⛓️ 𝘁𝗵𝗲 𝗵𝗲𝗮𝘃𝘆-𝗹𝗶𝗱𝗱𝗲𝗱 𝗯𝘂𝘀𝘆𝗯𝗼𝗱𝘆 𓍯
Una vez más, su líder, el Señor Tenebroso los había convocado a una nueva reunión. Esta vez, la mansión era de los Nott, y el ambiente era tan o más oscuro que la mansión Malfoy. Regulus y Barty, como siempre, estaban juntos. A los ojos ajenos, eran un par de mejores amigos inseparables. La luz de la luna llena entraba por los grandes ventanales decorados con vitrales, haciendo que la luz entrara reflejando algo de color. Regulus observó con admiración, el rostro de Barty iluminado de un ligero color rosa.
El ambiente, fuera de su burbuja de admiración por su novio, era bastante tenso. Todos evitaban mirarse y los que lo hacían, se miraban con rivalidad. Todos están aguardando la llegada de su amo. Los pasos del Señor Tenebroso sonaban contra el paso y entró en la habitación.
—Otra magnífica noche para reunirnos, ¿no es así, mis leales soldados?
—Lo es, mi señor —respondieron al mismo tiempo.
—Otro éxito para nuestro Señor; la muerte de Marlene McKinnon sólo demuestra la superioridad de nuestras filas.
—Así es, Bellatrix. Estoy muy complacido, Regulus y Barty. Cumplieron la misión, haciéndolos merecedores de mi confianza. Su lealtad y entrega son cosa digna de admiración. La muerte de McKinnon es solo un paso para minar las fuerzas de la Órden y destruirla por completo. —Y este los miró con una sonrisa, obviamente sarcástica.
—Es un placer servirle, mi señor —dijeron al mismo tiempo. La mano de Regulus fue la que buscó la mano de Barty, quien se la dio por debajo de la mesa.
—Lo sé. Tengo una misión para ustedes, Barty y Augustus —el rubio se volteó hacia el hombre que había levantado la mirada. Ojos castaños bastante penetrantes y de figura robusta. A ese hombre lo conocía de vista, pues trabajaba en el Ministerio, más exactamente en el Departamento de Misterios, para ser preciosos.
—Adelante, mi señor —habló éste hombre con una voz grave.
—Quiero información, la información más exacta que puedan. Barty, no creas que no sé que tu padre es el líder del Departamento de Seguridad Mágica… también quiero que vayan adquiriendo el control. Tenemos que debilitar al Ministerio lo más posible, antes de dar el golpe final.
—Entiendo, mi señor —dijo Barty con voz queda.
—También he recibido una grata noticia. Felicidades por la paternidad, Lucius, sé que le enseñarás a tu hijo los valores correctos.
—Gracias, mi señor.
—También tenemos que hablar de otros asuntos. ¿Qué haremos con los que se oponen al inminente ascenso de lord Voldemort? —preguntó con ironía, como si les estuviera preguntando, sabiendo que él mismo respondería esa pregunta. —Los asesinaremos, sin importar el costo… ¿cómo van las negociaciones con los hombres lobo? —le preguntó a uno de los mortífagos, cuyo rostro Barty no logró identificar.
—Están dispuestos a hacerlo a cambio de derechos, de ser liberados. Ya no quieren vivir escondidos, como una paria, desean ser reconocidos como cualquier mago.
—Los convocarás en la próxima luna llena. Deberían considerarse afortunados, lord Voldemort jamás se rebaja —dijo con voz queda y sibilante, como una serpiente preparándose para el ataque. —¿Información de la Órden, Severus?
—Están acongojados por la muerte de McKinnon, señor. Dumbledore tiene muchas reuniones con ese hombre del Ministerio: Cornelius Fudge.
Parecía que esa información no era suficiente para Voldemort, porque un rictus atravesó su cara. La mano de Regulus se apretó un poco contra la suya. Después de lo que parecieron horas, la reunión se dio por concluida. El Señor Tenebroso se retiró con paso dominante, imponiendo respeto incluso al irse. El aura maligna disminuyó ligeramente y sus hombros se destensar, suspirando.
Barty pudo ver de soslayo, como Lucius miraba mal a su cuñada, quien le había contado esa noticia al hombre de ojos rojos. Cuando el Señor Tenebroso decidió ponerle a la reunión e irse, Barty había esperado que la mujer de párpados pesados se fuera tras él, pero no sucedió. Varios de los mortífagos empezaron a irse, hasta que solo quedaron Regulus, Bellatrix, Lucius, Nott, Evan y él.
—Eres una chismosa, Bellatrix —dijo Lucius, con su voz solemne, como siempre, pero con tono receloso.
—Vamos, Lucius, el Señor Tenebroso tiene que saber sobre mi lindo sobrino, quien le será fiel cuando crezca.
—Ni siquiera sabes si será un varón, Bellatrix. Y en ese caso, ¿no sería conveniente que tú y Rodolphus tuvieran un hijo propio?
Barty notó con satisfacción que una mueca de repulsión cruzaba el hermoso rostro de la mujer. Con una ligera sonrisa, se levantó, soltando brevemente la mano de su novio y este lo siguió. Sin disculparse ni avisar, encaminaron sus pasos hacia la puerta de la mansión.
—¿Ya te vas, primito? —habló Bellatrix, con una sonrisa algo siniestra.
—Sí, Bella. Tengo asuntos que atender.
—Tengo algo qué decirte. Seré breve.
Tras compartir una breve mirada con Regulus, Barty se encogió de hombros y salió de la mansión, sacando un cigarrillo una vez más. Se perdió nuevamente en pensamientos irrelevantes, como que le dolía la espalda y necesitaba un descanso de todo esto. La guerra era cansadora de forma mental. Se relajó después de varias caladas al cigarrillo, esperando a su pareja.
Su paz se vio alterada cuando éste por fin salió, casi azotando la puerta.
—Barty, nos vamos —ordenó y el rubio frunció el ceño, dándole una última calada al cigarro.
—¿Disculpa? No soy tu jodida muñequita para obedecerte, Regulus —tiró el cigarro al suelo y lo pisó con su bota, extinguiendo el fuego del objeto.
Los ojos de ambos hombres ardían, uno enojado por la charla en el interior de la mansión y el otro, ofendido por ser tratado de esa manera.
—Jódete, Barty —fueron las palabras del chico de ojos grises ante la negativa de su pareja, desapareciendo al instante. Barty volteó hacia atrás con resentimiento: algo debió haberle dicho la perra árida de Bellatrix para poner de mal humor a Regulus, pero él no iría tras él, al menos no esa vez.
—¿Te dejó tu noviecito? —la voz de Evan resonó en sus oídos y fue inevitable que una sonrisa se formara en sus labios al escuchar a su mejor amigo. El brazo del otro chico se enroscó alrededor de sus hombros y empezaron a caminar juntos.
—Solo nos hemos peleado, creo —dijo, tragando saliva. No se iba a dejar pisotear y usar, por supuesto que no, pero ahora sentía como una víbora en su interior, que lo recorría con pensamientos pesimistas.
—Bellatrix es una hija de puta.
—¿Escuchaste lo que le dijo a Regulus? —Evan negó con la cabeza. —¿Entonces?
—Quería aclararlo, nada más. Oye, si tu novio es un imbécil, puedes venir a quedarte en mi casa, a mis padres no les molestaría.
Barty sonrió y agradeció a su mejor amigo.
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𝐓𝐇𝐄 𝐆𝐑𝐄𝐀𝐓 𝐖𝐀𝐑 | starkiller
Fanfic───── ❛ 𝒾 𝓌𝑜𝓊𝓁𝒹 𝒶𝓁𝓌𝒶𝓎𝓈 𝒷𝑒 𝓎𝑜𝓊𝓇𝓈 ❜ barty prometió que le pertenecería a regulus si sobrevivían a la gran guerra Inicio: 13. 01. 24. Final: #1 Bartylus 26/09/24 ©lyzwill 2024