Capítulo 3

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Juanjo:

Es sábado por la mañana y estoy terminando de estudiar, la semana que viene tengo varios exámenes y, aunque no me guste nada la carrera, la tengo que terminar.

Así que así me tiro toda la mañana, estudiando sin parar, o al menos, hasta que llega Bea con unas bolsas que huelen a gloria.

—Juanjoooo, como se que has estado toda la mañana estudiando, he comprado las hamburguesas más guarras que he encontrado.— me dice mi amiga, sabiendo que es mi comida favorita.
—¿Alguna vez te he dicho que te quiero?.— le digo levantándome, con una sonrisa en la cara yendo a darle miles de besos en la mejilla.
—Menos de lo que deberías, cabrón.

Nos comemos las hamburguesas hablando de nuestras cosas tranquilamente, al menos, hasta que llaman a la puerta.

Bea es la que se dirige a la puerta, ya que estoy más seguro que la visita no es para mí.

—Hola, buenas tardes, lo siento por interrumpir, pero ¿me podríais dejar una sartén y luego os la devuelvo? Es que se nos acaba de quemar la nuestra.— dice una voz muy conocida la cual hace que a Juanjo le revolotee todo el cuerpo.
Bea me mira, ya que aquí el que cocina soy yo, y mis trastos para cocinar son sagrados. Por esa razón, me dirijo a la puerta.

—Buenas Martin, te dejaría la sartén de verdad. Pero huelo a quemado desde aquí y, sinceramente no me apetece que me queméis la mía también.— dice Juanjo lo más educadamente posible, ya que es verdad lo que ha dicho.
—Vale, lo entiendo. Perdón por molestar y gracias.
—Martin, espera.— le dice Juanjo por algún motivo que hasta él mismo desconoce.— Si quieres podemos ir a tu piso a ayudarte con la comida, así me aseguro que no quemas nada más.
El aludido le esboza una sonrisa de agradecimiento.
—Te lo agradecería mucho, Juanjo.

Cuando Bea y Juanjo entran en el piso de los famosos, les entra por las fosas nasales un olor a quemado insoportable.
—Pero, ¿Se puede saber que habéis hecho?—pregunta Juanjo
—Hemos intentado hacer una tortilla francesa, pero ninguno de los dos sabemos cocinar.— contesta Martin, ruborizándose.

Juanjo empieza a reírse, encendiendo el fuego.
—¿Dos tortillas entonces?— pregunta Juanjo.
—Por favor.— contesta el pequeño.
Mientras que Juanjo cocina, los cuatro vecinos comienzan a hablar, manteniendo una conversación muy agradable.
—Y, ¿vosotros os conocéis desde hace mucho?— pregunta por algún motivo Juanjo.
Es la pelirroja quien le responde.
—Siii, de toda la vida. Yo de pequeña viví un tiempo en Bilbao, así que nos conocimos y desde ese momento somos inseparables. No sabemos lo que haría el uno sin el otro.
—Lo suponía, he visto muchas veces en las revistas que tenéis muy buena conexión. Hay gente hasta que os empareja.— contesta Bea.
—Ah bueno.— dice Martin, rascándose la nuca.— eso es porque como estamos todo el día juntos, al final la prensa se piensa cosas que no son. Simplemente somos muy buenos amigos y ya.

Juanjo sabe que eso no es del todo cierto, ya que hace apenas unas noches los escuchó haciendo otras cosas que no parecen mucho de amigos, y Bea lo sabe también. Pero ambos deciden callarse y no decir nada.

Cuando Juanjo termina las tortillas, Bea y él se despiden, excusándose diciendo que esta noche tienen planes.

—Muchas gracias Juanjo, hasta otra.— se despide el vasco, dándole un abrazo.

Martin:

No sabe por qué cuando le ha dado aquel abrazo a Juanjo se ha puesto nervioso. De hecho, todavía seguía mirando la puerta cerrada por donde había salido Juanjo hacía unos segundos.

—Es guapo ¿eh?— le dice su amiga, con un tono pícaro.— a lo mejor puedo intentar ligármelo, no está nada mal.
Martin le mira con una cara que su amiga no sabe descifrar. Se quedan así unos segundos, mirándose fijamente el uno al otro. Hasta que Ruslana por fin habla:
—¡NO PUEDE SER! ¡TE HA GUSTADO!— chilla Rus.
Martin se pone colorado.
—No digas tonterías Rus. No le conozco, no me puede gustar alguien si no le conozco.
—Ya, pero no puedes negarme que te atrae, eeeh pillín.
—Pues no puedo negártelo. Pero es imposible que intente algo con él. Tiene pinta de ser el hetero más hetero del mundo. Además, se piensa que estamos juntos.
—¿Cómo? ¿Y eso?
—El otro día me lo crucé en el portal y me dijo que la próxima vez que nos acostásemos, fuéramos más silenciosos, que nos escuchó y no pudo dormir.
—Wow, que heavy. Pero bueno, eso no importa. Lo importante es que vas a conseguirlo.
—Rus, no se si ni le gustan los chicos.
—Pero, ¿tú quién te crees que soy? Eso lo voy a averiguar yo en un periquete, ya verás.

Juanjo:

Se estaba preparando para ir a la fiesta de su amiga. No le convencía nada de lo que se ponía. Pensó en ponerse unos vaqueros de pitillo, como normalmente solía llevar. Pero no sabe por qué, quería probar algo nuevo, por lo que llamó a su amigo Álvaro, que también estaba invitado a la fiesta.

—Álvaro, necesito tu ayuda.— dijo Juanjo nada más que este le cogió la llamada.
—Que te pasa ahora, tonto.
—¿Estás ya preparado para ir a casa de Denna? ¿Crees que podrías dejarme algo de tu ropa? Es que quiero probar cosas nuevas.
Álvaro, al escuchar eso, pegó un grito increíble.
—¡Que me estás contando maricón! ¡Ahora mismo voy a tu piso! En diez minutos estoy allí.— le dijo, y nada más terminar de decirlo, le colgó.

En efecto, en ocho minutos estaban llamando a la puerta. Al abrir, se encontró con un panorama.
—¡Me he traído todo mi armario! Aparta, que tenemos mucho trabajo.

Y así estuvieron por lo menos, tres cuartos de hora. Buscando la ropa indicada para Juanjo.
Bea se había unido a ellos para dar su opinión también. De hecho fue esta, quien de repente sacó una camiseta sin mangas.

—Juanjo, ¿y esto?.— preguntó la madrileña.
—No, no y no. No me pienso poner una camiseta de tirantes.
—¿Por qué no imbécil? Te quedaría increíble. Pruébatelo con estos pantalones anchos— afirmó su amigo, de acuerdo con Bea.

Juanjo, resoplando, se fue al baño para cambiarse la camiseta, ya que no iba a cambiarse delante de ellos, por mucha confianza que tuviesen. No lo haría ni delante de Denna, le daba mucha vergüenza.

Al volver sus amigos se quedaron flipando por lo bien que le quedaba la camiseta.
—Dios Juanjo, te queda increíble.— dijo su amiga.
Juanjo, no muy convencido con ello, se estaba tapando constantemente los brazos y la barriga, ya que se la dejaban al descubierto.
—No se yo chicos, no me siento muy cómodo. ¿Y si alguien se ríe de mi por tener esta barriga?
—Juanjo cariño, pero que cojones estás diciendo. Eres el hombre más guapo y sexy que existe en esta ciudad. Así que como vuelvas a decir eso otra vez más, me voy a encargar yo misma de que sufras.— le respondió su amiga.

Este la abrazó, agradecido. Siempre se había sentido muy inseguro con su cuerpo, no le gustaba nada.
—Gracias Bea, voy a hacerte caso. Voy a llevar esta camiseta que me queda de puta madre.
—Así se habla.— dijo Álvaro, muy feliz de que su amigo se atreviese a probar cosas nuevas.

Una hora más tarde, Juanjo se encontraba con Álvaro y Bea entrando en el piso de su mejor amiga. Ya había bastante gente, mucha de ella ya borracha.
A lo lejos pudo visualizar que Denna ya los había visto y se estaba dirigiendo a ellos.

—Juanjoooo, mi vida. Estás rompedor hoy, me encanta tu cambio de estilo.— le dijo su mejor amiga, guiñándole un ojo.
—Gracias Almu. Tú también estás espectacular, como siempre. Álex tiene mucha suerte.
De repente, el aludido aparece, abrazando a Denna por detrás.
—Hola tío, ¿que tal?.— saludó Álex educadamente.

Estuvieron un largo rato hablando los cinco juntos. Hasta que sonó el timbre y Álex fue a abrir la puerta.
Juanjo le siguió con la mirada para ver de quien se trataba. Pero deseó no haberlo hecho.

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Buenos días chicas!!!!!!

Todavía sigo flipando con el beso Juantin en el Wizink de anoche. Sigo sin creérmelo.

Estoy tan orgullosa de que Juanjo haya evolucionado tanto en todos estos meses.
Y tan agradecida de que Martin haya tenido tanta paciencia en su momento.

Si es que son tal para cual. Ojalá nos quieran algún día a todas nosotras como se quieren entre ellos. Seguro que algún día nos llegará.

Gracias a todas las que estáis leyendo esta historia! Me hace mucha ilusión que haya gente a la que le guste.

Espero que paséis un gran día.
Besos triangulares!!

I may not always love you - JuantinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora