yo solo queria prender un sahumerio...

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Nahuel y Lisandro estaban en la habitación. El Cuti se había ido hace un rato a hacer no sé que cosa, y ahora solo estaban ellos, con una caja de encendedores sobre la cama, mientras que Lisandro iba dejando sahumerios y palo santos por toda la habitación.

Prácticamente, había uno en cada esquina y sobre cada superficie, si hacía falta. Ya venían un par de días en los que esa era su rutina, y en su cabeza, Lisandro quería llevar esta cábala hacía todo el resto de la universidad, pero por ahora, tenía que contentarse con su habitación, y la de Nahuel—quién, de a poco, convencía a Alexis de que era buena idea y a veces le ayudaba a prender algún incienso también.

Nahuel tenía agarrado en su mano un encendedor rojo, prendiendolo y apagándolo aburrido mientras esperaba que Lisandro terminara de ordenar.

—Vos podrías hacer algo también, eh! —se quejó el teñido en un momento. 

El castaño negó con la cabeza y se quedó sentado donde estaba. Cuando la puerta sonó, se levantó para abrirla—porque Cristian tenía la costumbre de salir sin la llave de su propia pieza. 

Apenas entró, miró alrededor de la habitación, encontrándola llena de palitos y ceniceros. Observó preocupado a la alarma de incendio. Ya venían varios días que venían zafando y no sonaba, pero Cristian estaba más que seguro que pronto les tocaría la mala suerte de activar todo y tener que evacuar el edificio.

—Fa, ya volvió el pesado este con las ramas. —Dijo rodando los ojos. Lisandro hizó un ruido de queja mientras dejaba un último sahumerio sobre una mesita que estaba al lado del bálcon.

—Vos decí lo que quieras. —Respondió Lisandro. —Pero desde que los puse, ganamos dos partidos y estamos en octavos.

—Tranca, 'toy seguro que eso es 100% de tus sahumerios. —Dijo el moreno en tono de joda, mientras Nahuel se reía al lado de él. De los tres, Cuti era el que menos le había copado la idea, incluso si, de a poco, la aceptaba un poco más y lo tomaba como la rutina de todos los días.

—Bue, seguí quejandote nomás.

Cristian se adentro más en la habitación, acercándose al contrario y enterrando los dedos en las costillas de Lisandro. El contrario se removió, escapandose de esa molestia y lo miró con cara de enojado.

—Daa, sabes que te hago todo de joda. —Dijo, acercándolo y dejando un beso en su sien.

Lisandro volvió a rodar los ojos, y miró a Nahuel que seguía entretenido, prendiendo la flama y apagándola. Junto las manos en un sonido que hizo eco en la habitación, y llamó la atención del lateral.

—Bueno, ya podemos empezar el cumpleaños.

—Cumpleaños va a hacer cuando suene la alarma. —Dijo Cuti, sentándose en la cama y preparando un mate. Antes había entrado con el termo en su mano, y unos bizcochitos. 

—Callate vos. —Se quejó esta vez Nahuel, acercándose a uno de los sahumerios y prendiendolo, pasando de uno al otro. 

Mientras el hacía una porción de la habitación, Lisandro se encargaba de la otra. El humo era poco si considerabas un sahumerio, pero cuando habían como diez o más prendidos, se empezaba a hacer insoportable.

Sobretodo eso le molestaba a Cuti, el hecho de que tenía que andar con la remera hasta la nariz y cerrando los ojos para que no le entrara todo el humo y se le irritaran.

Después de unos minutos en el que terminaron de prender todo, Nahuel se sentó al lado de Cristian y le pidió un mate, que el otro le entregó. 

Lisandro salió del baño—sí, ponía un puto sahumerio ahí también—y se acostó al lado de los otros dos. Aspiro el aire.

13&25 ~ OS (CutixLicha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora