23- Woow, ¿y eso qué fue? 🎧

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Charly

Saludo a Paúl y a los chicos que están en la entrada.

— Hola chicos, bienvenidos. — Ellos asienten. - espero que disfruten.

Me volteo para ver a Zoe, pero no está; recuerdo lo que le pasó a Raquel hoy. Sabía como era Sofía y sus amigas, eran muy obstinada cuando querían, y en este caso tenía que estar más atento que nunca. No podía dejar qué le pasará nada a Zoe. No a ella que ya ha la tenía suficientes problemas.

— ¿Paúl, Sofía, Martina y Laura están aquí?

— No sé cómo tienen el descaro de venir, pero sí las vi hace un rato, están aquí. Oye y...

Dejo a Paúl con la palabra en la boca y busco a Zoe entre la multitud; no la encuentro y saco mi celular para llamarle.

— Joder, Zoe, responde. - Me preocupo aún más cuando no contesta el móvil.

Sigo caminando y por fin la encuentro; está con Iván.

Iván, él es algo extrovertido y demasiado bromista, pero no es un chico malo. Sin embargo, cuando lo veo junto a Zoe, me vuelvo completamente loco. No tengo derecho a reclamarle nada a Zoe, pero no me gusta verla al lado de ningún chico.

Ella se ve muy sonriente; frunci el ceño cuando veo que Iván le toma las mejillas y ella se ríe aún más, me molesta, conmigo se ponía tensa y no te atrevía a me tener su vista fija en la mía, siempre la cambiaba a otro lado o buscaba una excusa para no estar a mi lado, pero ahí con Iván se veía tan alegre y cómoda. Odiaba admitirlo pero me sentía realmente celoso de ello.

— Psssst, Charly volviendo a la tierra, prepárense para aterrizar. — Reacciono cuando veo la mano de Raquel agitando la delante de mí.

— Ah, hola Raquel, ¿cómo te encuentras?

— Ya estoy bien, gracias. La pasé un poco mal, pero tengo el apoyo de Vicky y Zoe, y de mi novio también.

— Me alegro mucho de que estés bien. ¿Y quién es tu novio?

— Mi novio es Iván — me dice ella sonriéndome.

Una sonrisa tonta se me escapa al saber que Iván está con Raquel y no está intentando nada con Zoe.

— Imaginé lo que pasó por tu cabeza, así que no tienes de qué preocuparte. — Me dice Raquel con una semi sonrisa.

— ¿Yo?

— Uju, sí tú, Zoe es toda tuya. — Me dice Vicky y me choca el brazo. Yo sonrío.

— Venga ya, vamos  para donde están ellos. — Dicen las chicas y me toman de ambos brazos. Nos paramos enfrente de ellos, la mirada de Zoe cae sobre mí; sus ojos conectan con los míos, esos ojos tan oscuros, tan profundos y cálidos. Iván y Raquel se abrazan y se besan; es cierto que son pareja.


Veo la cara de felicidad que pone Zoe cuando ellos se abrazan, ella es tan tierna. Ella es del típo de persona que se lo e más feliz por los demás que por si misma.

— Zoe, al rato nos vemos — dicen las chicas e Iván. 

— Cuídala bien, la pelusa está loquita por ti. — se detiene Iván para susurrarme al oído. Me da unas pequeñas palmaditas en la espalda y Vicky me guiña un ojo señalándome a Zoe. Ella no lo nota, ya que está viviendo algo.

— ¿Qué es? — le pregunto para saber qué toma.

— Jugo  de cereza. — me responde ella. 

— ¿Sabes que eso tiene alcohol, verdad?

— ¿Qué? — dice ella sorprendida y limpiando su boca.  — Pero no se le siente.  La veo algo abrumada por el ruido. - es dulce.

— ¿Quieres ir a un lugar más tranquilo?

— Sí, es posible, me gustaría.-  La tomo de las manos y subo las escaleras. Mientras vamos caminando entre la multitud, las miradas no se despegaban de nosotros, incluso están Sofía, Martina y Laura en una esquina bebiendo; ellas nos ven y voltean los ojos.

— Lista para conocer mi habitación. — le digo en tono de burla.


— Sipi, estoy lista para todo ya. — Ella me sonríe.

— Woow, ¿y eso qué fue? — Le digo, tapando mis ojos como cuando uno se tapa del sol.

— ¿Qué? ¿Qué cosa? — Me pregunta ella, extrañada.

— Tu sonrisa es brillante. -
Ella baja su cabeza y se muerde el labio inferior; está sonrojada, me encanta verla así, se ve más tierna y sexy.

— Ya entremos, tengo curiosidad por la habitación del gran M.P. — Me dice ella.

Entramos a mi habitación y ella mira todo a su alrededor.

- Y bien.

— Es enorme. — Me dice, sorprendida.

Veo que lo está observando todo y su mirada se detiene al ver mi piano. No quiero que se sienta frustrada en este momento.

— Si quieres algo de beber, dime y lo busco.

— No, así estoy bien. — Ella cambia su mirada hacia mí.

— ¿Te puedo preguntar algo?

— Vale, siéntate.

Ella se sienta en mi cama y yo a su lado.

— Dime lo que quieras saber.

— ¿Por qué tantos tatuajes? ¿Y qué significa el nombre de tu usuario?

Esas simples preguntas, no me las esperaba.







El Silencio De ZoeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora