Tn, una pintora en búsqueda de reconocimiento, lucha por encontrar sentimientos en sus obras, las cuales no logran conmover ni a ella ni a los demás. Su vida cambia cuando conoce a Satoru, un crítico de arte que despierta su creatividad y su corazón...
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Las semanas habían pasado muy rápido desde que Satoru y Tn se habían conocido por primera vez, ahora habían comenzaron a compartir más tiempo juntos.
La invitación a la playa por unos días llegó como algo inesperado, y ambos estaban emocionados por escapar del bullicio diario y sumergirse en la serenidad del mar y las montañas.
Habían empacado sus cosas y fueron directo a la casa de vacaciones de los padres de Tn, una espaciosa villa blanca cerca de la costa, rodeada de jardines exuberantes y con acceso privado a la playa, sin duda esa familia tenia dinero.
La casa de estilo mediterráneo se erguía majestuosamente frente al mar, con ventanas amplias que permitían la entrada de la suave brisa marina. Tn había ido ahí algunas veces cuando era una niña ya que a sus padres les gustaba pasar las vacaciones en ese lugar, pero nunca antes había experimentado un viaje de esta manera, con Satoru a su lado.
—Que hermoso lugar Tn, tus padres realmente saben cómo elegir— dijo Satoru, admirando la vista del océano extendiéndose ante ellos
—Sí, aquí es donde solíamos venir de vacaciones en familia cuando era niña y aquí solía relajarme— respondió Tn con una sonrisa
—¡Y mira! ¡Tiene una hermosa vista!— dijo Satoru, sus ojos brillando con emoción mientras giraba sobre sí mismo para contemplar todo el lugar
Después de instalarse en sus habitaciones, decidieron dar un paseo por los alrededores de la villa, caminando por el jardín...
—Este lugar tiene una vibra increíblemente relajante, puedo entender por qué te gusta—
—Sí, es como si todo el estrés desapareciera apenas llegas aquí —dijo Tn, tomando un profundo respiro de aire fresco
Satoru llevaba una mochila con provisiones para el día y su cámara, siempre listo para capturar momentos memorables...
—¿Te parece dar un paseo por la playa?— sugirió Satoru, levantando su cámara —Tomaremos fotos—
—¡Claro, vamos! —respondió Tn con entusiasmo
Juntos se encaminaron hacia el mar, lo bueno de todo era que tenian toda esa zona para ellos dos sin que nadie los molestara. Apenas llegaron se tiraron al agua, Jugaron durante horas, corriendo por la orilla mientras las olas rompían suavemente a su alrededor. La risa resonaba entre ellos mientras se perseguían y se lanzaban agua juguetonamente.
—¡Te atraparé, Tn!— gritó Satoru, persiguiéndola mientras ambos corrían por la orilla
—¡Tendrás que ser más rápido que eso! —respondió Tn, riendo mientras esquivaba las olas y se adentraba un poco más en el agua
Al final el chico no pudo alcanzarla y ya cansados, ambos cayeron en la arena riendo a carcajadas y tratando de agarrar aire.
