Capítulo 35

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Corrí por el aire hasta ella y usé una espada de diamante gigante para intentar cortar su pecho, pero ella se cubre con su espada y me empuja hacia atrás.

—¡No subestimen a la gente mayor que sobrevivió tanto tiempo! —Big Mom prepara un gran ataque eléctrico que apenas pude absorber, por lo que lo demás nos terminó dando de lleno a los tres.

—¡Law! —di un paso hacia él pero mi cuerpo pierde fuerzas por unos segundos—. Tsk... Maldita sea.

Me levanté de nuevo y corrí hasta Law quien estaba tirado en el suelo sin moverse al igual que Kid. Lo sacudí levemente, pero no se levantaba, maldije de nuevo.

—¡Maldita seas! —sonríe al lanzarme un rayo cada vez más intenso.

Me levanté y me coloqué frente a Law. Disparé un rayo láser constante que detuvo los rayos de Big Mom.

—¡Nhg! —nos detuvimos por un momento y caí de rodillas sujetando mi brazo derecho, tuve que quitarme el vendaje, pues comenzaba a asfixiar mi quemadura que empeoraba cada vez. Pero miré hacia atrás, no podía permitirme caer en este momento. No podía... Law y Kid... Debo ser capaz de protegerlo, de proteger a mi capitán.

—¡Muere maldita mocosa! —vuelve a lanzar rayos que absorbí y regresé en el cañón láser, usé esta vez ambos brazos para aumentar la potencia— ¿No puedes hacer más? ¿Qué te pasó? Te veías tan segura, pero ahora... ¡solo eres una debilucha!

—¡Agh! —mis brazos enrojecían hasta parecer estar al rojo vivo, apreté los dientes. Mi brazo derecho terminó por ceder pero usé una pierna para continuar.

El dolor era tan fuerte en mis extremidades que incluso solté una lágrima por el dolor, pero no desistí, hasta que la energía acumulada termina por acabarse y sus rayos llegan hasta mí.

Finalmente Big Mom deja de atacarme y me observa aún de pie, mi cuerpo tiembla y deja salir humo por el calor que quemó ambos brazos y mi pierna derecha, respiraba agitada, ella me ve sin más.

—Debo reconocer tu fuerza, ___________. Eres alguien realmente impresionante, capaz de darlo todo por su capitán, incluso si eso termina consumiendo tu cuerpo desde adentro. Las heridas que tienes no son poca cosa y sigues queriendo enfrentarme, yo respeto eso.

Sentía que si daba un solo paso caería, así que no pude moverme, solo me mantuve intentando calmar mi respiración e intentar no pensar en el terrible dolor que sentía por todo el cuerpo.

—Así que te daré la oportunidad de escoger —extiende su mano hacia mí—. Cásate con alguno de mis hijos, únete a mi tripulación, y te dejaré vivir como una verdadera princesa que conseguirá todo lo que quiere con solo pedirlo.

Ella me observa esperando mi respuesta, lo único que soltaba mi boca eran jadeos por el dolor y cansancio. La miré a los ojos con seriedad y mi silencio fue suficiente respuesta para ella, sin embargo, quería negarme por mi cuenta.

—No lo haré.

—¿Hm?

—No lo haré —repetí segura—. No me uniré a la tripulación de una vieja que está por morir. Me niego a abandonar a mi capitán.

Ella sonríe ampliamente como si le gustara mi respuesta a pesar de haber rechazado su propuesta.

—Ya veo, también eres muy entregada a la persona a quien sirves, no hay muchos subordinados como tú, es una lástima que se desperdicie tan buen material.

—¡No, Big Mom!

—¡Nuestros jefes ya no pueden moverse!

Escuché voces preocupadas a nuestro alrededor, pero no les di la suficiente atención para saber quiénes eran y qué más decían. Mis sentidos se debilitan, el dolor quería hacerme caer y desmayar, me tambaleé pero no desistí.

HORIZONTES DE ESPERANZA || Trafalgar Law y Tú ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora