29 de abril del 2024
Pov Danny:
El sol entra a través de la ventana, pero no lo siento. Ni el calor, ni el cansancio. Solo mi cabeza, llena de preguntas que no puedo responder. Las palabras de Atenea siguen sonando en mi mente, como un eco que no se apaga. Ella sabe lo que siento. Lo que no sabe es que hay algo más, algo que no he podido decirle, ni siquiera a mí mismo.
Ayer, al despedirnos, su sonrisa me desarmó. Pero también me dejó con un nudo en el pecho, porque, aunque todo parecía estar bien, algo seguía flotando entre nosotros, invisible, pesando en el aire. No sé qué hacer con eso. No sé si quiero enfrentarlo.
Me siento en mi escritorio, mirando al bolígrafo que giro entre mis dedos, pero no logro concentrarme en nada. Parte de mí quiere contarle todo, liberarme de este peso. Pero, ¿y si lo hago y la pierdo? No sé si soy capaz de correr ese riesgo.
—¿Sigues pensando en lo que dijiste? —Jorge aparece en la puerta.
Miro al techo, evadiendo su mirada. No quiero hablar de esto, no ahora. Pero él sabe que algo no está bien. No hace falta decir mucho.
—Sí.
—Atenea parece contenta. —Su tono es casual, pero sus ojos me analizan, como si esperaran algo más.
—Sí, parece...
—¿Y tú? ¿Cómo te sientes con todo esto?
Mis pensamientos empiezan a enredarse. No quiero admitirlo en voz alta, pero las palabras salen solas.
—No lo sé. No estoy seguro de qué hacer ahora.
Alejo no dice nada más. No necesita hacerlo. A veces, el silencio lo dice todo.
El día avanza lentamente. Atenea y yo seguimos hablando, pero ya no es lo mismo. Hay una distancia sutil, una línea invisible entre nosotros, que no sé cómo cruzar. La verdad que compartimos está ahí, pero siento que aún me falta decir lo más importante, y temo que eso cambie las cosas. ¿Cambiaría todo si le cuento lo que realmente siento?
A las 6 de la tarde, suena mi teléfono. El número de Atenea parpadea en la pantalla y, de repente, me siento fuera de lugar, como si mi corazón hubiera acelerado sin que yo lo hubiera pedido.
—¿Hola? —respondo, tratando de sonar más firme de lo que realmente me siento.
—¿Cómo estás? —su voz se escucha suave, pero hay algo detrás de esas palabras, una pequeña duda que no había escuchado antes.
—Bien... creo que... algo cansado.
No sé por qué le dije eso. No lo creo. No me siento bien. Mi mente está ocupada en otros pensamientos, pero no puedo decirle la verdad.
—¿Te gustaría salir un rato? —me pregunta, como si no quisiera presionarme.
¿Debería decir que sí? Quiero verla, hablar más con ella. Pero hay algo en mi interior que me frena, como si hubiera algo que no estoy dispuesto a compartir.
—Tal vez otro día. Estoy ocupado.
La mentira me sabe amarga.
—Está bien, Danny. Solo quería saber cómo te sentías.
La suavidad de su voz me golpea. No puedo dejar de pensar en lo que acabo de hacer. Me duele no ser honesto con ella. ¿Por qué no le dije la verdad?
Colgar me deja un vacío. No sé si estoy tomando las decisiones correctas, pero algo en mi interior me dice que ya es hora de enfrentar todo lo que estoy evitando.
Conversación por WhatsApp (continuación):
El teléfono vibra de nuevo. El "visto" aparece demasiado rápido, pero no sé si estoy listo para responder.
Danny: ¿Cómo estás?
Quiero saber cómo está. Pero también necesito saber si ella está pensando lo mismo que yo, si siente esa distancia que ya noto.
Atenea: Bien... Pensativa.
Pensativa. ¿Sobre qué? De alguna forma, eso me hace sentir que no soy el único que está preocupado por todo esto.
Danny: ¿Pensando en qué?
A veces, me gustaría poder decir lo que realmente siento, pero no sé si tengo el valor.
Atenea: Sobre nosotros... No sé, siento que todo ha cambiado. Pero no sé qué hacer con eso.
Esa palabra, nosotros, me golpea más de lo que imaginé. Sí, todo ha cambiado. Y ni siquiera sé qué hacer con ello.
Danny: Yo también siento que todo es diferente... Pero no sé si para bien o para mal.
Es la verdad. No sé cómo reaccionar ante esto, ni qué esperar de todo esto. Siento que el miedo me está dominando.
Atenea: ¿No sabes? Después de todo lo que dijimos ayer...
Cada palabra de ella me hace dudar aún más. Lo que dije ayer fue un paso, pero no lo suficiente. No lo suficiente para destapar todo lo que tengo guardado.
Danny: Tengo miedo de que las cosas cambien...
Y ahí está, lo que realmente siento. El miedo a perderla. El miedo a que todo se rompa.
Atenea: Yo también tengo miedo. Pero no quiero que cambiemos.
Sus palabras me dan algo de alivio, aunque el miedo sigue ahí, pegado a mi pecho.
Danny: Entonces... ¿Qué hacemos ahora?
No quiero quedarme en el aire, pero no sé qué hacer con todo esto. Estoy esperando una respuesta, algo que me calme.
Atenea: No lo sé... Tal vez debemos dejar que las cosas fluyan.
Dejar que todo fluya. Eso suena bien. Tal vez no necesitamos respuestas ahora mismo.
Danny: Tienes razón. No quiero apresurarnos... Pero no quiero que las cosas cambien para mal.
Es lo único que sé con certeza: no quiero que esto se rompa. No ahora.
Atenea: No lo harán. Si esto es lo que queremos, lo encontraremos, ¿verdad?
Eso me hace sentir un poco mejor. Tal vez no tenemos todas las respuestas, pero mientras estemos juntos, todo será más fácil de afrontar.
Danny: Sí... No quiero perderte.
Atenea: No me vas a perder, Danny.
Con esa última frase, siento una calma que no esperaba. Aún hay dudas, pero sé que esto no se ha terminado. Al menos no por ahora.
Pov Autora:
Y así, entre conversaciones sin respuestas claras y miradas que dicen más que mil palabras, Danny y Atenea siguen adelante, sin saber bien qué les espera. Pero a veces, no hace falta tenerlo todo resuelto para seguir adelante, solo un poco de confianza en lo que vendrá.
El sol sigue su camino, igual que ellos, un paso a la vez.
Hasta el próximo capítulo.
—[Luna]
![](https://img.wattpad.com/cover/366756404-288-k514509.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Mi vida sin ti
RomanceUna chica en una biblioteca toma una decisión que cambiara su vida...¿Que pasara?