Todavía era temprano. Los corredores estaban vacíos. Hao se hallaba en la esquina de un corredor. Echó un vistazo. Nadie venía. Regresó al escondite. Respiró agitado. Quería encontrar un modo diferente de llegar al salón de clases sin ser molestado. Contuvo el aliento y miró otra vez. Nada. Una vez más se cubrió. Sabía que pronto él llegaría. Debía evitarlo a toda costa. No quería cargar pilas de papeles ese día.
—¿De quién nos estamos escondiendo? —susurró una voz a su oído.
Hao dio la vuelta en un sobresaltó, se espantó al ver a Hanbin. Su espalda golpeó contra un casillero.
—¡Hanbin! —gritó el nombre por impulso.
Él sonrió ligeramente, tenía las manos metidas a los bolsillos del pantalón de manera despreocupada. Hanbin tendía a llevar pantalón de mezclilla junto con la camiseta deportiva. Siempre era regañado por no llevar bien el uniforme escolar.
—¿De mí?
—¡No, no, no! —Hao movió las manos nerviosamente—. No es eso.
—Espero que no estes intentando esconderte de mí —hablaba tranquilo, pero su mirada era amenazante.
—No, para nada —intentó fingir. Parecía no llevar nada consigo ese día. No debía cantar victoria. Hanbin podría imponerle alguna otra tarea difícil.
—Te creeré por esta vez. Oye, fue raro susurrar a unas orejas tan puntiagudas —picó con un dedo. Hao se cubrió la oreja.
—Solo dime ¿Qué quieres que haga hoy?
—¿Hum? Ah, no te preocupes, hoy no te haré cargar papeles.
—¿No? ¿Entonces?
—Quedé de reunirme con Gyuvin y Yujin cerca de la barda —señaló detrás—. De todas maneras, más tarde te dejaré las tareas —le avisó. Se dio la vuelta simplemente y se fue.
Hao todavía tenía la mano en su oreja, tardó unos segundos en quitarla. Tímido, se dirigió a su casillero, lo abrió. Algo se cayó cuando intentaba guardar algunos libros. Miró de bajo y ahí estaba la carta. Realizó una expresión de sorpresa al verla. Se inclinó para tomarla del piso. Era la carta que había escrito para Hanbin antes del primer encuentro, por un momento Hao la había olvidado. La sostuvo en sus manos con cariño. Él había depositado todos sus sentimientos de amor en esa carta. La miró con tristeza, luego la volvió a guardar en el interior.
Con unos libros en la mano fue a terminar una tarea a la biblioteca y regresó antes de que iniciara la clase. Para ese momento ya había más estudiantes en los corredores. Abrió el casillero, guardó unos libros y al cerrarlo, una vez más se sorprendió al ver a Hanbin a su costado, recargado en el casillero de a lado.
—¿Q-qué haces aquí? —preguntó con cuidado.
—Ya regresé, la clase pronto va a iniciar.
Hao notó que no llevaba nada en las manos.
—¿Viniste hasta aquí para decirme algo?
—¿Crees que vengo a dejarte las tareas? No pensé que te gustará tanto hacerlas —soltó una risita—. No. No vine aquí por eso —se enderezó.
—¿E-entonces? —vaciló. A este punto Hao había aprendido a no confiar fácilmente en Hanbin. En cualquier momento le impondría alguna tarea difícil o castigo.
La alarma del inició de clases sonó. Los dos voltearon a ver hacia arriba. Hao regresó la mirada a Hanbin esperando que respondiera. Preparándose mentalmente para lo que sea que le ordenara. Hanbin entonces elevó una mano y señaló el casillero de su costado.
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Mystical Guardián - Zb1- HAOBIN
FanfictionÉl es el príncipe de las hadas por eso no tiene alas. No puede ser coronado pues no ha encontrado el amor. Se convierte en hada de los sueños para proteger a Matthew, pero queda cautivado por Hanbin a quien decide ir a visitar mientras duerme, cree...