──𝐂𝐎𝐌𝐎 𝐋𝐋𝐎𝐑𝐀𝐍 𝐋𝐀𝐒 𝐀𝐕𝐄𝐒:
Jungwon es un omega que
vende su cuerpo por dinero y
trata de sobrevivir por su bebé,
una noche desafortunada es
mordido en el cuello por un Alfa
desconocido, desesperado,
...
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Ese fin de semana, Yunjin visitó a su novio, se le veía tan alegre como siempre, incluso más iluminado como si las semanas de arduo trabajo no hicieran efecto en él, ella por el contrario se sentía agotada debido a sus estudios, necesitaba un poco de mimos de su novio el cual complacido la acariciaba en la cabeza mientras comían frente al televisor.
Heeseung sintió el dulce aroma de su novia, se sintió caliente deslizando con suavidad sus dedos por su nuca, su espalda y esperando una reacción de ella, que llegó en forma de un gemido suave.
La joven movió sus bellas piernas sobre él, quedando montada mientras le besaba con ternura, ambos se fundieron, sus lenguas se movían de un lado a otro, sintió su piel suave, y mientras la penetraba en la oscuridad de la sala, cerró los ojos buscando aquella sensación que no llegó, y Heeseung no se lo explicó. No se explicó por qué no podía tener sexo tan increíble como lo hacía con Jungwon, aún cuando él y Yunjin tenían una hermosa historia de amor detrás.
—Y te cogiste a un prostituto —rió el chico frente a él.
—Y le embaracé —puntualizó.
—Joder, Heeseung, estás en problemas —suspiró el otro alfa frente a él peinando su cabello con delicadeza mientras se metía un cigarro en la boca—. ¿Es tuyo?, bueno por su oficio podría ser cualquiera el padre.
—No lo sé, esperaremos hasta que nazca.
—¿Y si es tuyo?
—No lo sé, Jay, no sé qué hacer —el Alfa sacudió su cigarro, caminó hacia el chico y palmeó su espalda con lástima.
—Debieron abortar, ésto está jodido, Yunjin es una buena chica y te ama, tú la amas, siempre creí que se casarían y ese montón de cosas cursis de gente “bien” —se burló—. Y hay otro alfa también, ¿no? Dile que se quede con él o algo.
—Ese es el problema, Jay.
—¿Qué?
—No lo quiero dejar, cada vez que lo veo no puedo evitar arrojar todo por la borda para besarle, lo deseo, es tan bueno en la cama, sus labios ¡Cielos! —suspira cansado.
