Capítulo 10: Hogar

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-Te he echado de menos. -dijiste abriendo tus brazos al máximo para después abalanzarte sobre tu hermano, necesitabas mucho aquel abrazo tras lo que acababas de vivir.

Tras tomar prestado un coche, es decir, robarlo, aunque Steve se negara a admitirlo, corristeis hasta el ambulatorio más próximo mientras llamabais al doctor Banner y a todo el equipo para informar de lo ocurrido. Fue algo cómico entrar con aquellas pintas a urgencias mientras todos los enfermeros miraban anonadados la televisión, el soldado no había pasado desapercibido.

Fueron instantes tensos tanto para el rubio como para ti por el estado de Natasha, por suerte, no tardaron en atenderos y no hicieron demasiadas preguntas; Banner llegó a las pocas horas. Una vez la viuda estuvo estabilizada, os tocó marchar por la puerta de atrás, todo un clásico.

-Y yo a ti, hermanita. -contestó Harley alargando el abrazo.

Ya estabais en casa, Natasha reposaba en tu cuarto y el resto del equipo se encontraba de camino. Por suerte o por desgracia, tu madre adoptiva estaba fuera de la ciudad y tu hermana no planeaba pasarse por casa hoy.

-Gracias por decirme que conocías a Stark. ¡Y que era su hija! -dijiste permitiéndote sacar un tono burlón mientras te separabas un poco de Harley.

-Era un secretillo. -añadió mientras se rascaba la nuca el adolescente.

-Oh. Acabo de caer, tu flamante laboratorio te lo dio él. -le puntuaste, haciéndole saber que conocías el chantaje de Stark.

-Puede.

-Eres un traidor, enano.

-Le ayudé, confió en mí y otro día apareció contigo.

-¿Y cómo supiste qué hacer cuando...

-Me avisó de que era una posibilidad. Me dio uno de esos teléfonos de solo para emergencias, aunque yo quería irle informando de vez en cuando. Ha pasado mucho tiempo desde eso. -contestó atropelladamente hasta que hizo una pausa para señalar a la puerta- Y ahora tenemos al Capitán América en el salón.

-Y a la Viuda Negra en mi cuarto.

-Y también una hermana loca con poderes.

-¿Loca yo? Anda ven.

Y os volvisteis a abrazar entre bromas, era la primera vez que habíais estado tanto tiempo separados desde que llegaste a aquella casa.

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-Sí que la dejaste escondida. -puntuó el rubiales admirando la casa familiar.

-Ya has visto que es mejor tenerla oculta, por lo que me ha dicho Steve por teléfono, ya la están buscando y hace poco menos de un mes que ha desatado sus poderes. -añadió Stark de forma pesada mientras dejaba caer su dedo en el timbre.

-Y ya estamos todos. -dijiste nada más abrir la puerta y haciéndote a un lado para dejarles pasar.

-Tendremos una charla. -dijo tu padre señalándote con el dedo mientras pasaba enfrente de ti.

-Ni lo dudes.

Tras cerrar la puerta, les señalaste que Natasha estaba arriba. Ellos subieron para comentar con Banner lo que había pasado y cuál era su opinión, pues quizá tenía alguna información gracias a la bala utilizada.

Tú suspiraste mirando a tu padre junto a Thor, que a penas cabía por el hueco de las escaleras, subir al piso de arriba. Te notabas cansada y, aunque ahora estabas tranquila, una sensación extraña afloraba en tu pecho. Además, respecto al incidente, te habían surgido muchísimas dudas.

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⏰ Última actualización: Aug 08 ⏰

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La Hija de Extremis (Steve Rogers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora