𝑷𝒆𝒓𝒇𝒖𝒎𝒆↝Alastor & Tú

↝Cap.10

Al día siguiente, ______ tenía una sonrisa de oreja a oreja.

-Luce feliz está mañana señorita.

-¿Tú lo crees así Malakia?

-¿Paso algo malo anoche?

-¿Anoche?— ella soltó una risita—. No— trato de disimular.

-Señorita.

-¿Sí?

-Si mi señor llega a enterarse, el joven Alastor probablemente nunca volvería a poner un pie dentro de esa habitación.

-Lo sé... pero... es que fue tan lindo Malakia.

-¿De verdad, señorita?

-Sí...— ella suspiró y sus mejillas se tornaron de un color carmesí.

-Bueno usted parece feliz.

-Malakia, ver una sonrisa en un rostro no significa que sabes lo que pasa en su interior, una sonrisa… es un arma de doble filo que pienso usar a mi favor.

-Si usted lo dice señorita.

-… ¿Dónde está mi papi?

-Mi señor tuvo un asunto urgente señorita.

-Hmmm… que lastima, ¿Desayunarías conmigo?

-Claro señorita.

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-El día está muy lindo.

-… parece que va a llover.

-Lo sé, el clima es frío y a ti también te gusta.

-Debo admitir que también me gusta el clima sombrío.

-Es bonito.

-No tanto como...

Ella lo escucho pero pretendió que no, trataba de disimular que estaba temblando. El perfume de Alastor la estaba haciendo sentir extraña, tenía muy presente su beso con él la noche anterior ahora estaba confundida.

-Alastor.

-...

-Yo… nosotros...

-Me alegra que mi primer beso haya sido contigo.

Jamás espero esa respuesta— ¿Qué? ¿Por qué dices eso?

-Lo digo de verdad, quisiera volver a...— paso sus dedos por sus labios.

-¿Señorita?

-Pasa Malakia.

Ambos estaban sonrojados, en _______ era demasiado obvio.

-Señorita, ¿Se encuentra bien?

-¡Sí! Solo tengo frío.

-Como diga señorita, con permiso.

Cuando escucharon el click de la puerta, ______ le arrojó un cojín a Alastor.

-¿Por qué hiciste eso?

-A ti solo te gusta molestarme.

-Con qué así es la cosa, ¿Eh?

Subió a la cama para arrinconarla, sin embargo fue él el que acabó arrinconado. ______ tenía el gran deseo de aplastarlo con una almohada para después dirigirse a la parte más oscura de mansión para hacerse dueña de su perfume y guardarlo celosamente.

-¿Qué?— pregunto al verse atrapado.

-Recordé que tengo que salir.

-...