HORIZONTES DE ESPERANZA || Trafalgar Law y Tú ||

Capítulo 27

Fruncí los labios una vez que había llegado al lugar acordado para encontrarme con Bepo, Shachi y Penguin. Abrí los ojos de par en par cuando vi el lugar completamente destruido y a Hawkins sentado sobre Bepo, mientras los demás aliados rodeaban a los chicos.

—Estás aquí. ____________.

—Hawkins... —me paré frente a él apretando los puños—. Levántate de Bepo, no pienso repetirlo.

—Conozco tu historia y reputación, así que tus amenazas... prefiero tomarlas en serio —menciona mientras se levanta y camina hacia mí.

—V..Vice... —murmura Bepo con dificultad. Me acerqué corriendo hasta arrodillarme a su lado y apoyar una mano en su cabeza.

—Está bien, Bepo. Se pondrán mejor —sonreí y miré a los otros dos inconscientes en el suelo—. Iremos con Law, él se encargará de atenderlos.

—No pretendas que será tan fácil irse de aquí —miré a Hawkins por encima del hombro.

—Lastimaste a mis compañeros... —murmuré apretando los puños—. ¡Entonces lo pagarás!

Me di vuelta trasformando mi brazo en un arma que disparó contra él hasta que la mitad superior de su cuerpo saliera afectado. Escuché el quejido de uno de sus subordinados atrás de mí y vi el momento en que su regeneración lo hizo volver a la vida.

—Es una lástima. La probabilidad de derrotarme... es del cero por ciento.

Chasqueé la lengua con enfado y miré a sus subordinados que corrieron todos a la vez para atacarme. Hice un urumi en cada mano y lo manejé como un látigo, cortando a la mayoría de ellos. Levanté un brazo creando el acero bajo la piel para detener la espada de paja de Hawkins, miré a Bepo tras de mí, si lo hubiera esquivado... lo habría matado. La sangre gotea pero era soportable, formé una alabarda en la mano libre para alcanzarlo y cortar su pecho, un nuevo subordinado cae al suelo.

—No querrás hacer eso de nuevo —advierte agarrando su espada y cortando su brazo. Bepo suelta un quejido adolorido y yo deshice volví mis brazos a la normalidad.

—¿Qué es lo que quieres? —pregunté.

—Mi plan era usar a esos tres para atraer a los capitanes, ahora solo falta uno. Comparados contigo, la vida de esos tres es insignificante —él levanta un brazo como si me invitara a ir con él—. Este es el trato, no mataremos a tus compañeros... pero tú debes evitar resistirte, si lo haces... solo debo cortarme el cuello tres veces.

Chasqueé la lengua nuevamente con molestia. Sentía que no tenía opción, de todos modos, si quisiera matarlo ya lo habría hecho de nuevo, pero eso implicaría perder a los chicos.

—Bien. Pero no volverás a tocarlos. Cualquier motivo que tengas para hacerles daño, lo recibiré yo.

—Hecho.

Dos subordinados me toman por los brazos y colocan esposas de roca de mar en mis muñecas. Agarraron a los chicos y me forzaron a caminar para salir de aquí, miré sobre mi hombro unos segundos antes de que me empujaran por haber relentizado el paso. Si Hawkins no hubiera tomado a los chicos como rehenes... lo habría hecho explotar a él y a todos sus subordinados.

***

***

Escuché unos pasos acercarse, eran más de uno, incluso pude reconocer el de uno de ellos. Abrí los ojos y levanté la mirada hasta ver la de Law, observándome enfadado pero no conmigo, claramente quería asesinar a Hawkins, que estaba frente a él. Vio las cadenas en mis muñecas que me obligaban a mantener los brazos elevados y separados. La sangre en mi brazo goteaba, ya que la herida había sido profunda y luego de lo que pasó, tampoco había sido la última herida en mi cuerpo.

—Los otros tres son libres por tu entrega, pero ese trato no aplicará para liberar a tu vicecapitana.

—¿Qué has dicho? —Law voltea a ver a Hawkins molesto.

—Nos daría problemas si llegáramos a soltarla, conocemos sus habilidades, es un riesgo que no dejaremos pasar —Hawkins ve las intenciones de Law para atacarlo—. Pero puedo proponerte otro trato.

Hawkins se provoca una herida en el hombro, solté un quejido al instante cerrando los ojos antes de mirar de reojo mi hombro, la sangre gotea hasta el suelo.

—Como ves, aún poseo su vida en mis manos. En cuanto tengas las esposas de roca de mar, puedo liberarla, pero tú deberás evitar pelear en cualquier momento.

Cobarde.

—Bien. —no lo dudó demasiado.

Hawkins se lo lleva a otra celda, escuché el sonido de las cadenas y yo volteé a ver la herida en mi brazo. Unos segundos después, Hawkins regresa y lanza un muñeco de paja frente a mí.

—Agradece a tu capitán por esto.

Él se va de regreso a la celda de Law. Pasaron solo unos minutos cuando escuché como empezaba a golpear a mi capitán. Miré el muñeco de paja frente a mí, apreté las manos en puños y volví a levantar la mirada.

—Está bien. Tú ganas. Convenceré a mi capitán si me ayudas a que salgamos de aquí —mencioné. Sus pasos resuenan hasta que se detuvo frente a la celda.

—Hecho.

Ahora solo había que esperar un buen momento para actuar, volví a cerrar los ojos y a bajar la mirada. Podía escuchar los quejidos de Law en su celda y eso solo me causaban más ganas de matar a Hawkins pero aún no podía hacerlo. Law tiene preguntas para él y yo lo sé. Por lo que tuve que aguantar horas allí dentro, intentando no moverme demasiado para que las heridas en mis brazos pudieran sanar mejor.

Apenas Hawkins dejó la prisión, él apareció con las llaves y me quitó las cadenas, solté un quejido al moverme, pues se me habían entumecido los brazos. Me informó que Law ya estaba al tanto de lo que quería, solo hacía falta que le crea que estaba cumpliendo con su palabra. Me entregó las llaves y fui directamente a la celda en la que estaba. Abrí la puerta y me acerqué apresurada hasta él, levantó la mirada respirando con dificultad.

—Entonces... era verdad —mencionó.

—Nos ayudará a salir de aquí —respondí quitándole las esposas—. Joder, te ha dejado peor que a los otros. Voy a matarlo cuando termines con él.

Law ríe entre dientes y agarra su sombrero caído a un lado para colocárselo. Levanté su mirada y limpié la sangre que caía por su frente.

—Si quieres matarlo... tendrás que hacerlo antes de que lo haga yo —respondió observando de reojo las heridas que tenía yo.

Negué con la cabeza dejando ver una sonrisa y lo ayudé a levantarse. Le entregué su katana justo antes de escuchar los pasos de Hawkins nuevamente, se detuvo, seguramente al ver mi celda vacía y corrió hasta aquí. Que idiota.

—"Room".