──𝐂𝐎𝐌𝐎 𝐋𝐋𝐎𝐑𝐀𝐍 𝐋𝐀𝐒 𝐀𝐕𝐄𝐒:
Jungwon es un omega que
vende su cuerpo por dinero y
trata de sobrevivir por su bebé,
una noche desafortunada es
mordido en el cuello por un Alfa
desconocido, desesperado,
...
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Eran las dos de la tarde cuando sintió un dolor punzante en el pecho, tan doloroso que soltó su alimento y se apresuró a marcar el teléfono, pero nadie respondió. Marcó a su celular, pero Sunghoon olvidó que el omega no tenía uno y palmeó su frente por ser tan diligente.
Marcó de nuevo pero a otro número y le contestaron rápidamente.
—¿Hoon? —la voz al otro lado estaba curiosa.
—Sunoo —dijo preocupado—. ¿Estás bien? —el chico se sorprendió por la pregunta.
—Triste por ti —le dijo.
—No me refiero a eso, ¿te lastimaste? —Sunoo negó.
—¿De qué hablas? Estoy con mi madre, ¿por qué dices eso? —pero el teléfono fue colgado, Sunoo miró a la mujer frente a él que bebía café elegantemente.
—¿Que dice mi yerno? —dijo sin importancia.
—Me preguntó si estaba bien —dijo extrañado.
—¿Por qué?
—No sé, pero estaba asustado —respondió, la mujer elevó la vista.
—El lazo, el sintió dolor por el lazo —le dijo suspirando—, es raro como la mente humana puede adaptarse a los hechos, por ejemplo, aunque tú y él no tienen un lazo real, resulta que él siente tu dolor —sonrió.
—Mamá, no digas eso, aunque no sea físico, soy un omega.
—Tan omega como yo, ¿no? Lo sé, hijo, es solo que... me da curiosidad como Sunghoon se sugestionó a punto de sentir dolor, de sentir aromas, de “sentir” tu celo —dijo poniendo su mentón en su mano—. No llores, hijo. Aunque el mundo no lo acepte, tú eres omega —sonrió dulcemente.
—Sí —dijo Sunoo limpiando su rostro.
—Ahora... ¿Por qué no vamos por algo de la nueva colección de Prada? —el chico sonrió y tomó su mano.
—Yo pago —le dijo.
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