12. SHOGANAI

523 58 16
                                    

╔═════•°✝°•═════╗

𝐒𝐇𝐎𝐆𝐀𝐍𝐀𝐈
(しょうがない)

"𝙽𝚘 𝚑𝚊𝚢 𝚗𝚊𝚍𝚊 𝚚𝚞𝚎 𝚑𝚊𝚌𝚎𝚛"
"𝙽𝚘 𝚑𝚊𝚢 𝚖á𝚜 𝚛𝚎𝚖𝚎𝚍𝚒𝚘"

═════════════

Kento seguía besando su cuello de manera desordenada mientras sus grandes y toscas manos apretaban su muslo sin cuidado alguno.

La chica rió nerviosa. - No hay que hacerlo... - Pidió tratando de sonar dulce. - Podríamos hacerle daño al bebé.

- No va a pasar nada. - Insistió pasando por alto su lenguaje corporal de incomodidad.

Ahí supo que no había nada que lo detuviera. Kento volvería a tomar su cuerpo sin importar que. Pero estaba bien, ella había aprendido a apagar su mente en momentos como este y si ponia de su parte, todo saldría bien.

De hecho desde que supo que estaba embarazada de nuevo, Kento sólo la había tocado ocasionalmente, como cuando el trabajo era mucho y venía estresado, pero aun después de eso no eran tan brusco, era casi como si de verdad se preocupara por ella, como si no fuera un monstruo despiadado.

- Pero espera... - Trató de alejarse inútilmente ante el fuerte agarre de Hiriai. - Momo está aquí, no podemos hacerlo frente a ella.

El hombre le entregó una mirada aburrida. Sin embargo, volteó a ver a su hija, quién estaba dormida en el otro extremo de la habitación con su propia colchoneta.

- Despiertala entonces para que se vaya. - Ordenó.

- Gracias... - Ofreció una reverencia en señal de respeto a su dueño.

La fémina camino hasta donde Momo yacía descansando en un profundo sueño, tan inocente y agena a todo. - Momo. - Habló tiernamente acariciando su rostro con adoración. - Momo, despierta por favor. - Su japonés aún era algo torpe. - Vamos, linda. - Beso su frente

La pequeña niña se despertó lentamente y conecto su somnolienta mirada con la de mayor como si pidiera una explicación. - Te desperté, lo siento mucho. - Se disculpo aún con el rostro acunado entre sus manos mientras seguía repartiendo dulces besos en su frente.

- Momo ve con los guardias y que te lleven arriba, diles que le digan a una sirvienta te arrope. - Ordenó mirándola directo a los ojos interrumpiendo la escena de ambas. - Hoy duermes en tu habitación.

Momo asintió y lentamente se levantó, ofreció una reverencia a ambos en señal de respeto, la chica la tomo de la mano y la llevo hasta la puerta donde del otro lado los guardias vigilaban.

- Buenas noches. - Se despidió tímidamente la nipona.

Desde hace poco más de un año, Momo había sido obligada a dormir junto a esa mujer, pero a decir verdad no le molestaba, esa mujer tenía un aura dulce y le hablaba de una manera en la que Momo se sentía en paz. Le gustaba su presencia.

No sabía lo que su papá y es mujer iban a hacer, sólo sabía que eran "cosas de adultos" y los niños no podían ver. Esas noches tenía que volver a dormir en su recamara propia y ser arropada por sus nanas. Pero le gustaba más ser arropada y mimada por esa mujer mientras le cantaba canciones de cuna.

Le gustaban tanto estar con ella.

≻───── ∘◦🌱◦∘ ─────≺

C H A Î N E SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora