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Charly
Saludo a Paúl y a los chicos que están en la entrada.
— Hola chicos, bienvenidos. — Ellos asienten. - espero que disfruten.
Me volteo para ver a Zoe, pero no está; recuerdo lo que le pasó a Raquel hoy. Sabía como era Sofía y sus amigas, eran muy obstinada cuando querían, y en este caso tenía que estar más atento que nunca. No podía dejar qué le pasará nada a Zoe. No a ella que ya ha la tenía suficientes problemas.
— ¿Paúl, Sofía, Martina y Laura están aquí?
— No sé cómo tienen el descaro de venir, pero sí las vi hace un rato, están aquí. Oye y...
Dejo a Paúl con la palabra en la boca y busco a Zoe entre la multitud; no la encuentro y saco mi celular para llamarle.
— Joder, Zoe, responde. - Me preocupo aún más cuando no contesta el móvil.
Sigo caminando y por fin la encuentro; está con Iván.
Iván, él es algo extrovertido y demasiado bromista, pero no es un chico malo. Sin embargo, cuando lo veo junto a Zoe, me vuelvo completamente loco. No tengo derecho a reclamarle nada a Zoe, pero no me gusta verla al lado de ningún chico.
Ella se ve muy sonriente; frunci el ceño cuando veo que Iván le toma las mejillas y ella se ríe aún más, me molesta, conmigo se ponía tensa y no te atrevía a me tener su vista fija en la mía, siempre la cambiaba a otro lado o buscaba una excusa para no estar a mi lado, pero ahí con Iván se veía tan alegre y cómoda. Odiaba admitirlo pero me sentía realmente celoso de ello.
— Psssst, Charly volviendo a la tierra, prepárense para aterrizar. — Reacciono cuando veo la mano de Raquel agitando la delante de mí.
— Ah, hola Raquel, ¿cómo te encuentras?
— Ya estoy bien, gracias. La pasé un poco mal, pero tengo el apoyo de Vicky y Zoe, y de mi novio también.
— Me alegro mucho de que estés bien. ¿Y quién es tu novio?
— Mi novio es Iván — me dice ella sonriéndome.
Una sonrisa tonta se me escapa al saber que Iván está con Raquel y no está intentando nada con Zoe.
— Imaginé lo que pasó por tu cabeza, así que no tienes de qué preocuparte. — Me dice Raquel con una semi sonrisa.
— ¿Yo?
— Uju, sí tú, Zoe es toda tuya. — Me dice Vicky y me choca el brazo. Yo sonrío.
— Venga ya, vamos para donde están ellos. — Dicen las chicas y me toman de ambos brazos. Nos paramos enfrente de ellos, la mirada de Zoe cae sobre mí; sus ojos conectan con los míos, esos ojos tan oscuros, tan profundos y cálidos. Iván y Raquel se abrazan y se besan; es cierto que son pareja.
Veo la cara de felicidad que pone Zoe cuando ellos se abrazan, ella es tan tierna. Ella es del típo de persona que se lo e más feliz por los demás que por si misma.— Zoe, al rato nos vemos — dicen las chicas e Iván.
— Cuídala bien, la pelusa está loquita por ti. — se detiene Iván para susurrarme al oído. Me da unas pequeñas palmaditas en la espalda y Vicky me guiña un ojo señalándome a Zoe. Ella no lo nota, ya que está viviendo algo.
— ¿Qué es? — le pregunto para saber qué toma.
— Jugo de cereza. — me responde ella.
— ¿Sabes que eso tiene alcohol, verdad?
— ¿Qué? — dice ella sorprendida y limpiando su boca. — Pero no se le siente. La veo algo abrumada por el ruido. - es dulce.
— ¿Quieres ir a un lugar más tranquilo?
— Sí, es posible, me gustaría.- La tomo de las manos y subo las escaleras. Mientras vamos caminando entre la multitud, las miradas no se despegaban de nosotros, incluso están Sofía, Martina y Laura en una esquina bebiendo; ellas nos ven y voltean los ojos.
— Lista para conocer mi habitación. — le digo en tono de burla.
— Sipi, estoy lista para todo ya. — Ella me sonríe.— Woow, ¿y eso qué fue? — Le digo, tapando mis ojos como cuando uno se tapa del sol.
— ¿Qué? ¿Qué cosa? — Me pregunta ella, extrañada.
— Tu sonrisa es brillante. -
Ella baja su cabeza y se muerde el labio inferior; está sonrojada, me encanta verla así, se ve más tierna y sexy.— Ya entremos, tengo curiosidad por la habitación del gran M.P. — Me dice ella.
Entramos a mi habitación y ella mira todo a su alrededor.
- Y bien.
— Es enorme. — Me dice, sorprendida.
Veo que lo está observando todo y su mirada se detiene al ver mi piano. No quiero que se sienta frustrada en este momento.
— Si quieres algo de beber, dime y lo busco.
— No, así estoy bien. — Ella cambia su mirada hacia mí.
— ¿Te puedo preguntar algo?
— Vale, siéntate.
Ella se sienta en mi cama y yo a su lado.
— Dime lo que quieras saber.
— ¿Por qué tantos tatuajes? ¿Y qué significa el nombre de tu usuario?
Esas simples preguntas, no me las esperaba.
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El Silencio De Zoe
Teen FictionSoy Zoe García, la chica qué dejó de confiar en las personas, la chica que sufre en silencio. Mi vida fue un completo caos. Y al cumplir mis 18 años fuí abandonado por el hombre qué decía que me quería: mi padre, y mi hermana Zoi de 16 años, se s...