Mika prometió mostrarme algunas películas que lo explican. Ella montó en el asiento delantero, yo monté en la parte de atrás.

—Hola Thea.

Le miré.

—Hola Drake, gracias por aceptar llevarnos.

Más Allá del Tiempo [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora