"Las cosas en las que creía no eran más que
una excusa que me puse a mí mismo...
yo... ya no puedo... Perdóname."~ Yuuji Itadori
—¿Hay alguien aquí? —interrogó una niña con suéter rosado pálido, cabello rubio y jeans claros, a su vez que portaba entre sus brazos un par de cobijas gruesas. Al amparo de la noche, lo único que iluminaba, era lo que se hallaba frente a ella, un mechero grande portátil usado por tres encarnaciones, que ahora la miraban expectantes.
[La constelación Juez del Fuego Demoniaco sonríe con benevolencia]
Se han patrocinado 2.000 monedas
—Gracias, lo usaré bien —se dirigió amablemente Yoo a la niña, acercándose para tomar las mantas—. Por cierto, ¿estás sola? Es peligroso deambular así a altas horas de la noche.
—Ahora, es lo mismo en todas partes.
—¿Te gustaría quedarte con nosotros...?
—¿Eh? ...No, no quiero ser una molestia —se disculpó la niña ejecutando una reverencia media.
—Ah... —lamentó Sangah.
Ya había alguien esperando a la invitada en las cercanías.
—Espera un momento —sentenció una voz femenina sin el menor atisbo de amabilidad en su hilo de aire. Eso muy poco antes de que un cuchillo saliera volando enterrándose en el suelo como si se tratara del objeto más fuerte—. No puedes regresar.
Plagiadora, paranoica, sádica, violenta, pesada. La chica, que para sí ya debía a Dokja bastante, quería descargarse con alguien, alguien que quien fuera, había estado esperando desde hacia cuatro horas, siendo que antes los dos miembros restantes del grupo repartieron comida a necesitados del escenario.
—¡¿Qué es lo que estás haciendo?! —arrebató verbalmente Yoo Sangah mirando afiladamente a la agresora.
—Kim Dokja... ¿Sabes lo que hay que hacer?
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ᴛʜᴇ ꜱᴇᴀʀᴄʜ 『Kim Dokja & Yoo Joonghyuk』
Fanfictionᴏᴍɴɪꜱᴄɪᴇɴᴛ ʀᴇᴀᴅᴇʀ'ꜱ ᴠɪᴇᴡᴘᴏɪɴᴛ Dicen a menudo que los detalles pequeños son los que hacen de la vida algo hermoso. Shin Haenul no buscaba eso, sino detalles grandes. Deseaba encontrar un mayor sentido a la vida de mierda, pero de su gusto, por...