Gemelos
Nos encontramos en una base, creada por el Pilar Rengoku. Es más un centro de operaciones repartido por Tokio, ya que hay varios computadores, comida y lugares cómodos donde poder recostarse.
-Y bien.... Sanemi... Cuéntanos -decia Rengoku-
-¡Espera! ¡Espera! ¡Espera! ¡¿Dijiste Sanemi?! -decia desconcertado-
-Si, es lo que dije... Es Sanemi Shinazugawa. La victima que fue maltratada brutalmente a las torturas de K.
-Pero... Sanemi es mi amigo, y ahora mismo se encuentra con los demás jugando o haciendo cualquier cosa. El no puede ser Sanemi.
-Te mencioné mi nombre antes que arrancarnos la persecución pero creo que por la emoción y adrenalina no pusiste atención... -decia Sanemi tomando un té-
-Entonces... ¿Quién eres realmente?
-Si soy Sanemi pero algo que no te contó mi hermano... Fue que los dos... Somos gemelos... Por eso es que dices que el que tú conoces es totalmente diferente. Si tenemos casi casi la misma apariencia, pero la diferencia es que el no tiene cicatrices y yo si.
-decia Sanemi--Eso explica porque el tiene la piel bien cuidada... Pero los dos no pueden tener el mismo nombre cierto? -aun confundído-
-No, el realmente se llama Genya. En todos sus registros el se llama Genya Shinazugawa solo que después de mi desaparición y lo más probable es que el pensó que yo estaba muerto y uso mi nombre para hacerle honor.
-Eso es raro, lo conozco bien aunque hayamos sido de ingreso nuevo y de otras escuelas...
-Ahi empieza tu próxima respuesta, los dos somos originarios de Kioto pero como solo vivíamos con la abuela, Genya creo que cambio sus papeles y su nombre. Así poniéndose Sanemi.
-No puedo creer esto de Genya... O Sanemi... -decia con mirada en el suelo-
-Pero ya m conoces mejor, en resumidas palabras somos gemelos pero nos diferencia el nombre y las cicatrices que llevo yo. Soy yo el verdadero Sanemi.
-Igualmente pensaba lo de Giyuu-kun, que tú no podías ser Sanemi... -decia poniendose al lado de Giyuu-
-Si, pero ahora que sabemos mejor algunas cosas. Ahora nos podrás contar mejor tu pasado y así poder llegar al fondo de K. -decia Rengoku-
-Esta bien...
Narra Sanemi...
Yo vivía en Kioto, muy feliz ya que era mi último semestre en mi academia. Vivía solo, ya que la abuela junto con Genya vivían lejos de mi pero no perdíamos el contacto. Conocí a una hermosa chica de buen atractivo llamada Kanae Kocho, era menor que yo, era de quinto semestre. Los dos nos enamoramos después de mucha charla ya que nuestro sentimiento era mutuo. Pero comienza lo realmente malo.
Yo empecé a notar comportamientos muy tóxicos, celosos. Llegando al punto donde no podía tener ni una amiga ya que todas las quería matar Kanae porque en sus ojos veía unas malas intenciones junto con dos corazones. Esto claro que me harto, la confronte y acabe apuñalado y de un golpe de ella me desmaye pensando que había muerto peor no, había sido curado por ella pero por haberme revelado me castigo con torturas, golpes, cosas sexuales y muchos fetiches asquerosos. Y mi error fue que jamás le dije al alguien que estaba con Kanae. Así defundiense la noticia de mi desaparición y todos mis conocidos se preocuparon por mi pero ellos pensaban que estaba muerto, así dando origen a qué mi hermano tomara mi nombre, la policía investigará el caso. Llegando a la conclusión de que K me tenía capturado. Después gracias a un descuido de Kocho descubri que ella era un ser de pura maldad y con su poca edad ya estaba siendo buscada por la polica por sus actos en otros lugares o con otros chicos.
Un día invadieron el lugar de Kocho pero ella habia escapado junto conmigo rumbo hacia Tokio. Logrando su objetivo y esto fue posible ya que su familia se dedica totalmente a malos negocios como los mafiosos, yakuzas o narcos de América. Indicando que su papá es el más malo de todo el país y es por eso que sus hijas son igual que el. Sus grandes lujos son productos de sus oscuros negocios.
Y Kanae es la heredera de todo el poder de su padre, ya que cuando sea encontrado vivo o muerto. Kanae seguirá manteniendo los negocios extranjeros de Narcos, Mafiosos y Yakuzas. En pocas palabras... Es el puente de la maldad para todo el mundo y es por eso que debe ser detenida de inmediato. También me enteré de que Kanae tenía otra víctima... Que eres tú... Giyuu Tomiaka, ella realmente se enamoró de ti y no te quiere perder a como de lugar y un día que estabas en la sala intente llamar tu atención pero era inútil, el ruido no me dejaba y aparte te quería advertír de esto para que escaparas conmigo o seas el único que se pueda escapar de sus garras. Pero su hermana Shinobu dejo la puerta del sótano entre abierta, esto fue inconscientemente y mientras ellas se dirigían a otro cuarto especial para traer objetos de tortura, llame tu atención haciendo ruidos provenientes del Sótano asi llegando la esperanza a mi vida y escapando de ahí.
...
Todos los presentes estaban impactados por todo lo que dijo Sanemi, Giyuu se encontraba totalmente agradecido de que no había sucedido algo similar. Mitsuri estaba feliz ya que por fin tendría un final feliz con su Giyuu. Y Rengoku estaba captando la información.
-Pero hay forma de detenerla cierto?
-Claro que la hay joven Tomiaka, los Pilares y yo nos haremos cargo. De mientras Sanemi y Giyuu descansen un poco y estaran bajo el cuidado de la policía por cualquier movimiento de Kocho. -decia Rengoku-
-Tranquilo Giyuu-kun, recuerda que estoy contigo... Por algo seremos algo no? -decia tocando las manos de Giyuu con cariño-
-No seremos... Somos si? Estaré tranquilo y ayudaré a Sanemi a qué juntos derrotaremos a Kanae y que mínimo este país este en paz. -mirando a Mitsuri tiernamente-
-Tienes el encanto Joven Tomiaka, creo que por eso mi sobrina está súper enamorada de ti! ¡JA! -decia Rengoku burlón-
-¡Tío! -decia ruborizada-
-Mm... Es divertido... Pero ahora me concretare en rehabilitarme y derrotar a Kanae para por fin ver las caras de mis seres queridos... -Sanemi susurraba-
Fin Del Capitulo
ESTÁS LEYENDO
Es una loca... Pero me encanta...
FanfictionConseguir novia y tenerlo todo, amor, cariño, regalos y todo lo que alguna vez deseaste y que todo termine y se convierta en tu propio infierno que crees que jamás va a parar.