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Lunes.
Entro al salón y ya estaba Vicky ahí. Cuando entré, todos voltearon a mirarme, tomé una respiración profunda y seguí caminando. Durante el fin de semana, no hablé con M.P.; no respondió mis mensajes.
Me siento en mi puesto, pero Charly aún no ha llegado. Vicky se sienta a mi lado.
— Zoe, ¿te sientes bien? ¿Qué fue eso del viernes? Me asusté mucho, y tampoco tenía tu número de teléfono para poder llamarte. Ahora mismo me lo darás; te apuntaré en tu celular mi número y me llamaré, así guardaré tu número.
— Tranquila, yo te lo digo —le digo a Vicky. Ella se queda mirando y abre su boca.
— No puede ser, creo que esta mañana no me desperté bien —dice Vicky, sorprendida de que hablara. Ella grita sus ojos.
— Anota mi número antes de que me arrepienta de dártelo —le empiezo a decir mi número y ella lo anota en su celular.
— Gracias por darme tu número —dice Ibán, que está sentado en la mesa de enfrente.
- que susto.
— Zoe, perdón por lo que pasó el viernes en la mañana. No te quería molestar, solo te quería animar. Ya que te veo siempre tan callada, quería animarte un poco. No te quería molestar.
— Disculpas aceptadas, Iván — le digo, regalándole una sonrisa de labios cerrados.
— Es en serio, Zoe. ¿Lo vas a perdonar? Ahora me dejarás sola. Ahora quieres a Iván y a mí no — dice Vicky dramáticamente, poniendo sus manos en el pecho.
— Tú cállate, Victoria. Si no, le diré a Paúl que estás loquita por él — le dice Iván de broma.
Yo me quedo ahí observando cómo se pelean. Son tan divertidos, no puedo evitar reírme con ellos.
— Mm, ¿de qué tanto se ríen sin mí? — dice una voz de una chica. No la había visto; es una chica más o menos de mi tamaño, tiene cabello castaño y no muy largo.
— Raquel — dice Vicky y la abraza.
-— Iván también se levanta y la abraza. — ¿Estás bien?, estas más delgada - la examina. - debes a alimemtarte. - dice Ivá. En el rostro de Iván se ve la preocupación que tiene por la chica.
— Mira, Zoe, ella es Raquel, estuvo ausente por unas semanas por problemas algo complicados.
— Mira, Raquel, ella es Zoe, entró nueva la semana pasada y ahora está en nuestro club de amigos.
Ambas nos saludamos y nos sentamos en las mesas a conversar. Iván es muy gracioso y nos hace reír muchísimo con sus locuras. En realidad, me estaba divirtiendo.
El salón se llena por completo, incluyendo a Charly.
Después de que suena el timbre, todos recogemos para ir a almorzar.
Antes de salir, Charly me toma del brazo y no me deja salir del salón.
— Necesito hablar contigo — dice Charly muy cerca de mí, tan cerca que puedo sentir su respiración.
— ¿Tú eres Z? — dice Charly. Yo me sorprendo mucho, ¿será que él es M.P?
— ¿Eres M.P? — le dig algo tensa.
— Habla bajo, — nadie puede saber que llevo ese nombre en mi usuario. — No lo podía creer, Charly es M.P.
— Entonces, si eres Z, no sabes cuántas veces te imaginé; no sabía cómo lucías. Tampoco sabía si eras una chica o un chico, pero me da alegría saber que eres una chica. Ya me siento libre de sentir sentimientos por ti.¿Sentimientos? Por mí, nunca nadie ha sentido algo por mí, y yo tampoco por nadie. Siento que mis mejillas se encienden, las mejillas de Charly están rojas y, seguramente, las mías también.
— También te imaginé; tenía tantas ganas de conocerte. Nunca me imaginé que fueras tú —le digo algo nerviosa. — En ese momento, entra alguien y nos separamos tan deprisa que Charly chocó con una mesa.
— Charly, ¿qué estás haciendo aquí todavía? —dice una de las chicas de ballet, la de pelo rojizo.
— Solo le daba los apuntes a Zoe; ya estábamos por salir —le dice Charly a la chica.
— Soy Sofía —me dice la chica, estirando su mano para estrecharla. Yo asiento y también le estrecho su mano.
— Soy Zoe.
Es una chica muy guapa; de seguro no es tan mala como dice Vicky.
.Al terminar de almorzar, dejo que Vicky, Raquel e Iván se adelanten para enviarle un mensaje a M.P, bueno, ahora es Charly. Todos ya han entregado a sus salones. Me detengo para enviar el mensaje y en ese momento alguien me toma del brazo y me jala muy fuerte hacia uno de los salones de clases. Eran las tres chicas de ballet.
— Hola, Zoe, ¿me recuerdas? —dice la chica que saludé en mi salón hace un rato, cuando estaba con Charly.
— Eres Sofía, —le respondo.
— Sí, soy Sofía, —dice la chica en un tono de burla. Yo no entendía qué estaba pasando.
— Quítale los audífonos, —le dice a la chica de cabello corto, la que es novia de Paúl.
Y al parecer las apariencias engañan.
— No, ¿qué están haciendo? —les digo, tardando en entender lo que pasaba.
— ¿Sabes qué está pasando? Pobrecita, no entiende. —ellas comienzan a burlarse.
— Está pasando que aprenderás a no meterte con nuestros chicos, —dice Sofía.
— ¿Qué chicos?
— Joder, estoy hablando de Charly, —dice Sofía. Se veía realmente enojada.
— Por... favor, devuélveme los audífonos, no... les hagas daño. - digo con voz cortada.
— Eso solo pasará si dejas a Charly tranquilo. ¿No creerás que Charly se pueda fijar en ti? Mírate, eres fea. Mira tu cabello, parece que te cayó un rayo encima. Claro, entiendo el porqué de que siempre andas así, tapando tu rostro. Sabes que eres fea y así te ocultas. Entonces mejor quédate oculta y no te metas más con Charly. Él es guapo, su madre es la directora y dueña de esta preparatoria. En serio, ¿crees que su madre dejará a Charly estar con una chica tan fea y rara como tú? — me dice Sofía. Ellas se están burlando de mí, y no me importa; solo me importa que mis audífonos estén bien.
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El Silencio De Zoe
Teen FictionSoy Zoe García, la chica qué dejó de confiar en las personas, la chica que sufre en silencio. Mi vida fue un completo caos. Y al cumplir mis 18 años fuí abandonado por el hombre qué decía que me quería: mi padre, y mi hermana Zoi de 16 años, se s...