Miradas que Dicen Más (Especial)

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31 de diciembre

Pov: Danny

El 31 de diciembre llegó con la misma mezcla de sentimientos contradictorios. Había algo de esperanza por el nuevo año, pero también la sensación de que todo lo que había ocurrido había dejado una huella imposible de borrar. Mi relación con Atenea nunca había sido tan difícil de entender como ahora.

La fiesta de Año Nuevo estaba llena de gente, de risas, de brindis, pero todo eso se desvanecía cuando pensaba en ella. Aquel beso robado que compartimos cuando éramos niños, nuestra amistad a prueba de todo, el cómo ella solía ser el centro de todo, la única persona que realmente comprendía mis silencios.

Pero ahora, todo estaba tan distante. Después de nuestras charlas, de intentar entender lo que pasó, era difícil no sentir que lo que quedaba entre nosotros no era suficiente.

De repente, la vi al otro lado de la habitación. Estaba con Hugo, riendo, pero sus ojos me encontraron y, por un instante, el mundo se detuvo. Ese instante en que te das cuenta de que todo lo que quieres decir no puede expresarse con palabras. Fue como si todo lo que había pasado entre nosotros flotara en el aire, sin poder tocarse ni resolverse.

Me acerqué con la excusa de un brindis, pero lo que realmente quería era hablar. Hablar de lo que había estado sucediendo, de lo que ya no podíamos ignorar.

"¿Te parece si salimos a tomar aire?" Le pregunté, sin saber si ella aceptaría o si era demasiado tarde.

Sus ojos vacilaron, pero finalmente asintió, y juntos salimos al jardín. Aunque la fiesta continuaba, el aire frío nos rodeaba, dándonos una oportunidad para finalmente enfrentar lo que ambos sabíamos que estaba en el fondo de nuestros corazones.

"Atenea..." comencé, pero no sabía cómo continuar. ¿Cómo podía explicarle que aún sentía que todo estaba roto, pero a la vez, había algo que no podía dejar ir? "Creo que no estamos bien. Y no sé si podré arreglar esto, no sé si deberíamos seguir intentándolo."

Ella me miró, y su expresión era una mezcla de tristeza y comprensión. "Yo también siento que todo está... mal. Pero no sé cómo hacerlo funcionar. Tal vez hay cosas que no podemos arreglar, Danny."

Sentí que mis palabras se quedaban cortas. Pero lo peor de todo era que, a pesar de todo, seguía sintiendo algo. Algo que no podía negar, ni ignorar. Tal vez era el momento de aceptar que ya no éramos los mismos, pero eso no significaba que tuviéramos que terminar en malos términos.

"Tal vez deberíamos dejar que el tiempo nos lo diga," dije finalmente, dándole una última mirada a los ojos de Atenea. "Lo único que sé es que, pase lo que pase, no quiero que esto termine así."

Mi vida sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora