Capítulo 5

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──Ya te dije, solo iré a arreglar un pequeño asunto y regreso ──repito por encima vez. 

Bratt se despertó hace un rato. Pasamos la tarde entera hablando y follando. Ahora no me dejaba irme. Me tenía apretujada entre sus brazos mientras besaba mi cuello, negándose a soltarme. Sonreí inconcientemente, a pesar de que tenía asuntos que resolver con Christopher, yo tampoco quería irme. Deseaba quedarme así, con él.

──No quiero ──gruñó contra mi cuello.

──¿Ahora me controlas? ──sonreí. 

──No, pero puedo hacerlo si quiero. 

──Ah, disculpa, se me estaba olvidando que solo me querías para follar.

Apartó sus labios y me miró con los ojos oscurecidos. De inmediato supe que mi comentario le molestó. El ambiente se puso tenso enseguida. No le gustaba que lo compararan con un gilipollas (a pesar de que aveces actuaba como uno). 

──No vuelvas a decir eso. Eres más que un buen rato para mi ──aflojó su abrazo──. Y si, sé que me equivoqué. No debí irme y dejarte a tu suerte. Pero era un crío. Joder, no sé cómo explicarte que tomé malas decisiones pero me arrepiento, ahora me doy cuenta de que cometí errores, y por eso estoy aquí.

──Porque soy tu segunda opción ──murmuré con amargura. La verdad era que no sentía nada, solo lo hacía por puro drama, me gustaba hacer sentir culpables a los que me rodeaban y luego quedar como la víctima. Y de eso no había excepción ni para él, por más que lo amara. 

──¡Por supuesto que no! ──me soltó──. No eres mi segunda opción, carajo. 

──¿Entonces por qué me cambiaste? 

Me mira con el cejo fruncido. 

──No te cambié, solo tenía… inseguridad ──hace una pausa──. No sabía lo que sentía y me dejé llevar por un bonito cuerpo y una linda cara. 

──Y ahora me estás diciendo que yo no tengo eso. 

──Maldición, no ──se frotó la cara frustrado──. ¿Por qué tienes que ser tan difícil? 

──Lo seguiré siendo hasta que no me digas lo que pasó realmente. Porque esa excusa de ‘no sabía lo que sentía’ no me la trago. 

Y era verdad. Conocía a Bratt, pasamos un noviazgo largo. Podía leer la mentira en sus ojos, en sus labios. Era inútil que las personas intentaran mentirme si sabía reconocer mentiras y sentimientos al instante. 

Asintió repetidas veces, exasperado. 

──Bien ──suspiró──. Yo ya sabía de tu enfermedad cuando todo eso pasó. 

Lo miro incrédula. Me esperaba de todo menos eso. 

──Llevaba algunos meses investigando y… me enteré de que eras una Mascherano ──continua. 

Mi expresión se oscureció. Se suponía que él nunca supo eso hasta que me revelé contra su familia y causa todo un revuelo.

──¿Cómo? 

──Christopher… 

Claro. Como pasó varios meses en la fortaleza de Italia, debió de haberse enterado de mi estado desde el principio. Y cuando volvió a Londres y se enteró de relación con Bratt se lo contó todo para alejarlo de mi. ¿Y todo para qué? Para terminar traicionandolo con la zorra de James. 

Recuerdo que pasé los primeros meses de su llegada en Italia. Estábamos a mediados de enero y las clases estaban por comenzar. Pasé aproximadamente unas dos semanas más aquí y luego decidí volver a Londres para encontrarme con mi novio. Pasaba las vacaciones en Italia con mi familia. Pero normalmente mi vida estaba en Londres. Cuando cumplí los ocho años fui a vivir con mi tío, un psiquiatra, ya que por mi enfermedad necesitaba cuidados especiales y mi padre se rehusaba a internarme en una clínica de enfermos mentales. 

Dark blood (Bratt Lewis x Tn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora