El Amor Es Una Pusitay 4 (temp 3)

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El avión aterrizó suavemente en el aeropuerto de Milán. Ronny, Melisa y los niños descendieron, respirando el aire fresco y nuevo de Italia. Una limusina los esperaba para llevarlos a su nuevo hogar, una villa en la campiña italiana.

Al llegar, fueron recibidos por sus nuevos sirvientes: Luisa, una cocinera talentosa; Carlo, el jardinero; y Sofia, la encargada del mantenimiento de la casa. Los niños estaban emocionados mientras cada uno exploraba sus respectivas habitaciones, decoradas con cuidado y esmero para hacerlos sentir bienvenidos.

—Este lugar es increíble, papá —dijo uno de los niños, sus ojos brillando de emoción.

—Me alegra que te guste. Aquí estaremos seguros y felices —respondió Ronny, sonriendo con ternura.

Esa tarde, Ronny se preparó para asistir a su primera pasarela en Milán. Era una oportunidad importante para relanzar su carrera de modelaje en Europa. Mientras tanto, Melisa comenzó su nuevo trabajo soñado como profesora en una prestigiosa escuela de arte en la ciudad.

—¡Buena suerte en tu primer día! —le dijo Ronny a Melisa, dándole un beso rápido antes de salir.

—Gracias, a ti también. Nos vemos al final del día —respondió Melisa, sonriendo nerviosa y emocionada.

El día transcurrió con rapidez. Los niños se adaptaron rápidamente a su nueva rutina, explorando los jardines y jugando en sus habitaciones. La cena fue una celebración sencilla pero deliciosa preparada por Luisa.

—Gracias por la comida, Luisa. Estaba deliciosa —dijo uno de los niños, sonriendo con gratitud.

—De nada, cariño. Siempre estaré aquí para cuidar de ustedes —respondió Luisa con una sonrisa cálida.

Después de cenar, Melisa se fue a dormir, agotada pero feliz por su primer día en el trabajo. Ronny, por otro lado, terminó sus trámites y se quedó en la oficina de la villa revisando documentos.

De repente, su teléfono sonó. Era una llamada de sus padres en Putaxta.

—Hola, hijo. Queríamos avisarte que Mathew nos contactó hoy —dijo su madre con voz preocupada.

—¿Qué? ¿Qué les dijo? —preguntó Ronny, su corazón acelerándose.

—Nos preguntó sobre ti, pero no le dijimos tu ubicación. Nos preocupamos mucho cuando nos llamó —respondió su padre.

Ronny sintió un nudo en el estómago.

Ronny sintió un nudo en el estómago

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