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¿Podré regresar a tocar el piano? No creo que pueda. El piano es mi vida y deseo volver a tocarlo, pero siento que no puedo. Siento que ya no tengo a quien me dé ese apoyo y esa buena vibra que me daba Zoi, esa inspiración, esas ganas de querer tocar mejor, de querer estar enfrente de todos tocando y que todos me aplaudan al terminar. Era para mí un sueño ser pianista, un sueño que nunca se hará realidad. Me pongo nerviosa tan solo de escuchar sonar las teclas del piano.
— Zoe, — una voz hace que deje de indagar en mis pensamientos.
— ¿ah?
— ¿Te piensas quedar aquí? — Vicky, parada enfrente de mí.
— Oh no.
— Vamos entonces. — Yo asiento Vicky se agarra de mi brazo para salir del salón de teatro.
Esta noche será increíble, la Directora Julia ha organizado una fiesta para celebrar todo lo de hoy. — Hablan un grupo de chicas que van caminando enfrente de nosotras.
— Ah, Zoe, se me había olvidado decirte que, antes de que tú y Charly llegaran, la Directora Julia hará una fiesta en su casa, que también es la casa de Charly. Ahh, irás, ¿verdad? — me dice Vicky chocando mi hombro con el de ella.
— Ah, yo no... no sé. — me trabo un poco al hablar.
— Es bueno para ti que vayas, sabes que no te dejaré sola. — dice Vicky dándome una sonrisa de labios cerrados.
— Sssh, — dice Vicky haciendo un gesto de que haga silencio al pasar por el baño de chicas.
- pero si no he hablado. - hago una mueca.
- ashh cállate.
— ¿Qué pasa? — le digo yo, algo confundida.
— Creí escuchar a Raquel llorar. — dice Vicky con el ceño fruncido. Yo también guardo silencio.
— ¿Qué hacen? — dice una voz detrás de nosotros; eran Paúl y Charly.
— Joder, guarda silencio, — le vuelve a repetir Vicky. - son unos putos pericos.
Todos hacen silencio y escuchamos a una chica llorando y a otras hablando.
— ¿Qué teatro fue ese? Te advertimos que no te acercaras a Iván, maldita perra, al igual que tus malditas amigas. Ellas se las verán con nosotras. Ustedes tres son unas malditas sanguijuelas. Dejen de perseguir a Charly, a Paúl e Iván. Mírate, Raquel, eres horrible, maldita drogadicta. — dice la voz de Sofía.
Los chicos se sorprenden y rápidamente Vicky empuja la puerta. En ese momento me volteo y también veo a Iván junto a Charly y a Paúl.
— Ustedes son las malditas sanguijuelas aquí, — dice Vicky al abrir la puerta y coge a la pelirroja del pelo, que está sosteniendo de los cabellos a Raquel y la tiene arrodillada frente a ella. Vicky la toma del pelo y le da un puñetazo en el rostro. Las demás chicas se arriman a una de las puertas del baño mientras Vicky le está metiendo a Martina; yo le ayudo a Raquel a pararse.
— Ya basta, chicas, — dicen los chicos a la unísono. Ellos corren a separar a Vicky y a Martina.
— Mi mamá sabrá de esto, — dice Sofía muy enojada.
— Mejor cállate ya, Sofía. Sabes muy bien que puedes ser expulsada por esto, — dicen Charly.
— Pero Charly, — le dice Sofía nerviosa por la reacción de Charly. - yo.. sólo quería.
— Lárguense de aquí las tres, ya, — grita Charly furioso. Las chicas se van y yo rápidamente voy donde están Vicky.
— ¿Están bien? — les pregunto preocupada.
— Yo estoy mejor ahora que le di a una de esas malditas idiotas, zorras — dice Vicky algo agitada y con la cara enrojecida.
— Gracias, Vicky. Gracias, Zoe. Gracias, chicos, — dice Raquel y nosotros rápidamente la abrazamos.
— Ahora, ¿por qué no te vas detrás de tu noviecita? — le dice Vicky a Paúl.
— Lo siento mucho, Vicky. No sabía que ella era así, — dice Paúl algo atónito por todo lo que pasó.
— Pienso que ya no irán a la fiesta, ¿verdad? — pregunto yo.
— Sí, iremos, Zoe. No le mostraremos ningún tipo de debilidad a esas idiotas, — dice Viki mientras se echa agua en su rostro.
— está bien, — le respondo.
— vamos, Raquel, te llevaré al doctor — dice Iván muy preocupado.
— tranquilo, Iván, no tengo nada; mejor llévame a casa. — le responde Raquel y se van juntos.
Todos nosotros caminamos por el solitario pasillo de la preparatoria; ya todos se habían ido a sus casas a prepararse para la fiesta. Estando una vez fuera de la preparatoria, Paúl le dice a Vicky que la lleva a casa y ella se va con él. Charly y yo nos quedamos ahí parados uno junto al otro.
Aclaro mi garganta antes de hablar.
— bueno, yo voy a llamar a mi mamá para que venga.
— yo te llevo a casa, — suelta Charly rápidamente, interrumpiendo mis palabras.
Diosss de sólo pensar que estaría a solas con el, en su coche, solos los dos, diosss ya me estaba al dar algo.
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El Silencio De Zoe
Teen FictionSoy Zoe García, la chica qué dejó de confiar en las personas, la chica que sufre en silencio. Mi vida fue un completo caos. Y al cumplir mis 18 años fuí abandonado por el hombre qué decía que me quería: mi padre, y mi hermana Zoi de 16 años, se s...