Capítulo Diez

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Durante la última semana, Jungkook había evitado ver a Jimin. Luego de aquella discusión y su pérdida de paciencia no se sentía bien como para otro enfrentamiento, quizá ahora no tendría suficiente autocontrol para detener sus acciones y aunque acabar con el rubio sería el fin de sus problemas, había algo que se lo impedía.

Ya había hecho cosas horribles, robar y en ocasiones mancharse las manos de sangre para salvar a su tripulación era algo inevitable, pero de ahí a acabar con la vida de alguien por puro rencor existía una gran diferencia. No sabía que hacer respecto a Jimin y eso le enfurecia, ¿por qué lo confundía tanto?, podía simplemente llevarlo de regreso al Puerto con la amenaza de asesinarlo si revelaba algo sobre ellos pero no encontraba la fuerza para hacerlo.

Interrumpiendo su frustración, la puerta de su camarote fue golpeada con suavidad y cuando dio el permiso para que entraran, Seokjin le observó con duda, parecía inquieto.

—¿Qué ocurre? —inquirió de mala gana, pues no tenía ganas de tratar algun asunto ahora.

Yoongi seguía en el Puerto y el resto seguramente ya andaba en tierra firme buscando diversión, faltaba mucho para su próximo atraco así que ahora solo deseaba descansar de todo.

—Tenemos un problema con nuestro lindo prisionero rubio.

—Suéltalo de una vez, hombre, no estoy de humor —Seokjin rodó los ojos con fastidio ante su actitud pero finalmente suspiró y habló.

—Está enfermo.

—¿Es todo?, si se muere es mejor.

—Jeon —le interrumpió Kim con reproche, cosa que le hizo gruñir de mal humor.

—¿Por qué tanta preocupación?, ya hemos tenido prisioneros que enferman y mueren, él no es distinto.

—Ya pedimos recompensa —le recordó con cautela, probablemente no queriendo aumentar su frustración, sin embargo, eso era imposible, sin importar que fuese cualquier asunto en torno a Jimin le había enfurecer.

—No necesitamos ese dinero —escupió con rudeza—. Si muere quizá así Park sienta lo mismo que yo he sentido todo este tiempo.

Seokjin volvió a suspirar, acercándose con lentitud y finalmente se sentó a su lado, Jungkook evitó mirarlo, no le gustaba hablar de eso en voz alta pero con todo lo que ocurría era inevitable.

—El no tiene la culpa de las acciones de su padre.

—No sigas —le cortó aun sin verlo, no quería derrumbarse ante el recuerdo.

Él tampoco tenía la culpa de lo que pasaba y aún así...

Solo ve a verlo, ¿quieres? —Jeon asintió ante las palabras de Kim y finalmente escuchó como el mayor se ponía de pie para marcharse.

Una vez la puerta fue cerrada, Jungkook también se dispuso a salir para ir en dirección a la habitación dónde mantenía cautivo a Jimin. Una vez frente a esta, tomó aire con fuerza y se adentró para verlo. Él rubio yacía hecho una pequeña bolita en el suelo, temblando ligeramente y viéndose mas pálido de lo que ya era, sus labios resecos y su cabello rubio era un desastre.

El pelinegro casi sintió lástima por él. No le gustaba tratar tan mal a sus prisioneros, sin embargo, con Jimin era distinto, bastaba con verlo para ponerse de mal humor. Si tan solo hubiese sabido que era hijo de Park, no lo habría rescatado aquella noche pero ya estaba ahí y ahora tenía que hacerse responsable.

Se acercó silenciosamente al rubio para notar que estaba dormido ya que soltaba suaves suspiros mientras se abrazaba inconscientemente así mismo y sin poder detener sus movimientos, Jungkook acarició una de sus sonrojadas mejillas, debía tener frio puesto que su piel se encontraba helada.

El Pirata negó con la cabeza antes de salir en busca de algo para cubrirlo, yendo a su habitación para tomar una de sus mantas y ya con ella volvió con rapidez para arropar al chico, otro suspiro abandonó los labios de Jimin, quien fruncio ligeramente el ceño aún dormido, se veía incómodo como era de esperarse pues el suelo de madera desgastada era duro y su fina ropa ahora estaba sucia.

—Aún así, pareces una brillante perla — susurró Jeon apartando unos cuantos cabellos del rostro del chico y volviendo a acariciarle.

—¿Qué ocurre? — la voz débil de Jimin lo hizo sobresaltarse un poco, el más bajo se veía somnoliento así que se tranquilizó antes de hablar.

—¿Te sientes mal?, Te dije que debías comer aún si no querías — se quejó Jungkook volviendo al tono intimidante que siempre usaba.

Jimin se rió con suavidad ante el regaño, probablemente estar enfermo estaba haciendo que no se pusiera a la defensiva como cada día, contrariamente, apoyó mas su mejilla contra la gran mano del contrario como un minino en busca de cariño.

—Park —Jeon volvió a quejarse ante aquello, pero el chico seguía ahí, dándole esa mirada brillante junto a una sonrisa cansada.

—Es cálido —murmuró antes de cerrar los ojos otra vez.

Jungkook inhaló profundo, sintiéndose incapaz de apartar el tacto sutil que daba al mas bajo. Extraño, se sentía en verdad extraño.

Jimin continuó durmiendo mientras Jeon aún velaba su sueño, observando con atención cada detalle en el rostro del rubio, su pequeña nariz enrojecida, sus pestañas cayendo con gracia debido a sus parpados cerrados, sus gruesos y opacos labios entreabiertos, era precioso, no podía negarlo, no por nada lo comparaba con las perlas que encontraba en las profundidades del océano.

—Espero que tu prometido realmente pague lo que vales —se apartó al fin, dejando al chico recostado ahí.

Esperaba que el rubio lograra resistir hasta el momento en que pagaran por su rescate, la vida en el Mar no era fácil, las noches eran frías y cuando las tormentas azotaban con fuerza casi ninguna embarcación lograba resistir, pero ellos tenían experiencia, el antiguo capitán les había enseñado todo lo necesario para sobrevivir y nunca ser atrapados.

El recuerdo le hizo sonreír con amarguara, así que se obligó a abandonar la habitación.

—Pensé que te quedarías ahí toda la noche —inesperadamente, Seokjin le esperaba afuera, recargado en la madera y sonriendo.

Jungkook chasqueo la lengua, ignorando aquello para salir a la cubierta con el castaño siguiéndole de cerca.

—¿Está bien?

—Nada grave, se le pasará en un par de días con suerte —Seokjin asintió y con eso ambos se quedaron en silencio.

Observando el cielo, Jungkook solo podía pensar en que ocurriría los siguientes días o que noticias traería Yoongi del Puerto respecto al prometido de Jimin. Esperaba que no demorara demasiado, ponerle fin al tema era todo lo que ansiaba.

—Quiero que cuides de Jimin hasta que se recupere, ¿entendido?

—A la orden, Capitán —habló Seokjin en tono exagerado y sin esperar una reprimenda dio media vuelta para regresar al interior del barco.

Jungkook negó con la cabeza viendo al castaño desaparecer de su vista y una vez en soledad, su mente volvió al momento anterior, a aquella mirada dulce de Jimin junto a su pequeña sonrisa, ¿por qué se sentía tan raro al respecto?, observando la palma de su mano, recordó la suavidad de la piel ajena contra esta.

Jimin verdaderamente era algo valioso.

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Hola, perdón por la demora o errores que haya.

Wattpad ya no me deja poner la imagen de separador/ llora.

Nos leemos luego.

DS.

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⏰ Última actualización: Jul 14 ⏰

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El Tesoro del Mar (KookMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora