Veía como la mujer estaba vendando mi brazo para que la pomada que me había aplicado hiciera su efecto.
Antes había atendido los cortes de su esposo, al igual que el golpe de su hija.
Tuve que insistirle para que se ocupara de sus propias heridas antes de preocuparse por mí.
—De verdad te agradezco lo que hiciste. Eres un jovencito muy fuerte.—habló ella.
—No fue nada. No tiene que agradecerme.—era algo molesto el que no haya parado de hacerlo desde que llegamos aquí.
—¿Cuál es tu nombre, muchacho?—el padre de la castaña habló desde un marco que parecía dar al pasillo.
De hecho, estaba volviendo de ver a su hija en la habitación a pesar de la poca movilidad que tenía.
—Roronoa Zoro. Lamento haber lastimado a...—hablé con seriedad e intenté recordar a la joven.
—Yuna.—me interrumpió.—Su nombre es Yuna. Llámame Iker y mi mujer es Nagisa. Yo lamento el daño que mi pequeña te provocó.—caminó para sentarse a mi lado en el pequeño sofá.—¿Por qué no te quedas a cenar algo como compensación y agradecimiento?—.
Claramente no me negué.
Después de todo, no tenía donde ir y comer gratis me vendría bien.
Además, estaba intrigado acerca del impresionante poder de esa chica.
Los adultos eran muy abiertos a la plática y muchas de mis dudas lograron ser resueltas sin siquiera haber preguntado.
—Las Naciones elementales... Había oído sobre lo fuertes que eran sus guerreros, pero creí que ya no quedaban pueblos como el suyo.—hablé antes de llevar un trozo de comida a mi boca.
—Quedan muy pocos.—habló con desánimo Nagisa.—Y los que quedamos no tenemos ni un cuarto del poder que poseían nuestros antepasados.—.
—A excepción de Yuna.—aportó Iker.—Como te comenté, ella es la persona más poderosa de nuestras naciones y la encargada de proporcionarnos energía.—.
—¿Energía?—pregunté confundido.
—A través de la gema central, ella proporciona la energía para que los maestros de cada nación puedan usar su control elemental, como también- —unos golpes en la puerta hicieron que Nagisa guardara silencio.
La mujer se levantó para ir a ver quién llamaba.
Por mi parte, me concentré en acabar el caldo que quedaba en mi tazón, mientras que Iker estaba atento a su esposa.
Podíamos observar sin problemas, ya que al ser una casa pequeña, la puerta de ingreso se encontraba en el mismo ambiente en el que comíamos.
Al abrir la puerta, se encontraban cuatro ancianos, seguidos de cuatro adultos que parecían tener la edad de Nagisa e Iker.
—Señor Funji.—la mujer hizo una reverencia hacia el mayor de cabello canoso en señal de respeto.—Imagino que está aquí por lo sucedido hace unas horas.—.
Iker se levantó de su asiento y se ayudó con la pared para llegar al lado de su esposa e imitar su acción.
Me quedé en mi lugar, sin entender lo que estaba sucediendo o quienes eran esas personas.
Los ancianos ingresaron a la vivienda, mientras sus acompañantes esperaban fuera del lugar.
Cada uno de ellos llevaba un atuendo de color diferente. Gris, celeste, rojo y verde.
Gris y celeste eran los que realmente se veían viejos.
—Nagisa, Iker. ¿Cómo se encuentra Yuna?—habló el anciano de traje gris, al cual identifico como Funji.
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YUNA - ONE PIECE (ANIME)
Hayran Kurgu¿Has oído hablar sobre el Avatar? La leyenda sobre un individuo que podía controlar los 4 elementos: Aire, agua, fuego y tierra. Esta historia es el híbrido entre el mundo de One Piece y el concepto de lo que cuenta aquella leyenda. Tanto el pres...