Era un día cálido de primavera, y el sol bañaba la amplia terraza de aquella mansión con su luz dorada. Tn, una niña de apenas seis años, jugaba sola en un rincón, su hermano mayor Sukuna nunca quiso seguirla en algún juego y su hermanito yuji apenas era un bebe, por lo que no le quedaba de otra que jugar con ella misma.
Mientras caminaba por la terraza de la gran mansión de su tia, su mirada se posó en un pequeño caballete de madera, colocado cerca de la barandilla. Al lado del caballete había un juego de acuarelas y pinceles que alguien había dejado olvidado.
Sin saber muy bien qué la atraía hacia ellos, Tn se acercó con su curiosidad despertándose. Los colores brillantes de las acuarelas la fascinaron. Con manos pequeñas y decididas, Tn tomó uno de los pinceles y lo mojó en un charquito de agua que había quedado en una de las paletas.
Con delicadeza, comenzó a trazar líneas en el papel, sin un propósito definido, solo disfrutando de la sensación de ver cómo el color se deslizaba por la superficie blanca.
Mientras pintaba, su mente empezó a divagar, recordando el paseo que había dado con su tía por el jardín aquella mañana, cuando habían visto un grupo de mariposas revoloteando entre las flores. Inspirada, trató de capturar la imagen de las mariposas en su mente y trasladarla al papel, aunque sus trazos eran torpes y las formas no salían como ella quería. No importaba, porque cada pincelada le traía una extraña satisfacción.
Pasaron unos minutos antes de que su tía, que había salido a buscarla, la encontrara completamente absorta en su nueva actividad. Desde la distancia, observó cómo la pequeña se esforzaba por plasmar su visión del mundo en ese simple trozo de papel, con manchas de colores que cubrían su carita y manos.
—¿Qué haces, pequeña?— preguntó su tía con una sonrisa cálida mientras se acercaba, inclinándose un poco para ver mejor la creación de Tn.
Tn levantó la mirada, sus manos y su rostro manchados de pintura, pero con una sonrisa de oreja a oreja.
—Estoy pintando tía, vi unas mariposas en el jardín y quería hacerlas aquí— dijo, mostrando con orgullo su intento
Su tía se arrodilló a su lado, observando con interés la obra de la pequeña.
—¿Te gusta pintar?— le preguntó con suavidad.
Tn asintió con entusiasmo —Sí, es divertido, pero... no sé si soy buena ¿Crees que puedo ser una gran pintora algún día?—
Su tía sonrió, acariciando su cabello con ternura —Claro que sí mi amor, si te gusta y te hace feliz, no tengo ninguna duda de que puedes serlo, lo más importante es que pintes lo que sientas—
Tn, animada por las palabras de su tía, sonrió ampliamente.
—Entonces seguiré pintando, quiero aprender más—
—Y lo harás— respondió su tía, con una mirada llena de cariño —Yo estaré aquí para ayudarte en todo lo que necesites... y además seré tu fan numero uno— dijo abrazándola y sacándole una risa a la pequeña
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𝐇𝐀𝐒𝐓𝐀 𝐄𝐋 𝐔𝐋𝐓𝐈𝐌𝐎 𝐂𝐔𝐀𝐃𝐑𝐎 - Sᴀᴛᴏʀᴜ Gᴏᴊᴏ
Fiksi PenggemarTn, una pintora en búsqueda de reconocimiento, lucha por encontrar sentimientos en sus obras, las cuales no logran conmover ni a ella ni a los demás. Su vida cambia cuando conoce a Satoru, un crítico de arte que despierta su creatividad y su corazón...